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Mauricio Macri: "Los cómplices de la década pasada van a terminar como los narcos: todos presos"

El Presidente encabezó el cierre de la campaña porteña de Vamos Juntos. 

Martes, 17 de octubre de 2017 19:36

Bajo un clima de euforia, en parte por la confianza que dejó en el oficialismo porteño el contundente triunfo en las PASO, pero también por el fallo de la Cámara Federal que ordenó el pedido de desafuero y la detención de Julio de Vido; el Presidente cerró la campaña en la Ciudad para las Legislativas del domingo con un claro mensaje contra la corrupción y la promesa de que “aquellos que han sido cómplices de que sucedió en la década pasada van a terminar todos presos”.

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Bajo un clima de euforia, en parte por la confianza que dejó en el oficialismo porteño el contundente triunfo en las PASO, pero también por el fallo de la Cámara Federal que ordenó el pedido de desafuero y la detención de Julio de Vido; el Presidente cerró la campaña en la Ciudad para las Legislativas del domingo con un claro mensaje contra la corrupción y la promesa de que “aquellos que han sido cómplices de que sucedió en la década pasada van a terminar todos presos”.

Casualidad o cábala, la postal, en el microestadio de Ferro, fue casi idéntica a la del cierre para las primarias: escenario en 360°, una decena de discursos de candidatos a legisladores porteños y diputados y el cierre a cargo de Macri, Carrió y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Si hasta Elisa Carrió eligió el mismo color de su ropa: un azul violáceo furioso.

Lo que sin dudas cambió para el oficialismo -en el caso de la Ciudad, “Vamos Juntos”- desde aquel agosto de incertidumbre es el contexto político. El rotundo triunfo de la lista que lidera Carrió -obtuvo 50,13% de votos positivos ante poco más del 20% de Unidad porteña- se vio potenciado por la derrota por apenas unos 20 mil votos en la provincia de Buenos Aires, algo impensado por aquellos días, donde la mayoría de las encuestas mostraban a Cristina Kirchner arriba por varios puntos.

Si los sondeos que anticipan que Vamos Juntos puede estirar la brecha y que en la Provincia la lista de Esteban Bullrich aventaja a la de Cristina Kirchner ya propiciaban un clima de euforia para el acto, el fallo contra de De Vido lo terminó de provocar. A Carrió le costó encontrar las palabras justas para tanta emoción y alegría: “¡Qué caviar, qué champagne!”, se regocijó y recordó que el tiempo le dio la razón ya que en 2004 había advertido que el ex ministro de Planificación Federal era “el cajero” de los K. “(De Vido) Me decía que yo afectaba su prestigio y dijo 'detengan a Carrió'”, ironizó.

Envalentonada, la líder de la Coalición Cívica no se olvidó de Aníbal Fernández, investigado por enriquecimiento ilícito. “Y Aníbal está ahí... es 'too much' (demasiado). Por eso gracias la Unidad de Información Financiera (UIF) y a todas las instituciones que están dando información", destacó. Y tampoco dejó pasar la oportunidad para apuntar contra Agustín Rossi, el ex ministro de Defensa K y primer candidato a diputado por Santa Fe : “Quiero que allá pierda por paliza Rossi, entregador de la República”. Fue, por sobre todas las cosas, una estrategia de Carrió para ayudar a su pupila, Lucila Lehmann, tercera en la lista de Cambiemos en ese distrito.

Durante su alocución, en la que se extendió mucho más que los “dos o tres minutos” que había prometido “para dejarle rápido el escenario al Presidente”, la diputada lanzó varios guiños. Primero a Macri, al que no dudó en calificar como “el mejor presidente de la historia”. Luego a Vidal y a su jefe de Gabinete Federico Salvai (“Se merecen mil victorias, sé por lo que han pasado”), al radical Mario Negri, a quien quiere que siga como presidente del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados; y, por último, a modo de convocatoria, “a los mayores de 70 años que no fueron a votar” ya que no los obliga la ley. “Les pido que vayan y nos voten, porque estamos haciendo historia en serio”, aseguró.

Recibido por Carrió y Larreta, Macri ahorró los chistes de otras veces pero en cambio, nostálgico, recordó los primeros actos en la Ciudad. "Acá comenzó todo", reflexionó. Fue apenas un instante, ya que luego se enfocó en un discurso con tinte nacional, en el que celebró que “el entusiasmo crece en todo el país” y abogó por “una Argentina donde ganen aquellos que trabajan y se esfuerzan”.

En defensa a su gestión, el jefe de Estado confió en que se trata “del principio de un largo camino en el que se dice la verdad aunque a veces incomode” y se mostró optimista del resultado de que el domingo “va a ser un día de fiesta” para Cambiemos. “Somos mayoría los que decimos 'basta a las mafias, basta a la corrupción, a la extorsión y la prepotencia'”, se jactó.

Y, al resaltar la lucha contra el narcotráfico (“Está en retroceso, lo empezamos a echar del país), también aprovechó para mandar un mensaje al kirchnerismo. “Ojo con aquellos que han sido cómplices de lo que sucedió en la década pasada. Y ojo con aquellos que creen que desde la política, la Justicia, el empresariado y el sindicalismo, se puede ser socio del narcotráfico: van a terminar como los narcos, todos presos”.

Este es un punto sobre el que el Presidente viene haciendo hincapié en los últimos tiempos, en especial desde que cayó el líder de la UOCRA-La Plata Juan Pablo "Pata" Medina, caso que Macri puso como emblema de los "comportamientos mafiosos" de la Argentina de las últimas décadas.