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Cruces entre el Gobierno y la oposición por salud de Fayt

Jueves, 07 de mayo de 2015 00:00
CARLOS FAYT / EL VOCAL DE LA CORTE SUPREMA ESTÁ EN EL OJO DE LA TORMENTA.
La salud física y psíquica del juez Carlos Fayt continuó ayer provocando cruces entre el oficialismo, que pretende que se evalúe si está en condiciones de seguir en la Corte Suprema, y la oposición, que denunció una campaña del Gobierno contra el tribunal y señaló que el vocal sufre un trato “inhumano y cruel”.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernandez, aseguró que las dudas sobre la idoneidad de Fayt, de 97 años, se “despejarían” con “un día normal de trabajo”, incluido un diálogo con la prensa, como el magistrado lo hizo en distintas oportunidades al salir de su domicilio. “¿Por qué (Fayt) no recibe los medios y hace un día normal, salir a trabajar como lo hacía siempre?”, preguntó Fernández y sostuvo que “nadie quiere que esté mal”, pero pidió despejar “las dudas sobre su idoneidad”.
En declaraciones formuladas en la Casa Rosada, Fernández insistió en que en el máximo tribunal “no puede funcionar con cuatro miembros” (Fayt, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda) y opinó que “no en mucho tiempo más habrá que tener que volver a nueve miembros”, es decir, modificar la ley de integración, que establece que deben ser cinco.
“No hay especialistas en materia tributaria ni previsional” en la Corte, argumentó el funcionario nacional y sostuvo que se necesitarían más integrantes para tratar las causas que provienen “de las provincias”.
En forma paralela, puso en duda la notificación que el martes hizo la Corte por la cual ratificó la reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente del cuerpo, al afirmar que habría que “ver si está firmado por los cuatro miembros”.
Y apuntó contra sectores de la oposición que, según dijo, sostienen “una Corte que tiene cuatro miembros, pero que son tres, que termina siendo un unicato y todos miran para el costado como si tuviéramos un grado de normalidad superlativa”.
Tras esas declaraciones, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, acusó al Gobierno nacional de cometer “un acto de tortura moral” contra Fayt. “Éste es un trato inhumano y cruel. Decir senil, que está inhabilitado, cuando están tantos delincuentes en el poder y tantas personas drogadas en el poder. He visto un jefe de Gabinete duro por la cocaína”, señaló Carrió.
En declaraciones radiales, la diputada cuestionó el cambio de autoridades en la comisión de Juicio Político de la Cámara baja, que ahora preside la legisladora de La Cámpora, Anabel Fernández Sagasti, y que sesionó el martes con el pedido de una legisladora kirchnerista para analizar las denuncias sobre la salud de Fayt.
“Este cambio fue ejecutado por chiquillos que se están convirtiendo en delincuentes morales. No estoy hablando de toda La Cámpora, sé que hay muchos militantes y gente que trabaja en el Estado que es pacífica”, sostuvo Carrió, en alusión a Fernández Sagasti, de 31 años que milita en esa agrupación.
Por su parte, el líder de la Unión Cívica Radical (UCR) y precandidato presidencial, Ernesto Sanz, también rechazó las críticas del oficialismo a Fayt y consideró que el magistrado “firmando un fallo desde su casa, tiene mucha más autoridad moral que todo el gabinete de Cristina Fernández de Kirchner junto”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, advirtió que el juez Fayt “por su edad avanzada no puede cumplir su función”. “Hoy hay un hecho que hemos conocido en la últimas semanas que es la existencia reiterada de las faltas de Fayt a su lugar de trabajo. Acá estamos ante una situación de imposibilidad física de ejercer el cargo”, enfatizó.
Domínguez indicó también que se “habría falseado un documento”, en alusión a la reelección de Lorenzetti, cuestionada porque no fue firmada por Fayt en la sede de la Corte, sino en su domicilio particular.
