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20 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Estamos en guerra, en campaña y en búsqueda de la paz

Lunes, 16 de noviembre de 2015 10:00
<p><b>DANIEL. Más Scioli que nunca.</b></p>

Estamos en guerra

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Estamos en guerra

Cómo asombran y duelen las muertes de Paris. Parece el título de una novela de ficción y sin embargo, es la síntesis de la cruda realidad en las que el viernes nos metió de cabeza la inhumana y sangrienta insensatez de los islámicos de Isis, que en un insólito raid de explosiones y fusilamientos a mansalva, enlutaron a la humanidad, detrás de su supuesto escarmiento a Occidente. Y se debe remarcar que se trata de los islámicos de Isis, porque no todos los devotos del Islam son sanguinarios y asesinos. El Islam, antiquísima religión monoteísta fundada en las enseñanzas del profeta Mahoma, pregona el amor y la concordia, pero que tomada como bandera de guerra por los fundamentalistas, es usada para justificar los excesos que cubren de un dolor inexplicable a todo el planeta, aunque al momento de las ejecuciones, sus verdugos se refugien en el grito de "Allahu Akbaru" (Alá es grande). Es verdad que los pueblos árabes han sido desde siempre, y especialmente, desde que se los sabe poseedores de gigantescos yacimientos de petróleo y reservas de agua dulce, territorio de guerras, escenario de genocidios y de gobiernos sometidos a presiones, alimentadas por los huracanes de intereses de todo tipo. Pero si algo aspira la humanidad, es a desterrar la ley del Talión de la faz de la tierra, especialmente, cuando las víctimas son inocentes e involuntarios protagonistas de luchas ajenas. Pero ahora, el Papa Francisco, habló de que el episodio Paris, se inscribe en las certezas ya enunciadas de estar viviendo el preludio de una tercera guerra mundial. Y el presidente de Francia, Francois Hollande, dijo que su país "está en guerra, y atacará al estado islámico hasta destruirlo". Si esto finalmente es así, más la declarada causa común de las grandes potencias, no habrá ser humano que la pase bien en los próximos años, en Paris, en Irán, en Jujuy, ni en ninguna parte del mundo. El gobierno Argentino, a través de la Presidente de la Nación, y de los dos candidatos presidenciales, expresaron rápidamente su consternación y solidaridad con Francia y el pueblo francés. Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Daniel Scioli reaccionaron inmediata y correctamente abogando por la paz en nombre del pueblo argentino. Pero las expresiones de deseo son solamente eso, lamentablemente, si la locura ecuménica se desata. Ojalá Dios, o Alá, como se sienta al Creador, se compadezca de su propia creación.

Estamos en campaña

Mientras tanto, más domésticos, los argentinos, estamos en campaña. Enfrascados en una contienda más ligth, por una cuestión de poder, fronteras adentro de la República. Las últimas semanas, pareció recrudecer el tono agresivo e hiriente de las voces que acompañan a los postulantes a la Presidencia. La jefa de Estado, según informaciones generadas en la Casa Rosada, habría acordado permanecer en un segundo plano más discreto durante los días finales. Ello le permitiría al candidato del Frente para la Victoria, asumir libre y plenamente el primer plano de su pelea electoral, y ser como él mismo dijo, "más Scioli que nunca", aunque para ello, deba mostrar choques frontales con costados del modelo con los que hasta ahora evitó confrontar. Sin embargo, pareciera que ese acuerdo alcanzado intramuros en la casa de gobierno, no bajó a tiempo a las agrupaciones, funcionarios y dirigentes del oficialismo, que cada vez que hablan, le hacen un flaco favor al gobernador bonaerense. Todos, sin excepción, parecen haberse puesto der acuerdo para derramar sobre el contrincante de Cambiemos, la peor verborragia posible. Hebe de Bonafini, identificada con el modelo, si las hay, dijo de los jueces que voltearon el proyecto oficialista para cubrir vacantes con jueces subrogantes, que son unos "hijos de p..." y de paso emparentó al candidato del PRO con los que apoyaron torturas y muerte. El ministro Axel Kicillof, trató al jefe de UNA, de "forro" mientras en la otra cuadra, operadores sciolistas, intentaban persuadir a Sergio Massa de volcarle algo de los más de cinco millones de votos que obtuvo en la primera vuelta. El respetable filósofo Pablo Feinmann, le dijo a la gobernador electa de Buenos Aires, Maria Eugenia Vidal, que "es una chica tan bella que tiene temor de que termine en una trata de blancas", intentando desinflarle las virtudes para conducir la provincia más grande del país. Abrumado por las reacciones condenatorias, dijo que había intentado hacer una broma, aclaración que oscureció del todo su participación en el episodio. El joven galán de TV Pablo Echarri, aportó lo suyo: "los que voten a Macri, son unos pelot..., unos hijos de p..., o tienen intereses". En la eventualidad de un triunfo de Cambiemos, qué triste será tener que considerar que la mayoría de los habitantes de nuestro país, sólo se distingue por esas tres lamentables características. El propio Daniel, quizás aconsejado por los estrategas de su campaña, en los últimos días también comenzó a atacar frontalmente a Macri, pero dentro de su estilo moderado, respetuoso y firme. Uno al ver a Daniel Scioli por televisión, al notar su cansancio, y el notable esfuerzo por sostener la campaña contra viento y marea –y los deslenguados fanáticos K- no puede menos que pensar que lo suyo es titánico, y que evidentemente, demuestra una vez más que le sobran atributos para encarar cualquier empresa u objetivo que se le presente. Los macristas aparecen más moderados. Aunque dentro de esa tónica dicen lo suyo. Eugenia Vidal, con elegancia trató al filósofo Feinmann como a un machista que no merece sus respuestas. Más allá, el economista de Massa Aldo Pignanelli, defendió a su jefe político tratando a Kicillof de "personaje siniestro, esquizofrénico, mediocre y burro". Los argentinos que estamos por votar, obviamente, no merecemos presenciar este lamentable espectáculo de tanta basura preelectoral pudriéndose al sol.

