El Museo de Arte Sacro San Francisco, fue el primero en ser construido en la ciudad de San Salvador. El mismo se creó en forma de umbral para todos sus visitantes, especialmente para los extranjeros que necesitan de esta introducción a la historia cuzqueña y así comprender todos los templos religiosos del norte quebradeño.
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El Museo de Arte Sacro San Francisco, fue el primero en ser construido en la ciudad de San Salvador. El mismo se creó en forma de umbral para todos sus visitantes, especialmente para los extranjeros que necesitan de esta introducción a la historia cuzqueña y así comprender todos los templos religiosos del norte quebradeño.
El Museo abre sus puertas a los jujeños, los visitantes de otras provincias y sobre todo a los turistas que aún se encuentran en Jujuy. Para disfrutar del descanso y continuar aprendiendo, siendo una gran opción para visitar, conocer el arte cuzqueño, la llegada de las órdenes regulares a las Américas y la distinción de las órdenes seculares que se entrelazan con la Diócesis del Obispado.
El Museo de Arte Sacro San Francisco, se encuentra coordinado por Cristina Jorge y dirigido por el Fray Juan José Nuñez. Mientras que la encargada Patricia Ovando, Guía del sitio abrió sus puertas a todo el público e invitó a conocerlo y rememorar juntos su historia.
"Todas las obras de arte que se encuentran en exposición pertenecen al patrimonio de los franciscanos, desde el siglo XVI hasta entrado el siglo XX". Afirmó Patricia, resaltando que las piezas exhibidas son aquellas que estuvieron en los antiguos templos de la orden franciscana. Las mismas piezas, fueron guardadas y protegidas en el convento para que se pusieran en exposición.
Este proyecto fue realizado en conjunto con la Secretaría de Turismo y Cultura de la Provincia de Jujuy y la Orden Franciscana.
Su historia
El relato que se expone en la visita al Museo, tiene diferentes matices. Aferrandose en lo litúrgico y lo sacro. El mismo, se encuentra detallado por el arribo de frailes que fueron quienes acompañaron la historia del pueblo de Jujuy; dado que llegaron seis años después de la fundación de San Salvador.
A partir de 1599 empezaron un proceso de acompañamiento, poblamiento y de asistencia tanto religiosa como social de los frailes hacia los jujeños de aquella época.
La sala más importante que posee el Museo de Arte Sacro es aquella que tiene una ambientación de cripta. Si bien no es una cripta original, se ambientó un espacio para darle una forma completa de ello.
Primero se hallaron los cimientos de un segundo templo, construido en 1680. El cual era un subsuelo cubierto con el revoque de las paredes. Una vez que fue descubierto, se encontró el espacio para adaptarlo en un enterratorio, o lo que se conoce como "cripta".
Otro motivo fue, que se profundizó el terreno de aquel entonces y se encontraron restos óseos. Dado que los campos solían rodear las iglesias, esto podría ser tomado como una explicación lógica tras haber encontrado restos que no fueron exhumados, y quedaron en el mismo espacio.
El ambiente de iluminación y sonido que el Museo utiliza para el montaje de las piezas es detalladamente seleccionado, como un altar, los cuadros y obras de arte en exposición. Se colocaron las piezas muy bien pensadas como el retablo de una segunda iglesia y el retablo mayor donde se encontraba el altar.
En concreto, todos los elementos son restos, pilastras y columnas; talladas en madera del siglo XVIII traídos desde Potosí, Bolivia.
El altar completó todo el mobiliario que constituían estos templos, y se traían exclusivamente desde Potosí,la ciudad luz de América.
Con la construcción del segundo templo se dio la importancia que se pretendía, junto con un poco más de elegancia, dado que el primer templo era muy precario.
Patrimonio Cultural en el Museo
Son casi 3 siglos que se fueron trasladando las piezas, incluso a principios del siglo XX, cuando se planifica la tercera (y actual) construcción de la iglesia, todo lo que pertenecía a los anteriores templos, incluyendo óleos, imágenes y tallas fueron guardados y llevados a otros espacios.
“Lo que hoy se expone en el museo es lo que quedó después de todos estos años” sostuvo Patricia, mientras detallaba todo el patrimonio y los altares que son parte del Museo de Arte Sacro San Francisco.
Más allá del tiempo que desgasta la materia pictórica, todas las bellas obras de arte del siglo XVIII se encuentran en exposición y en perfecto estado.
La mayoría de las piezas que integran el Museo de Arte Sacro, no están restauradas pero si sometidas a una delicadísima limpieza y protección.
Solo algunas piezas sufrieron modificaciones que constaron en un cambio de bastidores (el marco que tensa la tela), porque con el tiempo se van lastimando las esquinas.
La tendencia actual de la restauración, es tratar de mantener los originales, objetivo que se logró salvo por estas dos telas que debieron ser restauradas; ya que se corría el riesgo de perderlas por las quebraduras de su lienzo. "Antes de perderlas totalmente se las pudo restituir, mediante una profesional de Salta que logró hacer la restauración manteniendo el original y utilizando elementos que si en un futuro se cambia de opinión, se puede quitar lo que se modificó y recuperar el original" reveló la encargada del Museo.
En el año 2012 se inauguró una nueva sala para ampliar el fondo del museo, la cual se utilizó para poner en exhibición las telas y explicar el poder de la restauración. Todo esto llevado a la emotividad, pues el valor que tienen los elementos una vez rescatados forma parte del patrimonio artístico jujeño y religioso.
Con las puertas abiertas
Finalmente la invitación queda abierta para todos aquellos que quieran conocer otra parte de la historia jujeña.
El Museo de Arte Sacro San Francisco se encuentra en la calle Belgrano 677, detrás de la Basílica San Francisco. Para cualquier información podrán llamar al 0388- 4233434.
O bien escribir al e-mail: [email protected] También podrán encontrarlo en su fan page de facebook/museo.franciscanojujuy