¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

La metamorfosis radical. La mutación peronista

Domingo, 08 de octubre de 2017 19:19
ESCUDO PERONISTA/ OTRA MUTACIÓN
ESCUDO RADICAL/ LA METAMORFOSIS

El señor Gregorio Samsa, un oscuro vendedor de telas que mantiene a su familia con su sueldo, se despierta una mañana del año 1915, y descubre con asombro que se ha convertido en un insecto gigantesco. Sobre esta transformación gira la famosa novela de Franz Kafka, que relata la opaca vida de un hombre que es responsable de toda su familia, y que abrumado por una sociedad insensible que no lo comprendía y a la que él tampoco terminó de entender, termina convertido en un monstruoso bicho. Contrariamente a lo imaginable, entonces nadie se apiada de él, termina recluido en su propia casa, hasta que finalmente, lo dejan morir, para sacarse de encima el problema de tener que cuidarlo y mantenerlo vivo. La metamorfosis, impiadosa, parece haber alcanzado también a la Unión Cívica Radical, así como otras mutaciones al Movimiento Nacional Justicialista. En Jujuy, esas transformaciones, están dejando huérfanos de referencias políticas y sociales a los votantes,y alimentan otros horizontes.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El señor Gregorio Samsa, un oscuro vendedor de telas que mantiene a su familia con su sueldo, se despierta una mañana del año 1915, y descubre con asombro que se ha convertido en un insecto gigantesco. Sobre esta transformación gira la famosa novela de Franz Kafka, que relata la opaca vida de un hombre que es responsable de toda su familia, y que abrumado por una sociedad insensible que no lo comprendía y a la que él tampoco terminó de entender, termina convertido en un monstruoso bicho. Contrariamente a lo imaginable, entonces nadie se apiada de él, termina recluido en su propia casa, hasta que finalmente, lo dejan morir, para sacarse de encima el problema de tener que cuidarlo y mantenerlo vivo. La metamorfosis, impiadosa, parece haber alcanzado también a la Unión Cívica Radical, así como otras mutaciones al Movimiento Nacional Justicialista. En Jujuy, esas transformaciones, están dejando huérfanos de referencias políticas y sociales a los votantes,y alimentan otros horizontes.

 

Metamorfosis radical

 

       El radicalismo parece ir camino a desaparecer. Alentado por el mensaje de un supuesto cambio de paradigmas culturales, el discurso tradicional de los radicales, fue olvidando sus figuras ilustres y hoy, cuesta mucho o es imposible recordar que en la campaña de las PASO los candidatos y referentes hayan mencionado siquiera una vez a aquellos que desde la historia miran clausurados cómo la metamorfosis los cubre de olvido. Allí estaban en los anaqueles de las antiguas bibliotecas don Hipólito Yrigoyen (a quien un puñadito de ucerreístas honran en los aniversarios de su muerte frente a la estatua en la plaza que lleva su nombre, pero que se conoce como la plaza de los Leones de Ciudad de Nieva), don Leandro Alem y su enseñanza principista, don Crisólogo Larralde, arquetipo de honestidad, los más cercanos y casi contemporáneos Arturo Illia, Ricardo Balbín y hasta el ungido con razón Padre de la Democracia, don Raúl Alfonsín. Cómo olvidar a los locales Antonio BernacchiFrancisco LeivaOlimpia BarrionuevoPróspero Nieva, Eduardo Marcelo Carrillo, Humberto Salum, Horacio Meyer, Hugo Conde, Olga Teresita Lazcano. ¡Vaya si tienen galería de personalidades los radicales para mostrar y enorgullecerse! Sin embargo casi los han raleado de sus tribunas y de sus más grandes líneas directrices de acción y pensamiento. No es este periodista el único que viene advirtiendo esa metamorfosis. María Esperanza Casullo, analista internacional, escribió días pasados en Le Monde Diplomatique: “La hipótesis es que la mayoría de los militantes históricos de la UCR no apoyaron (y apoyan) a Cambiemos, solamente de manera estratégica o para ganarles y desalojar a los K, sino que han migrado de una manera convencida hacia una nueva identidad política”.

 

Mirándolos en Jujuy

 

