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Nuevos ejercicios militares con fuego

Por su parte, Estados Unidos envió un submarino nuclear al mar de Japón como parte de la estrategia adoptada por Trump.

Martes, 25 de abril de 2017 17:02

En conmemoración del 85º aniversario de la fundación de su Ejército, Corea del Norte realizó ayer un gran ejercicio militar con fuego real cerca de la ciudad oriental de Wonsan, en una jornada en la que se conoció la decisión de Washington de enviar un submarino nuclear que se sumará a los ejercicios en curso que realizan Japón y Estados Unidos y en el que participa el portaaviones USS "Carl Vinson".

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En conmemoración del 85º aniversario de la fundación de su Ejército, Corea del Norte realizó ayer un gran ejercicio militar con fuego real cerca de la ciudad oriental de Wonsan, en una jornada en la que se conoció la decisión de Washington de enviar un submarino nuclear que se sumará a los ejercicios en curso que realizan Japón y Estados Unidos y en el que participa el portaaviones USS "Carl Vinson".

En un nuevo capítulo de la escalada de tensión en la península coreana, Pyongyan volvió a realizar una demostración de fuerza con el lanzamiento de entre 300 y 400 piezas de artillería de largo alcance, en lo que según fuentes se cree podría ser el mayor ejercicio con fuego real realizado hasta la fecha por el Gobierno comunista de Kim Jong-un.

Las maniobras, presenciadas por el líder norcoreano Kim Jong-un, tal y como detallaron fuentes oficiales de Seúl a la agencia Yonhap, constituyen un recordatorio de lo expuesta que estaría buena parte de la población surcoreana a un ataque con fuego artillero.

Semejante despliegue obligó a convocar en Seúl una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional en la que participaron los jefes del Estado Mayor y el director nacional de seguridad y exministro de Defensa, Kim Kwan-jin, para analizar el ejercicio, según un comunicado remitido por la oficina presidencial surcoreana.

La magnitud de las maniobras es una demostración de fuerza hacia Estados Unidos y su aliado Corea del Sur, cuya capital, Seúl, y sus zonas aledañas (donde viven unos 20 millones de personas, la mitad de la población del país) quedarían totalmente expuestas a un ataque artillero norcoreano al estar junto a la frontera.

Reacción de Estados Unidos

En este escenario, el submarino de propulsión nuclear estadounidense USS Michigan arribó ayer por sorpresa al puerto surcoreano de Busan.

Washington sumó así otro activo militar a las maniobras que realizará próximamente en la región el "Carl Vinson", portaaviones nuclear de la clase Nimitz (la mayor del mundo).

El Michigan se dedicará a operaciones de reabastecimiento a la espera de unirse a fines de esta semana al portaaviones y a buques de la marina surcoreana en el Mar de Japón, indicó un portavoz de Seúl.

Amenazas

Lejos de rebajar el tono de su retórica, Pyongyang volvió ayer a la carga, con amenazantes editoriales en su diario estatal y nuevas admoniciones de su Ejército.

“Si los enemigos se atreven a optar por la aventura militar a pesar de nuestras repetidas advertencias, nuestras fuerzas armadas borrarán sus posiciones ofensivas de la faz de la tierra con poderosos ataques nucleares preventivos”, dijo el ministro norcoreano del Ejército, Pak Yong-sik.

Muchos temen que el régimen de Kim Jong-un pueda realizar próximamente una nueva detonación atómica que empeore el pésimo clima en la región.