Pero hoy, cuando quedan tres días para el fin de las campañas, algunas cosas quedan claras. Evitando como siempre caer en la simplificación de las encuestas, vista desde afuera, y desde lejos, la campaña del ballotage muestra una característica sobresaliente: Macri, los macristas, los principales socios radicales, otros socios menores, y otros allegados a su candidatura, hablan de Macri. Scioli, los sciolistas, los kirchneristas puros, los militantes de la Cámpora, y los peronistas que adscriben al oficialismo, también hablan de Macri. Aquellos hablan maravillas y siguen afirmando que es ya tiempo de cambiar. Éstos, hablan pestes, y culpan a hombre del PRO de la llegada de las sietes plagas bíblicas que caerán sobre el país si lo eligen. Pero como sea, todos hablan de Macri. En el ABC de la comunicación, la publicidad y la propaganda, se sabe que lograr que todos hablen del producto que se quiere instalar, o vender o imponer –muy bien, bien, mal o muy mal- ya asegura buena parte del éxito. En un proceso electoral, justo cuando suena la campana llamando al último round, todo indica a los estrategas, que sólo faltaría ajustar el golpe final. Pero... siempre hay un pero, las diferencias no están dibujadas con precisión, y desde el oficialismo recuerdan que el ganador de Octubre es Daniel Scioli,y Macri su desafiante. Y sobre aquel triunfo, suponen que tanto barro arrojado sobre el adversario, puede estar mellando en estas últimas horas la voluntad de muchos votantes a los el bichito del temor a cambios indeseados o el riesgo potencial de un salto al vacío, los puede arrimar a la continuidad del modelo gobernante. Y apuestan al resultado del debate que anoche inundó Argentina a través de radios y televisión, y que, naturalmente, se escapó a las consideraciones y análisis que podrían haber vestido a esta columna con más detalles. Se decía que más de un siete por ciento de indecisos, eran la porción de electorado que exigiría el mayor esfuerzo de Scioli y Macri en su contienda mediática. Y que allí estaría el éxito o el fracaso del debate, y quizás, el destino final de la elección del domingo. Más objetiva y respetuosamente, es imposible tratar esta cuestión al momento del cierre de esta nota. Por eso, las consideraciones finales, a cargo del elector, ya se vestirán con el manto del fallo inapelable –con todas sus consecuencias- para el ganador, y con la lapidaria determinación de cosa juzgada –con todas sus derivaciones- para el derrotado.

