La decisión fue publicada ayer en el Boletín Oficial y establece que, a partir de ahora, la Dirección de Captación de Comunicaciones estará integrada por "dos jueces penales con rango de Juez de Cámara que serán designados por sorteo y actuarán como Director General y Subdirector General, respectivamente".
Anteriormente, ese organismo judicial estaba integrado por un solo magistrado que era renovado todos los años, mientras que ahora cumplirán funciones por un lapso de tres años.
Luego de ese período de tiempo, el subdirector pasará al frente de la entidad, al tiempo que "quien haya actuado como Director General no podrá ejercer nuevamente ese cargo hasta transcurrido un periodo de seis años".
La medida tomada por el Ejecutivo llega en el medio de la polémica generada en las últimas semanas tras la filtración de una serie de escuchas telefónicas entre la expresidente Cristina Kirchner y el exjefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli.
Esto generó una denuncia por parte de Parrilli, quien acusó por el caso a la Corte Suprema de Justicia, al juez que ordenó intervenir su teléfono, Ariel Lijo, y a las autoridades actuales de la AFI.
El organismo respondió la semana pasada a la Corte que no había tenido que ver con la filtración.
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La decisión fue publicada ayer en el Boletín Oficial y establece que, a partir de ahora, la Dirección de Captación de Comunicaciones estará integrada por "dos jueces penales con rango de Juez de Cámara que serán designados por sorteo y actuarán como Director General y Subdirector General, respectivamente".
Anteriormente, ese organismo judicial estaba integrado por un solo magistrado que era renovado todos los años, mientras que ahora cumplirán funciones por un lapso de tres años.
Luego de ese período de tiempo, el subdirector pasará al frente de la entidad, al tiempo que "quien haya actuado como Director General no podrá ejercer nuevamente ese cargo hasta transcurrido un periodo de seis años".
La medida tomada por el Ejecutivo llega en el medio de la polémica generada en las últimas semanas tras la filtración de una serie de escuchas telefónicas entre la expresidente Cristina Kirchner y el exjefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli.
Esto generó una denuncia por parte de Parrilli, quien acusó por el caso a la Corte Suprema de Justicia, al juez que ordenó intervenir su teléfono, Ariel Lijo, y a las autoridades actuales de la AFI.
El organismo respondió la semana pasada a la Corte que no había tenido que ver con la filtración.