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El carnaval en sus más profundas tradiciones

Walter Apaza habla de los significados y las expresiones de esta fiesta.

Jueves, 23 de febrero de 2017 00:00

Hablar del carnaval con el secretario de Cultura de Tilcara, Walter Apaza, es también hacerlo con alguien que conoce las comparsas desde adentro, y así comienza por referirse a "las varias modalidades que tiene el Carnaval de Tilcara con sus comparsas, sus fortines, sus agrupaciones y sus copleros que invitan a la gente a que venga y participe no sólo del baile, sino también de la ritualidad, que comprenda los símbolos y el valor que tienen para el hombre de la Quebrada."

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Hablar del carnaval con el secretario de Cultura de Tilcara, Walter Apaza, es también hacerlo con alguien que conoce las comparsas desde adentro, y así comienza por referirse a "las varias modalidades que tiene el Carnaval de Tilcara con sus comparsas, sus fortines, sus agrupaciones y sus copleros que invitan a la gente a que venga y participe no sólo del baile, sino también de la ritualidad, que comprenda los símbolos y el valor que tienen para el hombre de la Quebrada."

Nos explica que "al comenzar pidiéndole permiso a la Tierra, agradeciendo desde el comienzo de la fiesta y terminando con otra ceremonia, se genera una energía que se contagia. Cuando alguien invita a su casa a una comparsa, lo hace con todo el amor del alma y así recibe mucha energía positiva para poder llevar adelante todo lo que nos toca de la vida."

Nos dice que "tenemos que agradecer a la vida que tenemos un carnaval muy original, un carnaval donde se vive el carnaval. Acá la gente no viene a ser espectador sino que viene a divertirse, a sentirlo, a ser protagonista de todo un calendario carnavalero que comienza con los encuentros de copleros, que comienza en el mismo Enero Tilcareño, porque todos los fines de semana nuestra gente se prepara para recibir a los amigos para que empecemos a vivirlo."

Define que "el carnaval es un ciclo, una etapa, no son cuatro días. El carnaval tiene una preparación, un ablande, y así hasta el Jueves de Compadres, donde los hombres tenemos protagonismo, y el de las Comadres, donde son ellas las reinas de la fiesta, y así llegamos a esta ceremonia ritual de pedir permiso a la Tierra, de ofrecerle coca, cigarrillo, alcohol, papel picado, albahaca, maíz, flores, porque acá el valor importante es el respeto hacia la Tierra."

Nos cuenta que "así sacamos el diablito, que es un diablo de lo bueno que nos da la vida. Por eso se dice que podés llegar dolorido, pero enseguida se enciende la mecha de la alegría, y al pasar el carnaval, nuevamente frente a la Pachamama, agradecerle por el tiempo de alegría que nos ha dado. Pero al enterrarlo, el carnaval no se fue, queda ahí en la retina, en los oídos de las personas y por eso tenemos un Carnaval de Flores, donde comentan los viejos que se arrojaban pétalos y, en vez de serpentina, lanitas de colores, porque el carnaval se va yendo de a poco."

Dice que "para que el carnaval vuelva a su esencia se necesita de mucha responsabilidad, y de brindarle mucha información a aquel que viene. Nosotros hemos tenido la invasión de la nieve, que no podés echarla en una copleada porque echás a perder un instrumento. Hay que tener en cuenta que en Tilcara no usamos la pintura. Ha venido gente que pensaba que pintar a todo el mundo era divertido, pero uno de los valores que tiene el carnaval es el respeto."

Así nos explica que "cuando uno le va a poner a alguien papel picado, serpentina o talco, primero le pide permiso. Entonces le brindás alegría con todo el cariño, y conocer estas cosas es importante porque el que viene tiene que descubrirlo, tiene que aprender que esto es parte del ciclo vital de la cosecha. Y qué lindo es cuando un hombre y una mujer se dicen las más bellas expresiones poéticas cantando y en público, sin agraviar a nadie, solamente con el canto popular de la copla'.

Apaza sostiene que "el carnaval es algo que los quebradeños jamás vamos a pasar por alto, por más que haya piedras en el camino. Yo creo que el gobierno provincial tendría que rever las normas que sacó sobre el tema. Antes que venir a cobrar impuestos, el carnaval lo que necesita es una ley de promoción, de revalorización y, si se quiere, de reparación histórica, comprando instrumentos para que vuelvan las anatas, los erquenchos y las cajas, telas para que flameen banderas y hasta plantando albahaca para que todos podamos disfrutar del aroma que es propio del carnaval."