Un pueblo que podría desaparecer a raíz de un conflicto comunal

Liviara es una pequeña localidad del departamento Rinconada, ubicada próxima al cruce entre la ruta 40 y ruta provincial 70, cercana a la empresa Mina Pirquitas. El pueblo de Liviara fue fundado en el año 1997, antes esa zona era considerada de población dispersa, según el censo del 2001 contaba con 63 habitantes. En la actualidad cuenta con una escuela primaria, una iglesia y centro de salud. Cuando el pueblo fue fundado por un grupo de familias, sus habitantes veían un gran futuro para sus hijos en esa región, pero debido a conflictos comunales en la actualidad el pueblo estaría por desaparecer.

Ocurre que este pueblo fue fundado por los integrantes de una comunidad aborigen que vivía en los pueblos de Orosmayo y Casa Colorada, sobre tierras que pertenecían a uno de los integrantes, pero fueron donadas para luego ser reconocidas como propiedad comunitaria. Sin embargo hoy el donante de la tierra aduce ser dueño del lugar y busca someter a su voluntad el accionar de todos los integrantes de la comunidad.

Según comentaron Juan Carlos Llampa, presidente de la comunidad aborigen de Liviara, y Reinaldo Martínez prosecretario de dicha comunidad, los conflictos son de hace muchos años atrás y ocurren debido al maltrato y abuso de un integrante de la comunidad.

Llampa y Martínez señalaron que Santos Eugenio Trejo, uno de los fundadores del pueblo no permite que la comunidad se desarrolle. Aseguraron que los problemas surgen porque Santos Trejo, tras donar la tierras con el propósito de que fueran reconocidas como comunitarias, hoy se niega a reconocer la opinión o la autoridad de cualquier miembro de la comunidad aduciendo que están viviendo en sus tierras y que por ello deben hacer lo que él cree conveniente. Esta situación viene generando diferentes tipos de enfrentamientos, incluso peleas y amenazas con armas blancas, que han provocado que muchas familias decidan emigrar a otros pueblos dejando sus casas abandonadas, para asegurar la integridad de sus hijos.

Llampa indicó en diálogo con nuestro matutino que "Santos Trejo actúa como un terrateniente ya que cada vez que se le realiza un cuestionamiento a su accionar, nos expulsa del pueblo diciendo que abandonen sus tierras". Además denunció que Santos Trejo se niega a reconocer a las autoridades electas por la comunidad y realiza cualquier maniobra para evitar que la comunidad presente sus papeles en tiempo y forma y obtenga así el reconocimiento del Estado Provincial. Llampa contó que este año deben elegirse nuevas autoridades, pero Santos Trejo pretende adelantar las elecciones para buscar ser electo como comunero. Por lo que llamó a una asamblea sin consultar con el actual comunero. Llampa asegura que Trejo suele usar el nombre de la comunidad para buscar beneficios propios, dio como ejemplo las ayudas que solicita a la empresa mina Pirquitas para construir un hotel a su nombre y no para la comunidad.

"Por eso queremos que la comunidad sepa que Santos Trejo no es el comunero y por lo tanto no puede convocar a una asamblea. Pedimos a las autoridades provinciales y a la empresa Mina Pirquitas que no lo reconozca como comunero y no le brinden ayudas que pide en nombre de la comunidad", acotaron.

Denunciaron además que con la intención de buscar beneficios propios pidió a Mina Pirquitas que les permita a sus trabajadores asistir a una asamblea en la que buscará adelantar las elecciones.

"Queremos que la empresa no siga apoyando los pedidos de este hombre que lo único que busca es beneficio propio y el de sus familiares que ocupan todos los cargos públicos en el pueblo", señalaron Llampa y Martínez.

Para finalizar pidieron a las autoridades provinciales que ayuden a solucionar esta situación, que se urbanicen las tierras comunitarias, ya que de otra forma la mayoría de los pobladores están dispuestos a emigrar "la situación es insostenible y tememos por la seguridad de nuestros hijos. Creemos que ya no sirve discutir con esta persona que es avara y no tiene la capacidad de razonar", concluyeron.

