El teatro es un arte itinerante, siempre lo fue. Circular permite a los artistas acceder a nuevos públicos. En el Río de la Plata, el teatro nace dentro del circo: máxima expresión del espectáculo nómada. La tradición española denominaba a los artistas ambulantes "cómicos de la legua", porque tenían que establecerse a una legua de distancia de la ciudad en la que ofrecían su espectáculo. En los últimos años, la tendencia mundial consiste en considerar al teatro “industria cultural”. Cuando se refieren a la circulación de obra en el exterior, hablan de “exportación de bienes/servicios culturales”. En fin, etiquetas propias de cada momento histórico. Lo cierto es que los “exportadores” no venden su producto sin obtener beneficios económicos. Y, que esta lógica mercantil no aplica en el teatro independiente: la mayoría de las compañías viajan intercambiando honorarios artísticos por el valor de los pasajes aéreos y, gastos asociados. Porque para el artista es más valioso el reconocimiento de su trabajo y, el contacto con otras teatralidades que ganar plata. Para salir al exterior, los grupos resuelven infinitos obstáculos y, cuenta con escasos recursos públicos concursables, como los del Instituto Nacional del Teatro y, el Fondo Argentino de Desarrollo Cultural.
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El teatro es un arte itinerante, siempre lo fue. Circular permite a los artistas acceder a nuevos públicos. En el Río de la Plata, el teatro nace dentro del circo: máxima expresión del espectáculo nómada. La tradición española denominaba a los artistas ambulantes "cómicos de la legua", porque tenían que establecerse a una legua de distancia de la ciudad en la que ofrecían su espectáculo. En los últimos años, la tendencia mundial consiste en considerar al teatro “industria cultural”. Cuando se refieren a la circulación de obra en el exterior, hablan de “exportación de bienes/servicios culturales”. En fin, etiquetas propias de cada momento histórico. Lo cierto es que los “exportadores” no venden su producto sin obtener beneficios económicos. Y, que esta lógica mercantil no aplica en el teatro independiente: la mayoría de las compañías viajan intercambiando honorarios artísticos por el valor de los pasajes aéreos y, gastos asociados. Porque para el artista es más valioso el reconocimiento de su trabajo y, el contacto con otras teatralidades que ganar plata. Para salir al exterior, los grupos resuelven infinitos obstáculos y, cuenta con escasos recursos públicos concursables, como los del Instituto Nacional del Teatro y, el Fondo Argentino de Desarrollo Cultural.
En la fantasía de los trabajadores escénicos, ingresar al circuito de festivales internacionales de teatro es lo máximo. Lo cierto es que los pocos privilegiados que lograron sostenerse en ese circuito festivalero internacional, hicieron la diferencia: pudieron vivir de su trabajo y, mejorar sus intrafraestructuras: escuelas, teatros, etc.
En los últimos meses contabilizamos al menos siete participaciones del teatro jujeño en el exterior lo que muestra la consolidación de vínculos de los artistas y, la valoración de sus trabajos.
El caso de Nueva Escena es particularmente interesante, porque realizó tres salidas al exterior entre octubre/16 y enero/17. Festivales como “Subirnos a las Tablas” en Santa Cruz (Bolivia) ya los tiene incorporado a sus grupos de preferencia y, los convocó por tercera vez. Esta circulación de realizó con la obra Suspiro. (El último pecado). Completan la ficha técnica de Suspiro: Ariel Posse Varela, Celia Lettoli y, María del Carme Echenique. En Enero del 2017 participaron en Fitaz, Antofagasta (Chile), realizando una gira por diferentes localidades. El actor jujeño Jorge Jamarli, de extensa trayectoria internacional, recibió un reconocimiento del Municipio.
El Colectivo Teatro participó en el Festival la Mujer en la Escena Latinoamericana de cara al siglo XXI, en Mérida (México), marzo/16. Llevaron la obra Una más, dramaturgia, dirección y, actuación de Fabiola Vilte junto a Iván Santos. Además impartieron seminarios sobre “gestión de público”.
El Colectivo regresó tan fascinado con la experiencia mexicana, que rápidamente se pusieron a trabajar y, concretaron su propio Encuentro la Mujer en la Escena Teatral del NOA, celebrado en Jujuy en noviembre del 2016.
Por último, destacamos hoy el fenómeno teatral, Un tonto y una caja, de Martín Giner. El autor dirigió la misma obra con tres elencos en simultáneo durante el mismo año. Uno de los elencos fue el jujeño: Juan Albesa, Roberto Cruz y, Germán Romano. Asistente de dirección: Agustina Orquera. Escenografía y utilería: Edith Villarrubia y, Daniel Manero. La obra también se estrenó en España. Un tonto en una caja, elenco jujeño, participó de Entepola Chile en enero/17. El Festival Entepola nace en 1987 (Chile) y, se expande a dos sedes México (2014) y, Jujuy (2008). Representantes de Entepola Jujuy participaron en los últimos meses en todos los eventos Entepola: México, Jujuy y Chile.