"Me siento muy optimista. Creo que vamos a vencer esta batalla (...) Tengo seguridad de que los senadores van a adoptar la actitud más correcta y democrática", manifestó Rousseff, en una entrevista concedida en Brasilia al periódico portugués Diário de Notícias.
"El ''impeachment'' (proceso de destitución) no será ratificado", sostuvo Rousseff, quien realizó también fuertes críticas al gobierno interino del vicepresidente Michel Temer y al expresidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, quien accionó la petición de destitución contra la presidenta.
A Temer le consideró "mezquino" por recortar en gastos personales básicos a los que tiene derecho, como el de la alimentación, en tanto a Cunha lo calificó de "ultraliberal" en la economía y "ultraconservador" en lo social.
Apartada del poder desde el pasado 12 de mayo por unas supuestas maniobras para maquillar los informes de cuentas públicas en su gestión de 2014 y 2015, aún faltan dos pasos para que se confirme la destitución de Rousseff.
De producirse la destitución, Temer concluirá el mandato que vence el 1 de enero de 2019. Pero si Rousseff fuera absuelta, recuperará el poder una vez que se publique la sentencia.
En otro orden, Rousseff defendió a su antecesor Lula, al que lo acusaron de corrupción.
"Las acusaciones contra él son absurdas", afirmó.
"Trabajé con Lula y tengo seguridad de que es una persona íntegra y correcta. Lo que están haciendo con él es impedirle que se presente a las próximas elecciones presidenciales del 2018", aseguró la presidente suspendida del cargo.
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"Me siento muy optimista. Creo que vamos a vencer esta batalla (...) Tengo seguridad de que los senadores van a adoptar la actitud más correcta y democrática", manifestó Rousseff, en una entrevista concedida en Brasilia al periódico portugués Diário de Notícias.
"El ''impeachment'' (proceso de destitución) no será ratificado", sostuvo Rousseff, quien realizó también fuertes críticas al gobierno interino del vicepresidente Michel Temer y al expresidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, quien accionó la petición de destitución contra la presidenta.
A Temer le consideró "mezquino" por recortar en gastos personales básicos a los que tiene derecho, como el de la alimentación, en tanto a Cunha lo calificó de "ultraliberal" en la economía y "ultraconservador" en lo social.
Apartada del poder desde el pasado 12 de mayo por unas supuestas maniobras para maquillar los informes de cuentas públicas en su gestión de 2014 y 2015, aún faltan dos pasos para que se confirme la destitución de Rousseff.
De producirse la destitución, Temer concluirá el mandato que vence el 1 de enero de 2019. Pero si Rousseff fuera absuelta, recuperará el poder una vez que se publique la sentencia.
En otro orden, Rousseff defendió a su antecesor Lula, al que lo acusaron de corrupción.
"Las acusaciones contra él son absurdas", afirmó.
"Trabajé con Lula y tengo seguridad de que es una persona íntegra y correcta. Lo que están haciendo con él es impedirle que se presente a las próximas elecciones presidenciales del 2018", aseguró la presidente suspendida del cargo.