Reacciones K en Jujuy

En nuestra Provincia, la campaña ballotage corrió por senderos de una extraña calma. El oficialismo local se refugió en un período casi sabático, donde si bien el gobernador Eduardo Fellner y el vice gobernador Guillermo Jenefes, se esforzaron por mantener el ritmo normal de las actividades oficiales, incluso el primero cumpliendo compromisos de inauguración de obras, y entrega de viviendas, donde siempre afirma que "seguiremos trabajando por el proyecto inclusivo y federal que hoy encarna Scioli"; y el segundo con el plan de asistencia a establecimientos educativos y entidades de bien público previsto con antelación desde el Poder Legislativo, el conjunto del gabinete, en una suerte de stand by bajó notablemente el ritmo y la presencia pública, y en algunos casos, recibió a equipos del gobierno entrante para coordinar el traspaso de la administración, en reuniones de las que no trascendieron detalles significativos. El Partido Justicialista, recibió a grupos aislados de militantes, algunos que airadamente reclamaron sin mucho éxito acciones enérgicas para apoyar a la fórmula Scioli-Zannini. Si se cumplió una reunión a la que asistieron dirigentes de base, algunos legisladores electos como el concejal Miguel Morales, y los diputados Alberto Matuk y Luis Cabana, y que tuvo la presencia del vicepresidente primero Rubén Rivarola también reelecto diputado provincial. Todo no fue más allá de algunos planteos de subido tono que no motivaron el arranque de una actividad proselitista considerable. Algunas sedes abiertas hasta octubre se encuentran cerradas, y en las que abren todos los días, los militantes que se arriman no encuentran la ebullición de los días pasados. Tampoco se vio en las calles la otrora presencia masiva y bulliciosa de los tupaqueros, que no dejaban esquina, poste, pared o árbol sin cubrir con pasacalles, afiches o pintadas proselitistas. Quizás estas últimas horas vuelvan a las calles. La única reunión trascendente, ordenada y multitudinaria, ocurrió el sábado frente a Casa de Gobierno, pero no convocada desde el FPV sino desde agrupaciones defensoras de derechos humanos, sociales y estudiantiles afines al oficialismo, para defender la candidatura de Daniel Scioli en lo que llamaron una jornada de reflexión.

Cambiemos está a full

Los que están abrumados son los del Frente Cambiemos. El gobernador electo no para de reunirse con sectores de la sociedad que ya le plantean quejas, inquietudes y propuestas. Entre los encuentros sobresalientes figura el mantenido en Ingenio La Esperanza, donde trazó con crudeza la delicada y persistente situación del complejo, que sobrevive merced a aportes dinerarios extraordinarios del estado. GM aseguró que defenderá la fuente de trabajo, pero expuso que se deberán modificar las variables para asegurarlo. También estuvo en Tilcara, donde abrazó a los radicales derrotados por primera vez en veinte años, y dijo claramente "quiero a Félix (el diaguita" Pérez, intendente saliente), trabajando en mi gabinete". Y esta semana, recibirá a gremios estatales cuyos reclamos ya conoce muy bien. Adelantó que propondrá a su vez, paritarias cada seis meses, y reglas de juego claras que aseguren los servicios del estado, desechando los planes de lucha salvajes. Por otro lado, la UCR y asociados, han sido desbordados por las visitas del macrismo. Esteban Bullrich, ministro de Educación de la CABA, Hernán Lombardi, de Turismo, y Gabriela Michetti, candidata a vicepresidente, ocuparon los últimos días a los correligionarios, como previa de la gran visita de Mauricio Macri y la casi totalidad del elenco de Cambiemos, del jueves, cuando cerrará su campaña al pie del Monumento a la Independencia de Humahuaca. Aseguran, triunfalistas, que confluyen muchas ideas en el simbolismo del acto final de la campaña nacional, que será una virtual cadena nacional por su importancia: por ejemplo, borrar la condición de "exagerado porteñismo" de la fórmula, mostrando su mirada hacia las periferias, y asumiendo compromisos desde el interior profundo del país; y también, quitarle al kirchnerismo la exclusividad de aquel mensaje de Néstor Kirchner, cuando el recién asumido presidente que venía del sur, tras declarar su afecto por nuestra provincia, afirmó que en "Jujuy comienza la Patria", frase que brilló siempre en el cielo del modelo K y que efectivamente distinguió a esta tierra desde el 2003. Obviamente, también todo conllevaría un mensaje al partido Justicialista Nacional, en propia la tierra de Eduardo Alfredo Fellner, presidente del PJ local, y titular del Consejo Nacional del Justicialismo.

Ya todo está dicho. Los ecos del debate, hoy y hasta el domingo ganarán las calles, las reuniones de amigos, los cafés de los analistas urbanos, y los temas de las jabonerías abiertas las 24 horas. Y después, será el momento de la gente. Esa entelequia inasible, poderosa, que una vez cada tanto, se transforma en la masa crítica que elige el camino por donde transitarán la Argentina y Jujuy, quiera Dios, que gobernadas en paz, con inteligencia, sensibilidad, y amor.


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