El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer que su par sirio, Bashar al Assad, está dispuesto al diálogo y al compromiso en el marco de las negociaciones para el arreglo del conflicto en Siria.
"Quiero destacar la postura de Al Assad. Vemos su moderación, su sincero deseo de paz, su disposición al compromiso y al diálogo", dijo Putin en el Kremlin durante la ceremonia de entrega de medallas a los militares rusos que sirvieron en el país árabe.
La revelación fue hecha un día después de que Moscú comenzara a retirar sus tropas de Siria, decisión que según Putin "fue consensuada con Al Assad", quien había solicitado a fines de septiembre pasado su despliegue para combatir al Estado Islámico.
Putin subrayó que "la escalada militar" no es la opción preferida por Rusia, por lo que confía "en que las autoridades sirias y los opositores apoyen el proceso de paz". "El mismo hecho de la retirada del grueso de nuestras fuerzas en el marco de la recién comenzadas negociaciones para el arreglo sirio en Ginebra, ya es una importante y positiva señal. Estoy seguro de que todas las partes en el conflicto valorarán en su justa medida", dijo.
Putin destacó que en estos momentos el Ejército sirio está perfectamente capacitado para lanzar una nueva ofensiva y expulsar a los extremistas de su territorio.
"Actualmente, el Ejército sirio está capacitado no sólo para contener a los terroristas, sino para lanzar contra ellos una exitosa ofensiva", dijo.
Putin recalcó que "las Fuerzas Armadas sirias han tomado la iniciativa y continúan limpiando su territorio de grupos terroristas" y aventuró que "en breve, las fuerzas patrióticas conseguirán nuevos éxitos en la lucha contra el terrorismo".
Al mismo tiempo, advirtió que en caso de necesidad, Rusia puede "literalmente en cuestión de horas" ampliar su presencia militar en la región de acuerdo con la magnitud de la amenaza y "utilizar todo el arsenal a nuestra disposición". "No me gustaría tener que hacerlo", dijo y destacó que las fuerzas que Rusia mantiene en Siria -en el aeródromo de Jemeimim (Latakia) y el puerto de Tartus- son suficientes para garantizar el cumplimiento del alto el fuego en vigor desde finales de febrero.
Además, recordó que Rusia sigue colaborando con Damasco en la lucha contra el Estado Islámico (EI), el Frente al Nusra y otros grupos calificados de terroristas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde que arrancó la operación aérea contra el Estado Islámico a fines de septiembre, Rusia exhibió "un liderazgo, voluntad y responsabilidad indiscutibles", agregó.
En clave interna y en el marco de los actuales problemas presupuestarios del país debido a la recesión económica, Putin estimó en 33 mil millones de rublos (unos 430 millones de euros) el costo hasta ahora de la campaña aérea rusa en Siria.
"Por supuesto, la operación militar en Siria exigió ciertos gastos, pero en su mayoría son recursos del Ministerio de Defensa, que ya habían sido incluidos en el presupuesto de dicha cartera para 2015 para maniobras y adiestramiento militar", dijo.
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El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer que su par sirio, Bashar al Assad, está dispuesto al diálogo y al compromiso en el marco de las negociaciones para el arreglo del conflicto en Siria.
"Quiero destacar la postura de Al Assad. Vemos su moderación, su sincero deseo de paz, su disposición al compromiso y al diálogo", dijo Putin en el Kremlin durante la ceremonia de entrega de medallas a los militares rusos que sirvieron en el país árabe.
La revelación fue hecha un día después de que Moscú comenzara a retirar sus tropas de Siria, decisión que según Putin "fue consensuada con Al Assad", quien había solicitado a fines de septiembre pasado su despliegue para combatir al Estado Islámico.
Putin subrayó que "la escalada militar" no es la opción preferida por Rusia, por lo que confía "en que las autoridades sirias y los opositores apoyen el proceso de paz". "El mismo hecho de la retirada del grueso de nuestras fuerzas en el marco de la recién comenzadas negociaciones para el arreglo sirio en Ginebra, ya es una importante y positiva señal. Estoy seguro de que todas las partes en el conflicto valorarán en su justa medida", dijo.
Putin destacó que en estos momentos el Ejército sirio está perfectamente capacitado para lanzar una nueva ofensiva y expulsar a los extremistas de su territorio.
"Actualmente, el Ejército sirio está capacitado no sólo para contener a los terroristas, sino para lanzar contra ellos una exitosa ofensiva", dijo.
Putin recalcó que "las Fuerzas Armadas sirias han tomado la iniciativa y continúan limpiando su territorio de grupos terroristas" y aventuró que "en breve, las fuerzas patrióticas conseguirán nuevos éxitos en la lucha contra el terrorismo".
Al mismo tiempo, advirtió que en caso de necesidad, Rusia puede "literalmente en cuestión de horas" ampliar su presencia militar en la región de acuerdo con la magnitud de la amenaza y "utilizar todo el arsenal a nuestra disposición". "No me gustaría tener que hacerlo", dijo y destacó que las fuerzas que Rusia mantiene en Siria -en el aeródromo de Jemeimim (Latakia) y el puerto de Tartus- son suficientes para garantizar el cumplimiento del alto el fuego en vigor desde finales de febrero.
Además, recordó que Rusia sigue colaborando con Damasco en la lucha contra el Estado Islámico (EI), el Frente al Nusra y otros grupos calificados de terroristas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde que arrancó la operación aérea contra el Estado Islámico a fines de septiembre, Rusia exhibió "un liderazgo, voluntad y responsabilidad indiscutibles", agregó.
En clave interna y en el marco de los actuales problemas presupuestarios del país debido a la recesión económica, Putin estimó en 33 mil millones de rublos (unos 430 millones de euros) el costo hasta ahora de la campaña aérea rusa en Siria.
"Por supuesto, la operación militar en Siria exigió ciertos gastos, pero en su mayoría son recursos del Ministerio de Defensa, que ya habían sido incluidos en el presupuesto de dicha cartera para 2015 para maniobras y adiestramiento militar", dijo.