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Río Grande de La Mendieta como visitante empató 0 a 0 con Unión Gemes en un ardoroso partido disputado ayer en Gemes. El primer tiempo tuvo mucho fervor, abundantes roces, gritos, pero poco fútbol. El estado de la cancha plagada de pozos y sectores con tierra, no permitía una mejor calidad de juego. Pero dentro de ese contexto, Río Grande hizo mejor las cosas con un planteo inteligente, salió a buscar el partido, presionó en todos los sectores . Arriba el más movedizo fue Esteve, pero el central Salvatierra le cometió varias faltas con la complicidad del juez que nunca le cobró nada. En una de esas escapadas por derecha Esteve remató apenas desviado en la única chance clara de la etapa. Después, la lucha fue cruel y mucha por la posesión de la pelota, pero todas las incursiones murieron en tres cuartos de cancha con los arqueros siendo espectadores de lujo.
Los minutos se fueron diluyendo como agua entre las manos, el marcador no se quebraba, siendo un buen negocio para el equipo "azucarero" que siempre jugó lejos de su arco. En el complemento, el local salió más decidido a buscar el arco rival y de movida nomás, Esparza mandó una pelota por elevación que rebotó en el travesaño y luego Vilca remató apenas desviado.
A pesar de la poca calidad, el trámite tuvo mucha intensidad, porque ninguno se guardó nada, poniendo lo que se debe poner cuando las circunstancias lo exigen.
Río Grande se repuso del sofocón inicial y alentado por casi un centenar de hinchas, recuperó el protagonismo a base de guapeza y mucho corazón. Avanzaba el segundo período y el partido se hizo de hacha y tiza. Cada técnico movió el tablero con el objetivo de quebrar el cero, pero no hubo caso. El árbitro se aprestaba a silbar por última vez cuando Gallardo metió un bombazo y el arquero Fanola en una atajada magistral salvó la caída de su valla.