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¿Por qué nos cuesta tener buenas relaciones?

Domingo, 23 de abril de 2017 21:28

 

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por Bernardo Stamateas

 

 

Nos guste o no, nuestra vida está construida sobre relaciones interpersonales. Pero a mucha gente le cuesta relacionarse de manera sana, tanto con conocidos como con desconocidos. En la mayoría de los casos, la causa de esto es que todos reproducimos la relación con nuestros padres en nuestras relaciones de adultos.

Estos son cuatro modelos básicos de relaciones: Ambivalente, son las personas que, por momentos, se llevan bien con los demás y, por momentos, viven en guerra.

Inexpresivo: Son aquellos a quienes les resulta difícil tener amigos y una pareja sana, pues no saben expresar lo que sienten y demostrar afecto.

De tristeza: Son adultos que crecieron en un ambiente de dolor emocional y carecen de pasión y entusiasmo por la vida, lo cual lo vuelcan en sus relaciones.

De afirmación: Estas personas tienen en claro quiénes son y qué son capaces de hacer y todas sus relaciones surgen a partir de este conocimiento.

Cuando soy una persona afirmada, es decir que sé quién soy y cuánto valgo, soy capaz de llevarme bien con todo el mundo.

Te comparto los rasgos principales de un ser humano que se sabe único e irrepetible: No espera nada de nadie, sino que siempre toma la iniciativa (es proactivo). Tenés que moverte, independientemente de lo que los demás hagan o dejen de hacer. No mires a los otros, esforzate y rompé todas tus limitaciones.

No vive pendiente de la aprobación y la felicitación de los demás. ¡Se aprueba y felicita a sí mismo! Cuando sabés quién sos, no necesitás que otro te reconozca.

Más allá de las circunstancias y el accionar de quienes lo rodean, escoge sus propias reacciones (no es reactivo). Ante una misma situación, dos personas pueden reaccionar de manera muy diferente. Elegí siempre reaccionar positivamente, pensando y haciendo aquello que es lo más conveniente para todos.

¿Te considerás una persona feliz? Todos perseguimos la felicidad y actuamos con ese objetivo en mente. Y nuestras relaciones son un reflejo de ese deseo pero necesitamos tener en claro que la propia felicidad depende exclusivamente de uno mismo y de nadie más. Solo podrás disfrutar de buenas relaciones, cuando comprendas que nadie puede hacerte feliz, excepto vos mismo. La felicidad se construye a diario.

Algunas ideas prácticas para construir “mi” felicidad y tener relaciones sanas: Sembrá cosas buenas en los demás, porque todo lo que sembramos tarde o temprano lo cosechamos.

Enfocate en lo positivo, concentrate en aquello que es verdaderamente importante y suma en tu vida. “Lo semejante atrae lo semejante”.

Sé consciente de que donde hoy estás es solo el punto de partida para llegar a la meta y alcanzar tus sueños.

Alejate de los tóxicos, los que solo traen malestar a tu vida y te detienen y, en cuanto de vos dependa, juntate con gente que mejore tu vida, que te impulsen a ir por más, que te hagan ser una mejor persona.

Aun así, aprendé a llevarte bien con todo el mundo porque a veces no podemos evitar estar en contacto con los tóxicos, pero sí podemos evitar que su forma de actuar nos afecte.

Ensanchá tu mundo y procurá conocer gente nueva a menudo. Nunca se sabe si esa persona que acabás de conocer puede abrirte la puerta que tanto estás necesitando.

Desarrollá el hábito saludable de disfrutar de todo lo que hagas. Desechá la culpa que no te permita creerte merecedor de lo mejor. En tu interior llevás la habilidad innata de disfrutar cómo y cuándo quieras.

Muchas personas viven buscando la relación perfecta. Hay algunos que se preguntan: “¿Dónde estará el hombre/la mujer que me haga feliz?”. Otros esperan que lleguen las circunstancias perfectas para llevarse bien con los demás y ser felices. Pero lo cierto es que solo cuando nos llevamos bien con nosotros mismos, podemos tener relaciones sanas y ser todo lo felices que siempre soñamos.

Felicidad no es tener la mejor pareja, o la mejor casa, o el mejor trabajo; sino liberar la mejor versión de uno mismo que ya se encuentra dentro de cada uno de nosotros.

Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a [email protected].

 

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