En la jornada de ayer se llevó a cabo la audiencia por el juicio oral y público que se le sigue a Claudia Beatriz Burgos, acusada de asesinar de varias puñaladas a su pareja, Hugo Cativa. En la sala de audiencias del segundo piso del palacio de Tribunales se recepcionaron las pruebas testimoniales de nueve personas; todas las que conocían a la pareja hicieron referencia que esa relación era muy violenta.
Según se pudo establecer del relato de Rosa Escudero y Miguel Fernández, pareja que vivían en el inquilinato del barrio Mariano Moreno, previo a la muerte de Cativa, la pareja protagonizó una violenta discusión que incluyeron golpes, primero en una sadwichería ubicada entre las calles Dominicana y Chile y luego dentro de la habitación de las calles Estados Unidos y Cuba.
Fernández dijo que intervino en la pelea que protagonizaban Burgos y Cativa por un pedido de auxilio de la mujer. "Ingresé a la habitación y cuando les decía que paren de pelear Cativa le pegó un "cabezazo" en la frente a la mujer y salió corriendo".
Además quedó en claro que la mujer estaba apartada de sus amigas por orden del propio Cativa.
Dos amigas de Burgos, Patricia Cajal y Carina Tolaba prestaron declaración y manifestaron que Burgos era agredida verbalmente en forma constante y en más de una ocasión se enteraron que era brutalmente agredida. Tolaba recordó un episodio cuando Cativa "la sacó a patadas de una reunión entre amigos y tuvieron que intervenir otras personas".
La víctima presentaba al menos cinco heridas cortantes. La causa del deceso fue por un Traumatismo Encéfalo Craneal Grave.
Se supo que Cativa sufría de un trastorno neurodegenerativo "atrofia cortical", anormal para una persona de 39 años y podría haberlo adquirido por excesos de alucinógenos.
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En la jornada de ayer se llevó a cabo la audiencia por el juicio oral y público que se le sigue a Claudia Beatriz Burgos, acusada de asesinar de varias puñaladas a su pareja, Hugo Cativa. En la sala de audiencias del segundo piso del palacio de Tribunales se recepcionaron las pruebas testimoniales de nueve personas; todas las que conocían a la pareja hicieron referencia que esa relación era muy violenta.
Según se pudo establecer del relato de Rosa Escudero y Miguel Fernández, pareja que vivían en el inquilinato del barrio Mariano Moreno, previo a la muerte de Cativa, la pareja protagonizó una violenta discusión que incluyeron golpes, primero en una sadwichería ubicada entre las calles Dominicana y Chile y luego dentro de la habitación de las calles Estados Unidos y Cuba.
Fernández dijo que intervino en la pelea que protagonizaban Burgos y Cativa por un pedido de auxilio de la mujer. "Ingresé a la habitación y cuando les decía que paren de pelear Cativa le pegó un "cabezazo" en la frente a la mujer y salió corriendo".
Además quedó en claro que la mujer estaba apartada de sus amigas por orden del propio Cativa.
Dos amigas de Burgos, Patricia Cajal y Carina Tolaba prestaron declaración y manifestaron que Burgos era agredida verbalmente en forma constante y en más de una ocasión se enteraron que era brutalmente agredida. Tolaba recordó un episodio cuando Cativa "la sacó a patadas de una reunión entre amigos y tuvieron que intervenir otras personas".
La víctima presentaba al menos cinco heridas cortantes. La causa del deceso fue por un Traumatismo Encéfalo Craneal Grave.
Se supo que Cativa sufría de un trastorno neurodegenerativo "atrofia cortical", anormal para una persona de 39 años y podría haberlo adquirido por excesos de alucinógenos.