Liviara es una pequeña localidad del departamento Rinconada, ubicada próxima al cruce entre la ruta 40 y ruta provincial 70, cercana a la empresa Mina Pirquitas. El pueblo de Liviara fue fundado en el año 1997, antes esa zona era considerada de población dispersa, según el censo del 2001 contaba con 63 habitantes. En la actualidad cuenta con una escuela primaria, una iglesia y centro de salud. Cuando el pueblo fue fundado por un grupo de familias, sus habitantes veían un gran futuro para sus hijos en esa región, pero debido a conflictos comunales en la actualidad el pueblo estaría por desaparecer.

Ocurre que este pueblo fue fundado por los integrantes de una comunidad aborigen que vivía en los pueblos de Orosmayo y Casa Colorada, sobre tierras que pertenecían a uno de los integrantes, pero fueron donadas para luego ser reconocidas como propiedad comunitaria. Sin embargo hoy el donante de la tierra aduce ser dueño del lugar y busca someter a su voluntad el accionar de todos los integrantes de la comunidad.

Según comentaron Juan Carlos Llampa, presidente de la comunidad aborigen de Liviara, y Reinaldo Martínez prosecretario de dicha comunidad, los conflictos son de hace muchos años atrás y ocurren debido al maltrato y abuso de un integrante de la comunidad.

Llampa y Martínez señalaron que Santos Eugenio Trejo, uno de los fundadores del pueblo no permite que la comunidad se desarrolle. Aseguraron que los problemas surgen porque Santos Trejo, tras donar la tierras con el propósito de que fueran reconocidas como comunitarias, hoy se niega a reconocer la opinión o la autoridad de cualquier miembro de la comunidad aduciendo que están viviendo en sus tierras y que por ello deben hacer lo que él cree conveniente. Esta situación viene generando diferentes tipos de enfrentamientos, incluso peleas y amenazas con armas blancas, que han provocado que muchas familias decidan emigrar a otros pueblos dejando sus casas abandonadas, para asegurar la integridad de sus hijos.

Llampa indicó en diálogo con nuestro matutino que "Santos Trejo actúa como un terrateniente ya que cada vez que se le realiza un cuestionamiento a su accionar, nos expulsa del pueblo diciendo que abandonen sus tierras". Además denunció que Santos Trejo se niega a reconocer a las autoridades electas por la comunidad y realiza cualquier maniobra para evitar que la comunidad presente sus papeles en tiempo y forma y obtenga así el reconocimiento del Estado Provincial. Llampa contó que este año deben elegirse nuevas autoridades, pero Santos Trejo pretende adelantar las elecciones para buscar ser electo como comunero. Por lo que llamó a una asamblea sin consultar con el actual comunero. Llampa asegura que Trejo suele usar el nombre de la comunidad para buscar beneficios propios, dio como ejemplo las ayudas que solicita a la empresa mina Pirquitas para construir un hotel a su nombre y no para la comunidad.

"Por eso queremos que la comunidad sepa que Santos Trejo no es el comunero y por lo tanto no puede convocar a una asamblea. Pedimos a las autoridades provinciales y a la empresa Mina Pirquitas que no lo reconozca como comunero y no le brinden ayudas que pide en nombre de la comunidad", acotaron.

Denunciaron además que con la intención de buscar beneficios propios pidió a Mina Pirquitas que les permita a sus trabajadores asistir a una asamblea en la que buscará adelantar las elecciones.

"Queremos que la empresa no siga apoyando los pedidos de este hombre que lo único que busca es beneficio propio y el de sus familiares que ocupan todos los cargos públicos en el pueblo", señalaron Llampa y Martínez.

Para finalizar pidieron a las autoridades provinciales que ayuden a solucionar esta situación, que se urbanicen las tierras comunitarias, ya que de otra forma la mayoría de los pobladores están dispuestos a emigrar "la situación es insostenible y tememos por la seguridad de nuestros hijos. Creemos que ya no sirve discutir con esta persona que es avara y no tiene la capacidad de razonar", concluyeron.