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Festival de la Chicha y la Tonada en Tres Cruces

El Pórtico Norte de la Quebrada mostró ser un punto de contacto entre las culturas quebradeña, puneña y vallista.
Domingo, 26 de febrero de 2017 00:00

Tres Cruces vivió su primera edición del Festival de la Chicha y la Tonada, con lo que se incorpora a la agenda veraniega que celebra algún aspecto de nuestra cultura. Y si bien no fue el tema convocante, las prendas coloridas de las chicheras, las copleras y las integrantes de las cuadrillas, así como los atuendos gauchos de los cantores y erquencheros, fue acaso lo primero que llamó la atención.

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Tres Cruces vivió su primera edición del Festival de la Chicha y la Tonada, con lo que se incorpora a la agenda veraniega que celebra algún aspecto de nuestra cultura. Y si bien no fue el tema convocante, las prendas coloridas de las chicheras, las copleras y las integrantes de las cuadrillas, así como los atuendos gauchos de los cantores y erquencheros, fue acaso lo primero que llamó la atención.

Es que alhajarse para la fiesta es una de las costumbres de nuestra gente, porque junto a la belleza del bordado de un rebozo, la gala de un sombrero o el entramado de una pollera, sus modos y colores tienen que ver con ese gusto por repetir los modos de los abuelos, quienes reconocían así la pertenencia a un terruño particular.

La vestimenta es a la vista lo que la tonada de la copla es al oído, y en eso juega una cultura como la nuestra, en la que una identidad compartida por todos resalta sobre las marcadas diferencias que nacen del ser de cada rinconcito de la Quebrada, de los Valles altos o de la Puna, en modos que conviven de un modo tan respetuoso que merecerían ser un ejemplo para el mundo entero.

El respeto por cada lugarcito y el respeto a las tradiciones, que en horas de la mañana se plasmó en un certamen de chichas que primero valoraron los jurados para, pronto, ser convite para todos los presentes, y así se eligió como la mejor chicha de maíz la de Gregoria Quispe, seguida por las de Dionisia Méndez y Dominga Vilte, en tanto que la refrescante de maní galardonó en primer lugar la de Norma Cruz, seguida por Maribel González y Cándida Mamaní.

Amenizada la jornada por los conjuntos Noche, cuyo son festivo fue el aporte de la Secretaría de Cultura de la Provincia, Chacra; el dúo Encuentro; Sangre Andina, con que colaboró el municipio de La Quiaca; Yulcas y Los Cumpas, la lluvia obligó a mediodía a trasladar el escenario del exterior al Club Sportivo Tres Cruces, donde las cajas y los erquenchos conquistaron el protagonismo de la copla.

Hubo entonces certamen de copleros solistas, cuadrillas y contrapuntos en un escenario que se transformó en un verdadero desfile de tonadas, donde volvió a resaltar el orgullo de cada quien por los modos heredados de su pago. Como marca de identidad, siempre en la forma coqueta del trato bello de los versos, hubo cuartetas picantes, profundas y aros en un par de horas que denotaban las distintas formas de entonar el canto.

De los que se presentaron, el jurado eligió premiar como revelación a los hermanitos Madrigal, dos niños que se lucieron dejando en claro que el arte del canto de la copla no sólo tiene pasado sino, también, futuro. Entre los solistas, se galardonó en primer término a Mario Avalos, seguido por Zenón Gregorio y Gregoria Quispe, y entre las cuadrillas se eligió Capital del Sauce, de Iturbe, como la mejor.

El resto, ya ganada la noche, fue la celebración de las Comadres, Jueves en que el Área de Turismo y Cultura de la comuna eligió para insertar su festival en el calendario veraniego.

 

 

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