      A eso se debe agregar que en las últimas elecciones primarias, por si algo le faltaba, el PRO se diplomó de partido político nacional. Parece haberle arrebatado una base importante de votantes a la UCR. Por un lado, le resuelve al centenario partido, la incapacidad y la imposibilidad manifiesta de autorenovación, y de ofrecer una cara y un proyecto armónico con la segunda mitad del siglo XXI, a partir de su historia y su origen.  Pero por otro lado, tal como vaticinó en soledad muchas veces Ricardo Alfonsín –hoy casi mala palabra entre los nuevos arcángeles radicales- el avance poderoso del macrismo va asfixiando a la UCR y poniendo riesgo su vida. El PRO de puro ADN de centro derecha, sin ser ni parecido al radicalismo, le termina fagocitando su estructura territorial y hasta logró invertir los términos de mayoría y minoría en esa sociedad que hoy parece irreversible, pero con sus nuevas condiciones. En Jujuy, el macrismo es todavía un proyecto larvado -débil y frágil- al que le costará horrores convertirse en sujeto con vida propia e interactuante. Pero en la Unión Cívica Radical han asumido el rol protagónico a nombre de Cambiemos sin ponerse colorados. Lo curioso es que el jefe político y territorial de Jujuy, el Gobernador Gerardo Morales, fue un acérrimo opositor a la alianza que hoy lo cuenta entre sus pilares más sólidos. Es hombre de consulta de los círculos más altos del PRO, referente apadrinado por el presidente Macri, y uno de sus escuderos más destacados. Se podrá argumentar que su actitud, es beneficiosa para Jujuy, y de hecho, es así. (Basta mirar el flujo de ayuda económica y las presencias nacionales que decoran Jujuy con planificada asiduidad. Como en el acto de Cauchari del viernes, emblemático y trascendente momento de la vida provinciana). Pero el precio de la metamorfosis, incluye una peligrosa infidelidad al rico abolengo político que desde su nacimiento, se enmarcó en la más pura tradición popular de defensa de las causas populares, de los pobres y los desposeídos, que según aseguran muchos radicales, son la antítesis de algunos pensamientos del macrismo. Desde la ley Sáenz Peña y la Reforma Universitaria del 18, hasta el apego a la socialdemocracia moderna y la fuertes convicciones de la Franja Morada entre la juventud nacional, los radicales siempre estuvieron en veredas diferentes a la que hoy comparten con el PRO, un partido de CEOS y economistas que gestionan y operan con cierto desprecio por la raza política tradicional. No se trata en este artículo de abrir juicio sobre la posición de los radicales, ni mucho menos de levantar cuestionamientos sobre sus posiciones, porque es aún temprano para determinar si la metamorfosis terminará mal o bien. De eso se ocupará la historia cuando pueda establecer fehacientemente si la UCR corrió la misma suerte de aquel señor Gregorio Samsa, a quien después la transformación, relegaron a un desván, hasta dejarlo morir. Pero si se puede ver claramente que esa metamorfosis, mantiene descolocados a muchísimos radicales, y a vastos sectores de la sociedad, a los que la letra de marcha partidaria, les debe estar sonando a flagrante contradicción: “Que se rompa y no se doble, el partido radical…/ Adelante radicales/ adelante sin cesar, viva Hipólito Yrigoyen/ y el Partido Radical. /Con paso firme radicales/ adelante han de marchar, /porque el pueblo pide a gritos/ un gran triunfo radical”.

 

Las mutaciones del PJ

 

        Un durísimo militante de la tradicional izquierda peronista, periodista y ensayista vaticinó: “Cuando Perón no esté, ¿que significará ser peronista?, Cada uno dará su respuesta propia y esas respuestas no nos unirán, sino que nos separarán“. Era John William Cooke, revolucionario dirigente del peronismo, quien en Noviembre de 1956, fuera designado apoderado plenipotenciario Del Movimiento Nacional Justicialista por el propio General desde su exilio en Caracas. Todavía hoy, aunque enormes cantidades de argentinos –y especialmente de jujeños- siguen sintiendo en la piel que son peronistas, (sean o no afiliados), la pregunta de “¿qué significa ser peronista?” tiene un sinfín de respuestas que impiden que las voluntades dispersas vuelvan a convertirlos en la masa crítica que decidía los destinos del pueblo. Desde la presidencia de la señora María Isabel Martínez de Perón, pasando por el Menemismo, el Duhaldismo, y el Krichnerismo, el justicialismo sufrió todo tipo de mutaciones, de las que se cubrió con   su carácter frentista, pluralista, multivalente, donde todos tienen cabida y participación. Acompañando los vaivenes nacionales, en Jujuy el peronismo tuvo sin embargo la suerte de referentes de estatura singular: José Humberto Martiarena, Carlos Snopek, más cercanos Roberto Domínguez y Guillermo Eugenio Snopek, y entre ellos, una pléyade de personalidades que llevaron con mejor o peor suerte las riendas del gobierno, hasta desembocar en la gestión que el Frente para la Victoria arrastró con su suerte hasta desembocar el 2015. Pero desde antes de la derrota se perfilaba la dispersión, y la creciente mutación de un peronismo nacional que tenía un relato “nac & pop” sosteniendo al modelo K, en Jujuy nunca logró convertirlo en “prov & pop”.

