Atlético Talleres logró una merecida y angustiosa victoria por 2 a 1 sobre Sportivo Palermo, en la continuidad de la 15º fecha del Anual “Tito Costa Ibañez”. El partido se disputó en el estadio “La Tablada” ante un puñado de hinchas de uno y otro equipo.
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Atlético Talleres logró una merecida y angustiosa victoria por 2 a 1 sobre Sportivo Palermo, en la continuidad de la 15º fecha del Anual “Tito Costa Ibañez”. El partido se disputó en el estadio “La Tablada” ante un puñado de hinchas de uno y otro equipo.
Horacio Borjas abrió la cuenta para el “expresito”; empató transitoriamente Adrián Ochoa y en tiempo adicional Fabricio Borda Bosana le dio el triunfo a Talleres.
El primer tiempo pasó sin pena ni gloria, donde los arqueros fueron meros espectadores ya que todo el juego era hasta tres cuartos de cancha.
El trámite fue enredado, ninguno logró prevalecer, aunque el mérito fue de los juveniles de la vista, porque nunca se salieron del libreto de un planteo conservador, ordenado y sin dejar hueco alguno al rival, ya que los de Palermo parecían “canarios” revoloteando por la cancha sin rumbo definido.
Pero, como el fútbol da revancha, el complemento fue otra historia totalmente diferente, donde los chicos de Talleres se terminaron recibiendo de “grandes” con un sistema táctico inteligente que dio sus frutos sobre el final.
En Palermo, el ingreso de Areco (por el intrascendente Brian Castro) le dio mayor volumen de juego pero no pudo solo contra el mundo, a pesar de su entrega y sacrificio.
Pasados los 20 minutos y como los pibes de la visita vieron que su rival le permitía arriesgar un poco más, se decidieron a buscar el arco adversario. En un ataque Borda remató con destino de red, pero Pedro López le negó el festejo.
Replicó el local con un tiro libre ejecutado por Pedro López que se fue apenas desviado, cerca del palo izquierdo.
Con el paso del tiempo, los chicos de Omar Cáceres empezaron a tocar una sinfonía de fútbol, sencillo y por momentos de alto vuelo, a puros toques en los últimos minutos, que fueron no aptos para cardíacos.
A los 41’ llovió un centro y Borjas con pierna izquierda mandó la bocha a dormir en el fondo de los piolines, gol que festejaron enloquecidos los juveniles.
Un minuto después, el mismo Borjas se sorprendió con una pelota que le cayó como del cielo y se apresuró en definir solo frente al arquero.
Se iba el partido con Palermo lanzado a los “ponchazos” con más ganas que fútbol y a los 44’ Ochoa decretó la igualdad transitoriamente y tras cartón, perdió un soldado porque Almaraz fue expulsado por grosera falta a Sosa. De esa infracción se armó una jugada y Borda le puso un moño a su buena actuación con el tanto victorioso.
En tanto, en Tilcara, el local Atlético Terry cayó estrepitosamente por 4 a 1, frente a Deportivo El Chañi.