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Madres del corazón, con amor incondicional

Domingo, 18 de octubre de 2015 01:30
<p>EL AMOR DE MADRE/ NO MIDE CONSECUENCIAS. ES INCONDICIONAL POR DEFINICIÓN Y NO ESPERA RETRIBUCIONES.</p>&nbsp;

Con abrazos afectuosos, besos, mucho cariño y hasta algunos obsequios, los argentinos homenajearán hoy a las mamás, esas mujeres fuertes que con entereza y dedicación dan todo y un poco más. Es que como sucede cada tercer domingo de octubre, hoy se celebra el Día de la Madre, una fecha especial para recordar a quienes con amor, paciencia, comprensión y sobre todo con entrega acompañan día a día a sus hijos, a sus nietos, sobrinos, a tal punto que son en el pilar fundamental de un hogar.

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Con abrazos afectuosos, besos, mucho cariño y hasta algunos obsequios, los argentinos homenajearán hoy a las mamás, esas mujeres fuertes que con entereza y dedicación dan todo y un poco más. Es que como sucede cada tercer domingo de octubre, hoy se celebra el Día de la Madre, una fecha especial para recordar a quienes con amor, paciencia, comprensión y sobre todo con entrega acompañan día a día a sus hijos, a sus nietos, sobrinos, a tal punto que son en el pilar fundamental de un hogar.

Pero hoy no solo es un momento para celebrar la vida de una madre que ha dado a luz a sus hijos y que se ha ocupado de ellos, sino de todas esas mujeres que de alguna u otra manera cumplen ese rol, dando contención y amor a quienes por distintas circunstancias perdieron a sus madres o nunca la tuvieron, o simplemente cubren esa necesidad innata del ser humano de sentirse amado y protegido, de la que muchos carecen. Es que como se dice, madre no es quien solo engendra a los hijos sino que lejos de ser un simple alumbramiento, el rol de madre va mucho más allá.

Hogares de Belén, un servicio basado en el amor desinteresado y el compromiso en el cuidado de una nueva vida.

Hogares de Belén, un servicio basado en el amor desinteresado y el compromiso en el cuidado de una nueva vida.

Es por eso que en este día de la madre, El Tribuno de Jujuy quiso destacar la loable tarea que llevan adelante las madres de los Hogares de Belén, un servicio basado en el amor desinteresado y en el compromiso con el cuidado de una vida nueva.

Se trata de un grupo de familias que pertenecen al Movimiento Familiar Cristiano, que reciben transitoriamente la guarda de niños en estado de abandono, a fin de darle contención y un hogar durante sus primeros meses de vida, hasta tanto el juzgado de menores les designe una familia adoptiva. Arita de Leona, quien es madre de un Hogar de Belén, explicó que las familias que cumplen el servicio se asemejan a “un puente”, ya que son el nexo entre el niño y la familia que luego lo vaya a adoptar, recalcando que el servicio que ofrecen es solo transitorio y que no se pueden quedar con los niños bajo ningún punto de vista. “Esta no es una forma de adquirir niños, nosotros solo somos el soporte de ese bebé cuando está solito, es por eso que los Hogares de Belén solo pueden ser familias bien constituidas que ya posean hijos propios para que no se preste a confusión. Más bien nosotros lo vemos como que es Jesús quien nos visita solo por un rato, porque el bebé tiene que seguir su camino”, aclaró.

Las familias que cumplen el servicio se asemejan a “un puente”, ya que son el nexo entre el niño y la familia que luego lo vaya a adoptar.

Aseguró que se trata de un servicio que se ofrece desde la Iglesia Católica a través del cual se busca darle contención a niños que por diferentes motivos han quedado desprotegidos, sin un hogar. Es por eso que los Hogares de Belén no se involucran en el pasado de la criatura, ni en las circunstancias en la que fue abandonado, sino que simplemente se ocupan del niño y su cuidado desde que son recibidos hasta que son entregados a su nueva familia, e incluso tampoco pueden insistir en seguir viendo a ese niño después que fue dado en adopción, a menos que sea una decisión de los padres adoptivos mantener una relación con los integrantes del Hogar de Belén que lo tuvieron a cargo transitoriamente.

