¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
16 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Un gesto de generosidad y servicio a los peregrinos

Un grupo de padres y catequistas ofrece desayunos a los cientos de fieles que visitan a la Virgen del Rosario. Les dan la bienvenida afectuosamente y les tienden la mano, asistiéndolos en su peregrinar al santuario.
Sabado, 14 de octubre de 2017 00:00

Cada domingo del mes de octubre, cientos de fieles peregrinan hasta el santuario de Río Blanco para visitar a la Virgen del Rosario, patrona de Jujuy, para venerarla, darle gracias y pedirle favores con gran devoción. En este largo caminar, que generalmente parte desde la iglesia Catedral, los devotos ofrendan su peregrinar a la Madre y con él innumerables plegarias y cantos que dan vida a una tradición local arraigada en el pueblo jujeño, y que cada año convoca a más fieles que llegan de la capital y el interior de la provincia.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cada domingo del mes de octubre, cientos de fieles peregrinan hasta el santuario de Río Blanco para visitar a la Virgen del Rosario, patrona de Jujuy, para venerarla, darle gracias y pedirle favores con gran devoción. En este largo caminar, que generalmente parte desde la iglesia Catedral, los devotos ofrendan su peregrinar a la Madre y con él innumerables plegarias y cantos que dan vida a una tradición local arraigada en el pueblo jujeño, y que cada año convoca a más fieles que llegan de la capital y el interior de la provincia.

Si bien todos los años, para cada peregrinación se monta un especial operativo de seguridad y sanidad con la ayuda de numerosos organismos públicos, durante los últimos años, se comenzó a prestar mayor atención a los peregrinos brindándoles otras atenciones y sobre todo haciéndolos sentir bienvenidos al encuentro con María. Es que advirtiendo la cantidad de fieles que cada domingo se dirige hasta el santuario de la Virgen y teniendo en cuenta que muchos de ellos llegan desde sectores muy alejados, fue iniciativa de un grupo de catequistas y padres voluntarios que residen en ese sector, comenzar a brindar atención y un cálido recibimiento a quienes con verdadera fe y devoción, deciden visitar a la patrona de Jujuy.

Así, desde muy temprano se ubican a la vera de la ruta para recibir a los primeros peregrinos y ofrecerles un pequeño desayuno a fin de que puedan recuperar fuerzas tras el recorrido, además de abrigar el cuerpo ya que, especialmente en las primeras horas de la mañana las temperaturas son bajas.

Con pequeñas mesas y numerosas bandejas colmadas de trozos de bollos y grandes ollas de mate cocido, los casi 15 voluntarios se ocupan de recibir a los feligreses en un gesto de generosidad y compromiso, ya que se trata de una iniciativa espontánea, casi inadvertida por muchos, que llevan delante de manera desinteresada y "a pulmón".

Cálido acogimiento

Se estima que en cada peregrinación sirven entre 1500 y 2000 raciones de desayuno, las cuales empiezan a preparar a partir de las 4 de la mañana. Ellos mismos se ocupan de montar las mesas y sillas para que al momento de llegar los peregrinos tengan donde descansar y a la vez sentirse acogidos, como así también se encargan de llevar todos los insumos necesarios.

Para ello desde el comienzo de la catequesis en el santuario, en los meses de marzo y abril, comienzan a prepararse para esta fecha recolectando dinero para poder adquirir yerba, azúcar, vasos descartables y todo lo necesario para poder brindar este servicio que ofrecen desde hace ya 5 años. Igualmente muchos de ellos también hacen su aporte solidario con la mercadería que resta para completar las raciones.

El grupo de voluntarios solo ofrece este servicio los dos primeros domingos de octubre, ya que si bien ponen todo de sí para poder tener este gesto de servicio para con los devotos de la Virgen del Rosario, se ven limitados para hacerlo debido a que demanda numerosos insumos y no cuentan con los recursos suficientes. Igualmente auguraron que los propios vecinos de la zona puedan replicar en un futuro este gesto, sumándose a la iniciativa para poder extenderla durante todo el mes.

Más allá de esta situación, lo llamativo de esta propuesta no solo es ver la gratitud de quienes reciben esta atención, sino la satisfacción de los propios voluntarios que cumplen esta tarea con amor y generosidad, recibiendo con los brazos abiertos a cada uno de los peregrinos, cual anfitrión recibe en su propia casa a un invitado especial.