SAN PEDRO (Corresponsal) Y hasta ayer, numerosos pesebres realizaron el tradicional cierre, con la despedida y bendición de la imagen del Niño a todos los adoradores.
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SAN PEDRO (Corresponsal) Y hasta ayer, numerosos pesebres realizaron el tradicional cierre, con la despedida y bendición de la imagen del Niño a todos los adoradores.
Ya los últimos sones de villancicos, anunciaron el final del tiempo navideño, que se extiende hasta el domingo siguiente a la fiesta de la Epifanía y la llegada de los Reyes Magos. Y la localidad dulce de La Mendieta, también fue protagonista de esta profunda expresión de fe y de religiosidad popular.
Cientos de chicos participaron del encuentro de pesebres donde compartieron danzas y coreografías, y la devoción al niño
Como siempre, el parque Armada Argentina, fue el escenario para este nuevo encuentro de pesebres que convocó a todos los pesebres comunitarios y familiares de los distintos barrios y lotes azucareros de La Mendieta.
Desde tempranas horas, el sector se fue poblando de cientos de niños y jóvenes adoradores, que llegaron para sumarse a este encuentro impregnado de mística y de danzas en torno al Niño.
La expresión de fé y religiosidad reunió a pesebres comunitarios y familiares que se dieron cita en el Parque Armada Argentina.
En un altar dispuesto para la ocasión, el párroco Marcos Tosin, celebró la Misa, destacando la masiva presencia de la familia y de este ritual religioso que nace de la fe de un pueblo y que se expresa en cada danza de alabanza al Dios que se hizo Niño.
Bendición
Finalizado el oficio, el padre Marco, bendijo las imágenes de cada pesebre y a toda comunidad que se dio cita y a los Reyes Magos que luego hicieron las delicias de los niños.
Todos los adoradores pudieron ofrecer su danza en un singular pasaje. De esta manera, las familias mendieteñas cerraron este nuevo capítulo navideño, haciendo votos por una año en donde reine la paz en todos los hogares.
La celebración que se configura cada año como un encuentro tradicional cobra un tinte familiar al que todos, grandes y chicos adhieren con entusiasmo para renovarlo luego.