El Ingenio La Esperanza se encamina a iniciar una nueva zafra mañana, que podría ser la última bajo gestión pública para pasar definitivamente a manos del grupo inversor que ya viene trabajando en el complejo agroindustrial en diferentes aspectos que hacen a su normal funcionamiento.
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El Ingenio La Esperanza se encamina a iniciar una nueva zafra mañana, que podría ser la última bajo gestión pública para pasar definitivamente a manos del grupo inversor que ya viene trabajando en el complejo agroindustrial en diferentes aspectos que hacen a su normal funcionamiento.
Esta zafra se realiza en un contexto internacional negativo, con caídas tanto en el precio del azúcar como del etanol, uno de los productos que se obtienen en el procesamiento de la caña y que nutren de competitividad a la producción del complejo.
En 2013 el Estado Nacional inició un proceso de recuperación del Ingenio, en quiebra, junto a un grupo inversor.En diálogo con la prensa, Jorge Neme, coordinador de la Unidad para el Cambio Rural (Ucar) del Ministerio de Agricultura, que viene trabajando en la gestión del Ingenio y en la recuperación de la trama social y productiva de la microrregión junto al secretario general de la Gobernación Oscar Insausti en representación de Gobierno de la Provincia, consideró que los objetivos “pasan por alcanzar una producción cercana a las 80 mil toneladas, contra las 62 mil del 2014 y las 42 mil del 2013”. “Éste es un año difícil por los precios relativos que tiene la industria, pero seguimos trabajando para que la entrega final al grupo inversor sea lo antes posible”, dijo Neme.
Desde entonces se invirtieron unos $ 650 millones en distintos programas para el Ingenio y la región San Pedro- La Esperanza.Por su parte, el ministro Insausti dijo que apuesta “a que se dé el desembarco definitivo del grupo inversor”. Y agregó “hemos avanzado muchísimo relocalizando trabajadores, ayudando a que la gente de la zona de San Pedro desarrolle distintos emprendimientos productivos privados y mejorando la tecnificación del Ingenio”, dijo Insausti, que recordó que “ya para la zafra de 2014 se utilizaron máquinas que lograron tecnificar todo el trabajo”.