El diputado oficialista Héctor Recalde subrayó que con Fayt tiene “una relación de respeto y afecto”, pero también señaló que “se lo ve físicamente deteriorado”.

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La salud física y psíquica del juez Carlos Fayt continuó ayer provocando cruces entre el oficialismo, que pretende que se evalúe si está en condiciones de seguir en la Corte Suprema, y la oposición, que denunció una campaña del Gobierno contra el tribunal y señaló que el vocal sufre un trato “inhumano y cruel”.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernandez, aseguró que las dudas sobre la idoneidad de Fayt, de 97 años, se “despejarían” con “un día normal de trabajo”, incluido un diálogo con la prensa, como el magistrado lo hizo en distintas oportunidades al salir de su domicilio. “¿Por qué (Fayt) no recibe los medios y hace un día normal, salir a trabajar como lo hacía siempre?”, preguntó Fernández y sostuvo que “nadie quiere que esté mal”, pero pidió despejar “las dudas sobre su idoneidad”.
En declaraciones formuladas en la Casa Rosada, Fernández insistió en que en el máximo tribunal “no puede funcionar con cuatro miembros” (Fayt, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda) y opinó que “no en mucho tiempo más habrá que tener que volver a nueve miembros”, es decir, modificar la ley de integración, que establece que deben ser cinco.
“No hay especialistas en materia tributaria ni previsional” en la Corte, argumentó el funcionario nacional y sostuvo que se necesitarían más integrantes para tratar las causas que provienen “de las provincias”.
En forma paralela, puso en duda la notificación que el martes hizo la Corte por la cual ratificó la reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente del cuerpo, al afirmar que habría que “ver si está firmado por los cuatro miembros”.
Y apuntó contra sectores de la oposición que, según dijo, sostienen “una Corte que tiene cuatro miembros, pero que son tres, que termina siendo un unicato y todos miran para el costado como si tuviéramos un grado de normalidad superlativa”.
Tras esas declaraciones, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, acusó al Gobierno nacional de cometer “un acto de tortura moral” contra Fayt. “Éste es un trato inhumano y cruel. Decir senil, que está inhabilitado, cuando están tantos delincuentes en el poder y tantas personas drogadas en el poder. He visto un jefe de Gabinete duro por la cocaína”, señaló Carrió.
En declaraciones radiales, la diputada cuestionó el cambio de autoridades en la comisión de Juicio Político de la Cámara baja, que ahora preside la legisladora de La Cámpora, Anabel Fernández Sagasti, y que sesionó el martes con el pedido de una legisladora kirchnerista para analizar las denuncias sobre la salud de Fayt.
“Este cambio fue ejecutado por chiquillos que se están convirtiendo en delincuentes morales. No estoy hablando de toda La Cámpora, sé que hay muchos militantes y gente que trabaja en el Estado que es pacífica”, sostuvo Carrió, en alusión a Fernández Sagasti, de 31 años que milita en esa agrupación.
Por su parte, el líder de la Unión Cívica Radical (UCR) y precandidato presidencial, Ernesto Sanz, también rechazó las críticas del oficialismo a Fayt y consideró que el magistrado “firmando un fallo desde su casa, tiene mucha más autoridad moral que todo el gabinete de Cristina Fernández de Kirchner junto”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, advirtió que el juez Fayt “por su edad avanzada no puede cumplir su función”. “Hoy hay un hecho que hemos conocido en la últimas semanas que es la existencia reiterada de las faltas de Fayt a su lugar de trabajo. Acá estamos ante una situación de imposibilidad física de ejercer el cargo”, enfatizó.
Domínguez indicó también que se “habría falseado un documento”, en alusión a la reelección de Lorenzetti, cuestionada porque no fue firmada por Fayt en la sede de la Corte, sino en su domicilio particular.
El diputado oficialista Héctor Recalde subrayó que con Fayt tiene “una relación de respeto y afecto”, pero también señaló que “se lo ve físicamente deteriorado”.