La Policía croata detuvo a un furgoneta donde viajaban 67 refugiados afganos y pakistaníes, muchos de ellos a punto de morir asfixiados e inconscientes, en la ruta entre Belgrado y Zagreb, una travesía utilizada para llegar a los países más ricos del oeste y norte de Europa.
En el vehículo, con matrícula británica y diez metros cuadrados, viajaban 67 migrantes hacinados, por lo que "se evitó una catástrofe", informó el ministro del Interior, Vlaho Orepic, en el Día Internacional del Migrante.
Por el momento, siguen hospitalizados 35 de los rescatados, incluidos tres niños. Ninguno de los ocupantes de la furgoneta había comido nada en los últimos cinco días.
"Los viajeros estaban intoxicados por monóxido de carbono, por lo que algunos incluso habían perdido la conciencia", declaró la directora del Instituto de Medicina Urgente, uno de los centros en donde fueron atendidos.
Aunque cuatro pacientes se encuentran en estado crítico y otro tuvo que ser operado, debido a otras complicaciones, ninguno de ellos corre peligro de muerte, informó.
Tras el rescate de los refugiados, la Policía detuvo a dos búlgaros, los conductores, acusados de organizar la entrada ilegal de inmigrantes en el país. En tanto, los refugiados serán deportados a Serbia, de donde vinieron, cuando su estado mejore.
Pese al cierre oficial de fronteras en la llamada ruta de los Balcanes, los traficantes de personas siguen transportando a cientos de personas.
En el vehículo, con matrícula británica y diez metros cuadrados, viajaban 67 migrantes hacinados, por lo que "se evitó una catástrofe", informó el ministro del Interior, Vlaho Orepic, en el Día Internacional del Migrante.
Por el momento, siguen hospitalizados 35 de los rescatados, incluidos tres niños. Ninguno de los ocupantes de la furgoneta había comido nada en los últimos cinco días.
"Los viajeros estaban intoxicados por monóxido de carbono, por lo que algunos incluso habían perdido la conciencia", declaró la directora del Instituto de Medicina Urgente, uno de los centros en donde fueron atendidos.
Aunque cuatro pacientes se encuentran en estado crítico y otro tuvo que ser operado, debido a otras complicaciones, ninguno de ellos corre peligro de muerte, informó.
Tras el rescate de los refugiados, la Policía detuvo a dos búlgaros, los conductores, acusados de organizar la entrada ilegal de inmigrantes en el país. En tanto, los refugiados serán deportados a Serbia, de donde vinieron, cuando su estado mejore.
Pese al cierre oficial de fronteras en la llamada ruta de los Balcanes, los traficantes de personas siguen transportando a cientos de personas.
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La Policía croata detuvo a un furgoneta donde viajaban 67 refugiados afganos y pakistaníes, muchos de ellos a punto de morir asfixiados e inconscientes, en la ruta entre Belgrado y Zagreb, una travesía utilizada para llegar a los países más ricos del oeste y norte de Europa.
En el vehículo, con matrícula británica y diez metros cuadrados, viajaban 67 migrantes hacinados, por lo que "se evitó una catástrofe", informó el ministro del Interior, Vlaho Orepic, en el Día Internacional del Migrante.
Por el momento, siguen hospitalizados 35 de los rescatados, incluidos tres niños. Ninguno de los ocupantes de la furgoneta había comido nada en los últimos cinco días.
"Los viajeros estaban intoxicados por monóxido de carbono, por lo que algunos incluso habían perdido la conciencia", declaró la directora del Instituto de Medicina Urgente, uno de los centros en donde fueron atendidos.
Aunque cuatro pacientes se encuentran en estado crítico y otro tuvo que ser operado, debido a otras complicaciones, ninguno de ellos corre peligro de muerte, informó.
Tras el rescate de los refugiados, la Policía detuvo a dos búlgaros, los conductores, acusados de organizar la entrada ilegal de inmigrantes en el país. En tanto, los refugiados serán deportados a Serbia, de donde vinieron, cuando su estado mejore.
Pese al cierre oficial de fronteras en la llamada ruta de los Balcanes, los traficantes de personas siguen transportando a cientos de personas.
En el vehículo, con matrícula británica y diez metros cuadrados, viajaban 67 migrantes hacinados, por lo que "se evitó una catástrofe", informó el ministro del Interior, Vlaho Orepic, en el Día Internacional del Migrante.
Por el momento, siguen hospitalizados 35 de los rescatados, incluidos tres niños. Ninguno de los ocupantes de la furgoneta había comido nada en los últimos cinco días.
"Los viajeros estaban intoxicados por monóxido de carbono, por lo que algunos incluso habían perdido la conciencia", declaró la directora del Instituto de Medicina Urgente, uno de los centros en donde fueron atendidos.
Aunque cuatro pacientes se encuentran en estado crítico y otro tuvo que ser operado, debido a otras complicaciones, ninguno de ellos corre peligro de muerte, informó.
Tras el rescate de los refugiados, la Policía detuvo a dos búlgaros, los conductores, acusados de organizar la entrada ilegal de inmigrantes en el país. En tanto, los refugiados serán deportados a Serbia, de donde vinieron, cuando su estado mejore.
Pese al cierre oficial de fronteras en la llamada ruta de los Balcanes, los traficantes de personas siguen transportando a cientos de personas.