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23 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Gimnasia gritó nuevamente en Jujuy

El “lobo” superó a su rival por actitud y juego, pero sobre el final terminó sufriendo de manera innecesaria.Se trató del segundo triunfo en el estadio “23 de Agosto” después de aquella racha negra de cinco caídas consecutivas.

Lunes, 27 de marzo de 2017 00:00

Los triunfos siempre se festejan. Algunos más, otros menos, pero el placer de sumar de a tres hace que el hincha infle el pecho y se ilusione. En Gimnasia, la victoria de ayer sobre Estudiantes de San Luis tuvo un sabor especial. Porque fue la segunda de manera consecutiva, después de aquella racha negra de cinco derrotas al hilo, y significó salir del fondo de la tabla. Una tarde completita, que se cerró con una tormenta que recién se largó cuando el árbitro Luis Álvarez decretó el final.

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Los triunfos siempre se festejan. Algunos más, otros menos, pero el placer de sumar de a tres hace que el hincha infle el pecho y se ilusione. En Gimnasia, la victoria de ayer sobre Estudiantes de San Luis tuvo un sabor especial. Porque fue la segunda de manera consecutiva, después de aquella racha negra de cinco derrotas al hilo, y significó salir del fondo de la tabla. Una tarde completita, que se cerró con una tormenta que recién se largó cuando el árbitro Luis Álvarez decretó el final.

En el análisis está claro que el "lobo" fue más que su rival. Por actitud, volumen de juego y situaciones de peligro ganó merecidamente, pero también cierto que terminó sufriendo de manera innecesaria. Era para golear y en la última jugada, Maximiliano Cavallotti evitó el uno a uno luego de un tiro de Murillo. Hubiese sido una injusticia total.

En los primeros minutos no pasó nada. El dueño de casa propuso, pero el "verde" anuló todos los intentos. Eso sí, a partir que Diego Auzqui -en su mejor partido con la camiseta "albiceleste"- comenzó a adueñarse de la pelota, la historia cambió. El propio volante desparramó rivales en el borde del área, sacó un tremendo zapatazo que el arquero Lupardo contuvo a medias. En el rebote, Luis Vila reventó el travesaño. Fue el despertar de Gimnasia. Es que a partir de ese movimiento, el local inclinó la cancha. Un tiro libre de Agustín Sufi, un "mano a mano" desperdiciado por Ramiro Maldonado y una salvada providencial de Corulo sobre la línea ante un tiro de Sebastian Sánchez fueron oportunidades netas que dejaron a los simpatizantes con el grito atragantado.

Sobre el cierre, en la primera y única aproximación, Moreyra Aldana encaró y zapatazo salió apenas desviado. Fue un llamado de atención, ya que como se dicen en el ambiente del fútbol, "los goles que no se hacen en el arco rival, se pagan en el propio".

Se fueron al descanso con el cero a cero y una sensación amarga porque hubo un equipo que mereció más ante otro que sólo se dedicó a cuidar el empate parcial. En el complemento, Sufi amagó (pasó por encima de la pelota) y Auzqui pateó un tiro libre que terminó en grito. El uno a cero trajo alivio. El "lobo" se sintió cómodo con espacio y tuvo varios ocasiones para aumentar, pero malas decisiones y también su poca fortuna a la hora de definir implicaron no liquidar el pleito. Y así, Murillo casi amargó a todos en el "23 de Agosto" con un tiro de 35 metros que sacó casi por compromiso y obligó a lucirse a Cavallotti.

El equipo de Fernando Gamboa gritó en casa y festejó largamente porque confía que está en el camino de la recuperación. Aquellas seguidillas de traspiés parecen hoy un mal recuerdo, pero sabiendo que cada fin de semana se rinde examen y no se puede aflojar.


Gómez dirigirá una selección


Mario Gómez dirigirá la selección malaya de fútbol. El exentrenador de Gimnasia y Esgrima, donde consiguió un ascenso a Primera División y en esa categoría realizó la mejor campaña histórica del “lobo”, dio un paso importantísimo para su carrera tras dirigir durante algunos años en el fútbol asiático y ahora tener la chance de comandar un equipo nacional.
Esto surgió después que se realizaran las elecciones en la federación de ese país. En los comicios realizados, Tunku Ismail Sultan Ibrahim, quien es el dueño del Johor Dahur donde dirigió Gómez, se impuso con comodidad y sólo resta que sea oficializada la llegada al seleccionado.
“Siempre una selección es un honor. Acá hay buenos jugadores y tengo el plus que, como todos están en la liga local, los conozco a todos por haber dirigido durante los últimos dos años”, sostuvo Gómez, quien reconoció “no hay futbolistas de renombre que jueguen en Europa” aunque destacó como un punto positivo que se desempeñen en el ámbito local “para poder tenerlos cerca y trabajar mejor”.