El estreno de la semana en nuestra ciudad lleva sobre sus espaldas una carga muy pesada: cuatro décadas de una mística que pocas veces se vio en la historia del cine, estamos hablando del fervor que raya en fundamentalismo que genera cada cosa vinculada con la saga de Star Wars.
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El estreno de la semana en nuestra ciudad lleva sobre sus espaldas una carga muy pesada: cuatro décadas de una mística que pocas veces se vio en la historia del cine, estamos hablando del fervor que raya en fundamentalismo que genera cada cosa vinculada con la saga de Star Wars.
Por lo que muchas expectativas generó la llegada a las salas del mundo "Rogue One: una historia de Star War", un filme que plantea una relato independiente de los famosos episodios galácticos originales.
Aquí la película narra cómo un grupo de improbables héroes se une para emprender una osada y aparentemente imposible misión para robar los planos de un arma de destrucción y la nueva propuesta demuestra que la creación de George Lucas sigue imparable.
De narración sólida, la película dirigida por el británico Gareth Edwards combina acción, emoción, humor con correctas actuaciones de Felicity Jones, Diego Luna, Mads Mikkelsen y Forest Whitaker, entre otros.
Los efectos especiales son imponentes en las secuencias de batalla y llama la atención particularmente cómo digitalmente forma parte del metraje el actor Peter Cushin que murió hace más de 20 años.
De esta manera "Rogue One" sin asumir demasiados riesgos cumple.
Pero claro, los que tienen apasionado afecto por la saga verán un filme totalmente diferente al que apreciarán los espectadores comunes. Los primeros van a enloquecer de entusiasmo, los otros solo disfrutarán un filme entretenido.