 

Definiciones e internas

 

         Hoy, sin conducción definida, el Justicialismo de Jujuy va camino a internas el 26 de Noviembre conducido por el interventor Celso Jaque, quien para ordenar el partido, quizás limpie la cancha, dejando en claro que todos los que migraron a otros sectores y compitieron en contra del PJ, están obvia y automáticamente imposibilitados de participar (carta orgánica dixit). Así el peronismo se buscará a sí mismo entre las figuras que pudieron reciclarse en las elecciones primarias, y otras nuevas que surjan ahora. Pero a cada uno de estos notables, parece faltarles siempre algo para alzarse con la responsabilidad mayor. Ocurre que entre ellos se descalifican fieramente, se niegan las virtudes y persisten en magnificar los defectos. Y entonces se convierten en mutantes que van al frente oscilando por instinto,  adaptándose por necesidad o por olfato, antes que por precisiones ideológicas. Así recargan el espectro con tensiones que pueden derivar a una implosión que extinga al conjunto. Las franjas de la sociedad que tenían como clara referencia al peronismo hoy lo miran de afuera, con una personalidad desdibujada y apenas con lejanas referencias a Perón y Evita rescatadas sólo como retórica de campaña. A ese caudal de gente, frente al notorio relajo de muchos dirigentes, no se le puede reprochar que haya comenzado a referenciarse en el macrismo (los más conservadores), o en la izquierda (los más rebeldes). En Jujuy –más que en otras provincias- es palpable el daño que el kirchnerismo le hizo al peronismo. Daño que llegó casi a la devastación a manos de las agrupaciones sociales que desplazaron los protagonismos  partidarios, políticos y al propio estado. Como ejemplo de lo dicho, por estas horas, la Justicia revuelve la historia reciente en busca de comenzar a cerrar el capítulo bautizado “megacausa” ampliando las imputaciones al exgobernador Eduardo Alfredo Fellner, a su exministro Luis Cosentini, y seguirá durante toda la semana haciendo conocer el expediente a los exintendentes Julio Moisés, Ramón Ale, exfuncionarios del IVUJ y a la actual jefa comunal de Calilegua Elsa Flores. Caerá también en la ronda judicial, partícipe de aquella operatoria investigada el radical Raúl Chuli Jorge. Todo alejó al PJ de su histórica tercera posición, lo hizo perder su mística y hasta su estética, y lo llevó a renegar de sus símbolos y de aquella marchita: “Por ese gran argentino/ que trabajó sin cesar, para que reine en el pueblo/ el amor y la igualdad. / Perón Perón/ qué grande sos / sos el primer trabajador”. Entre esas estrofas y la grieta y la fractura expuesta en la sociedad, median los últimos años del modelo K.

 

Cierre conjetural

 

      Así, los partidos políticos tradicionales de Jujuy, peronismo y radicalismo, fueron acomodándose a las nuevas épocas, cayendo (queriendo o sin darse cuenta) en un feroz aburguesamiento que los alejó de sus fuentes. La UCR casi ha completado su metamorfosis, y ellos sabrán si han embargado su futuro, o están abriendo otras anchas puertas al futuro, porque si algún día quisieran volver a ser el partido de la boina blanca y el yrigoyenismo tradicional, ya les sería muy difícil, o imposible. El PJ, desecha el cambio como tal y aparentemente va en busca de una enésima renovación, pero mientras tanto, siguen en pleno proceso las mutaciones internas en sus distintos (y hasta contrapuestos) nichos ideológicos. Ellos sabrán si en estas condiciones la tan extrañada unidad monolítica volverá a ser posible y si con ella el peronismo podrá recuperar vigencia y victorias. Los radicales hoy tienen la estructura piramidal férrea y una conducción absolutamente dominante. Para ellos será más sencillo el camino, tal como era antes el peronismo. Y los peronistas son hoy como los radicales eran antes: un grupo cruzado por conducciones transversales, difusas y heterogéneas, donde cualquier decisión importante costará un Perú (perdón por la ingrata referencia). “En el peronismo no podés trazar límites, el peronismo es de arena” definió el pintor argentino Daniel Santoro, con admirable precisión.

        A 14 días de una elección trascendente, este panorama extraño y desconcertante que ofrecen la UCR y el PJ a los electores jujeños, sin menospreciar a los demás partidos políticos que con mucha suerte y esfuerzo podrían alcanzar mínimas presencias parlamentarias. Se verá si Alejandro Vilca y un par más, rompen el maleficio y ganan bancas para la izquierda de los trabajadores. Y se verá si le queda resto a la guardia pretoriana tupaquera, para seguir presente en los parlamentos locales. El mapa político jujeño hoy se nutre de metamorfosis, mutaciones e incertidumbres. Dos interrogantes más: ¿Dentro de 50 años, se hablará de Macri, Carrió y Vidal como hoy se habla de Perón y Evita o de Yrigoyen y Alfonsín?  ¿Dentro de cincuenta años se recordarán como aciertos vivificantes o como errores letales, las metamorfosis radicales y las mutaciones peronistas de Jujuy? No es menor la responsabilidad de los dirigentes políticos de hoy, frente a la historia.

 

Temas de la nota