Actualmente son 10 las familias que tienen niños a su cuidado, aunque existen matrimonios que también colaboran pero que en estos momentos no tienen bebés a cargo, ya que hace cuatro meses no se han presentado casos de niños abandonados, hecho que celebran desde la institución por cuanto eso da cuenta de que no hay chicos que requieren este tipo de servicio.

Son 10 las familias que tienen niños a su cuidado. Desde hace cuatro meses no se presentan casos de niños abandonados.

Los Hogares de Belén prestan un servicio social acompañando el proceso de una adopción, con el solo fin de contener a ese bebe o niño que necesita de un hogar provisorio.

Gran corazón que acogió a cerca de 50 niños

Otra historia de servicio y de un corazón grande es el de Arita de Leona, madre de los Hogares de Belén, que desde hace casi 20 años acoge a niños abandonados por su familia. En su larga trayectoria como “madre del corazón”, Arita y su familia han acogido a 48 niños, cada uno de los cuales han dejado una huella profunda en la vida de los Leona, y especialmente en ella.

“Cuando ingresamos como Hogar de Belén ya teníamos cuatro hijos. Ellos lo aceptaron muy bien, incluso aprendieron a hacer mamaderas, a cambiar pañales, a cuidarlos, lo llevaban a la plaza, y de cierta forma todos aprendimos a amar sin esperar nada a cambio, y a ser responsables con la maternidad, porque esa fue una clara enseñanza para nuestros hijos”.

Consideró que éste un servicio de amor y de entrega absoluta, que requiere un gran compromiso y entereza “porque uno no deja de ser madre, esposa, hija. Sobre nuestras espaldas de mamá también está la responsabilidad de cuidar a nuestros propios hijos,marido, economía, porque no estamos subvencionados por el estado, sino que debemos afrontar los gastos de ese bebé con nuestros propios medios”. En este sentido, destacó la amplia colaboración que reciben de la comunidad en general y de los propios Hogares de Belén quienes realizan donaciones de pañales, leche y demás elementos necesarios ya que “el bebé conmueve a todos, a vecinos, familiares, y a los distintos “hogarcitos”.

En su relato coincidió con Edith Pérez al remarcar que es una tarea muy gratificante, pero a la vez un tanto dolorosa. “Uno los ama tanto, los siente tan propios, pero sabemos que no nos pertenecen, y no es fácil, pero tampoco es imposible. Siempre reflexionamos que este servicio no lo hacemos por nosotros, sino que lo hacemos pensando que estamos sirviendo a Dios, porque si pensamos en nosotros no lo podríamos hacer, esto solo se logra con la ayuda de Dios”, sostuvo Arita.

En relación a su experiencia, luego de haber contenido a cerca de medio centenar de niños en su casa aseguró que “esto es un aprendizaje, uno aprende a amar sin esperar nada a cambio, a amar por amar”.

Sobre el final relató una anécdota muy particular. Contó que el mayor de los bebés que tuvieron a su cargo va a cumplir 19 años, “nos llena el corazón de alegría, porque haberlo tenido cuando era tan chiquitito y ahora saber que es un hombre, una personas de bien, es un sueño”.

Explicó que él vive en Buenos Aires, que se volvieron a encontrar cuando tenía 12 o 14 años. “Si bien siempre hablábamos por teléfono, cuando nos encontramos lo primero que hicimos fue abrazarnos y fue una sensación única, en ese momento pensaba que yo lo había tenido sobre mi pecho y ahora yo estaba en el suyo; yo siempre tengo la costumbre de decirles a los bebes “te amo”, y en medio de ese abrazo el me miró y me dijo “te amo”, esas son las satisfacciones que nos deja este servicio”.

Finalmente se dirigió a todas las mujeres embarazadas exhortándolas a que “si tienen miedo y no saben qué hacer, que piensen que de este lado estamos nosotros. El mensaje en este día es que no los aborten, porque ellos tiene derecho a la vida y con la ayuda de todos pueden salir adelante”, y culminó invitando a todas las mujeres a “ser madres siempre de los nuestros y de los que no son nuestros”.