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Las CTA dan por hecho un paro

Lunes, 26 de septiembre de 2016 01:30
Pese a que la CGT estiró la definición de un paro general, las dos CTA aseguraron que el mes próximo habrá una huelga nacional en conjunto con la central obrera comandada por el triunvirato de Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.
"Yo creo que la CGT ya resolvió el paro, sólo falta que pongan el día. Pero no va a ser más allá de la primera quincena de octubre, como máximo será entre el 15 y 20 de octubre", sostuvo el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli.
Consultado sobre la demora por parte de la CGT en convocar a la medida de fuerza, Micheli respondió en tono irónico: "Si seguimos tardando, el derecho a huelga va a caer en desuso".
No obstante, sostuvo que de acuerdo a los diálogos que mantuvo con Pablo Moyano (Camioneros) y Sergio Palazzo (Bancarios) la medida de fuerza ya está decidida y que, a esta altura, sólo podría frenarla "un aumento de emergencia para los jubilados y la reapertura de paritarias", aunque dijo que ve esto poco probable.
En similar sentido se pronunció el secretario adjunto de la CTA de los Trabajadores que lidera Hugo Yasky, Pedro Wasiejko, quien afirmó que ve un paro nacional conjunto para "la segunda quincena de octubre o la primera semana de noviembre".

El moyanismo presiona por la fecha
El moyanismo e integrantes de la CGT que aún permanecen cerca del kirchnerismo fueron los que más presionaron por poner una fecha al paro nacional, iniciativa que lograron posponer los sectores de los "gordos" y los "independientes", lo cual evidenció las fuertes internas políticas que existen en la central obrera.
El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, Omar Plaini (Canillitas), el bancario y aliado al radicalismo K de Lepoldo Moreau, Sergio Palazzo, y el presidente del PJ porteño y conductor del gremio de encargados de edificios, Víctor Santamaría, fueron quienes mostraron las posturas más duras en favor de la huelga.
Por su parte, los "gordos" de la central, mantuvieron una posición de continuar el diálogo y recién convocar a la medida de fuerza cuando no queden más alternativas.

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Pese a que la CGT estiró la definición de un paro general, las dos CTA aseguraron que el mes próximo habrá una huelga nacional en conjunto con la central obrera comandada por el triunvirato de Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.
"Yo creo que la CGT ya resolvió el paro, sólo falta que pongan el día. Pero no va a ser más allá de la primera quincena de octubre, como máximo será entre el 15 y 20 de octubre", sostuvo el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli.
Consultado sobre la demora por parte de la CGT en convocar a la medida de fuerza, Micheli respondió en tono irónico: "Si seguimos tardando, el derecho a huelga va a caer en desuso".
No obstante, sostuvo que de acuerdo a los diálogos que mantuvo con Pablo Moyano (Camioneros) y Sergio Palazzo (Bancarios) la medida de fuerza ya está decidida y que, a esta altura, sólo podría frenarla "un aumento de emergencia para los jubilados y la reapertura de paritarias", aunque dijo que ve esto poco probable.
En similar sentido se pronunció el secretario adjunto de la CTA de los Trabajadores que lidera Hugo Yasky, Pedro Wasiejko, quien afirmó que ve un paro nacional conjunto para "la segunda quincena de octubre o la primera semana de noviembre".

El moyanismo presiona por la fecha
El moyanismo e integrantes de la CGT que aún permanecen cerca del kirchnerismo fueron los que más presionaron por poner una fecha al paro nacional, iniciativa que lograron posponer los sectores de los "gordos" y los "independientes", lo cual evidenció las fuertes internas políticas que existen en la central obrera.
El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, Omar Plaini (Canillitas), el bancario y aliado al radicalismo K de Lepoldo Moreau, Sergio Palazzo, y el presidente del PJ porteño y conductor del gremio de encargados de edificios, Víctor Santamaría, fueron quienes mostraron las posturas más duras en favor de la huelga.
Por su parte, los "gordos" de la central, mantuvieron una posición de continuar el diálogo y recién convocar a la medida de fuerza cuando no queden más alternativas.

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