Vecinos de un tramo de la ruta provincial 42, que une la ciudad de Perico con la localidad de Los Lapachos, se mostraron preocupados por la inacción de la comuna periqueña para poner fin a un micro basural que se formó a la vera de esa carretera.
Según dijeron a este diario, a toda hora se percibe un hedor insoportable y entre los desechos se puede hallar desde perros muertos, frutas y verduras en estado de descomposición, deshechos de plásticos aparentemente de un boliche bailable, hasta una montaña de pañales descartables.
El foco infeccioso está ubicado exactamente a dos kilómetros y medio del cementerio de la ciudad "tabacalera", donde El Tribuno de Jujuy y los vecinos pudieron comprobar que a toda hora e impunemente se estacionan camionetas para descargar los residuos, y se abalance un grupo de personas para revolverlos.
Los vecinos que residen en las proximidades manifestaron vivir todo el tiempo con las puertas cerradas, porque el olor que emana del basura es inaguantable. Pero además han detectado la presencia de roedores y otras plagas en las fincas cercanas, situación que preocupa aún más a los vecinos, por las enfermedades que esto puede traer acarreado.
Dijeron que tanto el intendente de la comuna periqueña como los concejales tomaron conocimiento del tema. Tal es así que un momento se dispuso una limpieza radical en la zona.
Pero en estos últimos tiempos el foco volvió a propagarse y las notas de los vecinos no fueron suficientes para que los funcionarios tomen nuevamente cartas en este asunto que les preocupa sobremanera, que no solo provoca molestias sino también puede ocasionar problemas en la salud de la población.
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Vecinos de un tramo de la ruta provincial 42, que une la ciudad de Perico con la localidad de Los Lapachos, se mostraron preocupados por la inacción de la comuna periqueña para poner fin a un micro basural que se formó a la vera de esa carretera.
Según dijeron a este diario, a toda hora se percibe un hedor insoportable y entre los desechos se puede hallar desde perros muertos, frutas y verduras en estado de descomposición, deshechos de plásticos aparentemente de un boliche bailable, hasta una montaña de pañales descartables.
El foco infeccioso está ubicado exactamente a dos kilómetros y medio del cementerio de la ciudad "tabacalera", donde El Tribuno de Jujuy y los vecinos pudieron comprobar que a toda hora e impunemente se estacionan camionetas para descargar los residuos, y se abalance un grupo de personas para revolverlos.
Los vecinos que residen en las proximidades manifestaron vivir todo el tiempo con las puertas cerradas, porque el olor que emana del basura es inaguantable. Pero además han detectado la presencia de roedores y otras plagas en las fincas cercanas, situación que preocupa aún más a los vecinos, por las enfermedades que esto puede traer acarreado.
Dijeron que tanto el intendente de la comuna periqueña como los concejales tomaron conocimiento del tema. Tal es así que un momento se dispuso una limpieza radical en la zona.
Pero en estos últimos tiempos el foco volvió a propagarse y las notas de los vecinos no fueron suficientes para que los funcionarios tomen nuevamente cartas en este asunto que les preocupa sobremanera, que no solo provoca molestias sino también puede ocasionar problemas en la salud de la población.