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29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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Mañana suben al santuario a la Virgen de Punta Corral

El padre Miguel Squicciarini nos comenta del significado de este ascenso y de los sentimientos que se viven.

Viernes, 24 de marzo de 2017 11:30

TILCARA (Corresponsal). Las bandas de sikuris recorren las calles para celebrar la novena mientras sesenta obreros municipales trabajan, desde el lunes pasado, acondicionando los caminos que llevan al Santuario del Abra de Punta Corral. Tres semanas antes de la procesión pascual, la imagen mariana es subida este sábado por los caminos que desandará el lunes de Semana Santa y, sobre el tema, conversamos con el padre Miguel Squicciarini, párroco de la localidad.

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TILCARA (Corresponsal). Las bandas de sikuris recorren las calles para celebrar la novena mientras sesenta obreros municipales trabajan, desde el lunes pasado, acondicionando los caminos que llevan al Santuario del Abra de Punta Corral. Tres semanas antes de la procesión pascual, la imagen mariana es subida este sábado por los caminos que desandará el lunes de Semana Santa y, sobre el tema, conversamos con el padre Miguel Squicciarini, párroco de la localidad.

Nos explica que “cuando el 16 de Marzo comenzó la novena y se realiza la primera procesión de las bandas de sikuris a la Virgen, ya entramos en este ciclo. En otras parroquias la liturgia de Semana Santa comienza el Domingo de Ramos y es algo más canónico, pero en la Quebrada es saber que la presencia de la Madre y la peregrinación al cerro forman parte de la Semana Santa. Cuando comenzamos la novena con las bandas y las procesiones es inevitable entrar en este clima de imaginarnos ya la subida.”

Nos dice que “nosotros hacemos ese camino que va al santuario cuando subimos a las comunidades, pero es diferente cuando vamos para esta fecha, hay otra sensación interior cuando decimos que vamos a la casa de la Virgen. Sabemos que a la Virgen la tenemos todo el año aquí. La vemos al entrar al templo, pero cuando estamos en el santuario y llega la imagen a su casa, es algo muy fuerte. Yo ya lo viví cuatro años y cada año es la misma emoción.”

Nos dice que “el peregrinar tiene que ver con la misma historia del pueblo de Dios. Desde el Génesis el pueblo peregrina, y es algo que está muy marcado en el Antiguo Testamento con la tierra prometida, que cuando viene Jesús se transforma en la vida plena. Alguna vez el Papa Francisco hizo la distinción entre el peregrino y el vagabundo, porque el vagabundo no sabe dónde va, pero el peregrino sabe a dónde tiene que llegar, y hacerlo por el cerro, por las alturas, tiene doble valor emocional. Cuando vienen sacerdotes del Sur quedan muy sorprendidos por esta vivencia, porque acá en el norte es muy fino el hilo de hasta dónde está lo religioso y desde donde lo cultural.”

Al hablar de estas manifestaciones, hace referencia “a la alegría que uno ve en la gente a pesar del dolor que vive acá con lo que pasó en las inundaciones, lo de Volcán, pero vos ves que la gente mantiene esa fe que la sostiene. Yo soy de Perico, y al principio no llegaba a entender cómo era esto de las bandas de sikuris, por qué. Uno ve los chiquitos de dos, tres años que no saben ejecutar una nota pero van ahí, y es algo muy fuerte.”

Squicciarini agrega que “venir a Tilcara es llegar a un lugar donde la banda de sikuris es parte de la fiesta religiosa. Al poco tiempo de llegar a esta parroquia, en el año 2013, nos toca subir con la Virgen al Santuario. Yo no conocía el camino y me iba adelantando, hasta que en un momento de la soledad de la montaña, escuché de fondo la música de los sikuris en el eco. Algo pasó ahí en mi que hizo que las bandas pasen a formar parte de mi celebración de fe personal.”

Recuerda que “la primera vez que uno sobe al santuario parece que no llega nunca, pero cuando uno lleva a la Virgen tiene una carga muy especial. Por el camino se va cruzando a gente que te anima y a la que podés animar, todo eso es parte de la fe. Así llevamos a la Mamita al santuario tres semanas antes de irla a buscar el lunes de Semana Santa.”