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Un espacio para mantener viva la causa de Malvinas

Miércoles, 01 de abril de 2015 00:00
<p>EXCOMBATIENTES/ LOS VETERANOS DE MALVINAS QUE ANUNCIARON LA INAUGURACIÓN DEL MUSEO EN LA CIUDAD DE PALPALÁ.</p>

Los veteranos de guerra jujeños debieron esperar cerca de veinte años para cumplir el sueño de tener un museo donde mantener vivo el sentimiento por Malvinas y la memoria de los caídos en el conflicto bélico de 1982. En más de una oportunidad, las dilaciones y promesas incumplidas los llevaron a pensar que estaban frente a una utopía. Pero supieron esperar, nunca dejaron de golpear puertas y ahora ese proyecto se materializó en el Primer Museo y Biblioteca Virtual que será inaugurado mañana en la ciudad de Palpalá.

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Los veteranos de guerra jujeños debieron esperar cerca de veinte años para cumplir el sueño de tener un museo donde mantener vivo el sentimiento por Malvinas y la memoria de los caídos en el conflicto bélico de 1982. En más de una oportunidad, las dilaciones y promesas incumplidas los llevaron a pensar que estaban frente a una utopía. Pero supieron esperar, nunca dejaron de golpear puertas y ahora ese proyecto se materializó en el Primer Museo y Biblioteca Virtual que será inaugurado mañana en la ciudad de Palpalá.

El viejo tanque de agua del barrio San Ignacio de Loyola -tan caro para el sentir de los siderúrgicos- fue transformado en un coqueto edificio vidriado, en cuyo interior, en varias plantas, funcionará el museo que por sus características y tecnología será único en el Noroeste argentino. Ubicado en la plaza Héroes de Malvinas, entre la avenida Congreso y la calle Río Chubut, el recinto abrirá sus puertas mañana a las 9.30, durante los actos centrales del Día del Veterano de Guerra que tendrán lugar en Palpalá, organizados por la Asociación de excombatientes de Malvinas.

Seis excombatientes compartieron con nuestro diario sus impresiones sobre este logro, como también anécdotas y la otra "guerra" que debieron enfrentar durante el proceso de desmalvinización que vino tras el conflicto bélico.

Oscar Chiliguay, uno de los principales mentores del museo, dijo sentir una "alegría enorme". "Después de tanto tocar puertas, año a año, día a día, el proyecto se hizo realidad, lo que nos llena de orgullo". Agregó que esperaba ansioso el día de la inauguración y que habían invitado a autoridades nacionales y provinciales al acto, como también a veteranos de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Salta y Tucumán.

Respondió también a las críticas que se escucharon en los últimos días en el sentido de que la prioridad pasaba por el bacheo de las calles antes que por el museo. "Estamos hablando de un futuro, esto es para las generaciones que vienen", enfatizó. Al hablar del proyecto, recordó que "cuando nació la idea era más humilde, un lugar donde exhibir nuestras cosas, pensábamos en hacer algo que quede para la gente. Pasaron los años y se fue mejorando el proyecto varias veces y ahora es todo digital con un edificio de arquitectura del futuro" y tecnología de avanzada. Agradeció a todos aquellos que acompañaron la iniciativa desde los principios y los que fueron sumando su apoyo a lo largo de veinte años.

"Difundir la causa de Malvinas no solo es el tema de los veteranos de guerra, sino de toda la sociedad", aseguró Chiliguay al expresar que la alegría lo desbordaba, que lo invadía un sentimiento similar a la llegada de un hijo.

A su turno, Roberto Tejerina Baca confirmó que iba a donar al museo tierra de las Malvinas. "Cuando estaba en las islas, el 14 de abril de 1982, me llegó una torta por mi cumpleaños que es el 17. Al bolso de mano en que llegó la torta lo llené de piedra, turba y tierra que mandé al continente. En esa fecha todavía había comunicaciones". Guardó todos estos años esa tierra que ahora pasará a formar parte del patrimonio del museo.

Mientras tanto, Saúl Barrozo donará fotografías del rescate de los sobrevivientes del Crucero General Belgrano, hundido el 2 de mayo de 1982 tras ser torpedeado por un submarino inglés. "De las islas traje el fal, pasamontaña, bufanda y botines que regalé a muchos compañeros. Cuando volvimos al continente nos renovaron los equipos. Yo participé del rescate de los náufragos del Crucero General Belgrano y la poca ropa que teníamos se las dimos porque ellos estaban mojados".

Emilio Benítez, radicado en Río Grande, destacó que hace varios años tenían un museo en esa ciudad fueguina, y que iba a donar para el museo jujeño cubiertos, una marmita, un escudo

Félix Quispe donará su uniforme. Este veterano, al igual que sus pares, está en total desacuerdo con que los hayan bautizado como "los chicos de la guerra". En ese sentido recordó que los mismos ingleses reconocieron el valor de los soldados argentinos. Chiliguay agregó que tal vez con este nombre se haya querido generar lástima en la sociedad, cuando en realidad merecían ser respetados. Y ese respeto, felizmente, es tangible como el sueño del museo hecho realidad.

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