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La "Mamita del cerro" regresó a Punta Corral

La imagen fue llevada ayer hasta su santuario en compañía de bandas de sikuris. Permanecerá allí hasta el próximo año.
Sabado, 13 de mayo de 2017 21:08

Luego de una emotiva despedida de cientos de creyentes y devotos, la Virgen de Copacabana regresó al santuario de Punta Corral acompañada de peregrinos y de las bandas de sikuris para descansar hasta el próximo año, tras permanecer en la capilla de Tumbaya por más de un mes.

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Luego de una emotiva despedida de cientos de creyentes y devotos, la Virgen de Copacabana regresó al santuario de Punta Corral acompañada de peregrinos y de las bandas de sikuris para descansar hasta el próximo año, tras permanecer en la capilla de Tumbaya por más de un mes.

A diferencia de la llegada de la "Mamita del cerro" a tierra tumbayense, el pasado 9 de abril, esta vez la fueron a dejar a su santuario sólo 13 bandas de sikuris que arribaron desde diferentes puntos de la provincia.

Con las primeras horas de la madrugada los fieles y creyentes de la Virgen comenzaron a arribar a Tumbaya para despedirse de ella y cuando el reloj pasó las 6 de la mañana, inició la última celebración de la santa misa con la presencia de la "Mamita del cerro".

El oficio estuvo presidido por el padre de la parroquia, Marcelo Churquina, y se realizó en el atrio de la capilla con la presencia de una gran cantidad de personas, que también se apostaron sobre la plaza Manuel Belgrano para escuchar desde allí la palabra de Dios.

En la reflexión, el sacerdote hizo alusión a la gran demostración de fe expresada en esta advocación mariana, y pidió a los presentes que a través de ella puedan llegar a Jesús y al padre, como intercesión para la unión de las familias y de esta manera poder construir comunidades y una sociedad mejor.

De manera puntual, a las 7, culminó la eucaristía y las bombas de estruendo estallaron en el aire cubierto de tierra por el fuerte viento "norte" que corría por esas horas. Las bandas de sikuris empezaron a tocar sus melodías y la "Mamita del cerro" fue puesta en andas.

Iluminada con flores de color rosa, partió de la capilla en pocos minutos; ante el tumulto de gente que se abalanzó sobre ella de manera desordenada y apresurada por darle el último saludo y por supuesto también para ponerse debajo de su manto de protección hasta el próximo año.

Los servidores de la capilla, la Comisión de Devotos y la Asociación de Peregrinos estuvieron como todos los años colaborando con la partida de la Virgen y escoltándola en su regreso a casa.

Esta compañía se agregó a la de las bandas de sikuris, que a pesar de ser pocas, estuvieron presentes para caminar con ella los más de 24 kilómetros hacia el santuario de Punta Corral turnándose en relevos para tocar para ella; mientras tapada con su manto blanco se perdió entre los cerros prometiendo volver para el año.

Acompañamiento de los sikuris
Numerosas bandas de sikuris acompañaron la imagen hasta su santuario. Entre ellas se encontraba la banda de “Santa Rosa de Lima” de Purmamarca, “San Cayetano” de Purmamarca, “Nuestra Señora de Luján” de Chalala, Banda de Tunalito, Juvenil de Tumbaya, “San Santiago Apóstol” de Tiraxi Chico, Banda de Punta Corral, “Virgen de la Candelaria” de Maimará, “Punta Corral” de Tumbaya, “San Francisco” de Chijra, “Nuestra Señora del Milagro” de Perico, “Medalla Milagrosa” de Palpalá y “San Expedito” de Palpalá. 
Los músicos no sólo acompañaron a la “Mamita del cerro” hasta el santuario sino que también participaron de la santa misa en su arribo, pasadas las 18 y de la pequeña procesión antes de que la Virgen reposara finalmente en su altar de la capillita de las alturas.