Boca Juniors no celebró de ninguna manera el título consumado el martes sin jugar, porque después del partido con Olimpo tuvo que partir raudamente hacia el aeropuerto de Bahía Blanca para tomar el último vuelo rumbo a Buenos Aires.
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Boca Juniors no celebró de ninguna manera el título consumado el martes sin jugar, porque después del partido con Olimpo tuvo que partir raudamente hacia el aeropuerto de Bahía Blanca para tomar el último vuelo rumbo a Buenos Aires.
Lo que sí hubo finalmente fue control antidóping, algo de lo que se dudó cuando el médico deportólogo encargado de realizarlo, Jorge Argento, tuvo un pico de presión antes del partido y perdió el conocimiento, por lo que debió ser trasladado a un hospital local.
Sin embargo, después de ser atendido el profesional retornó al estadio "Roberto Carminatti" para cumplir con su función, evitando que se repitiera lo ocurrido en el partido que Boca jugó con Estudiantes en La Plata, cuando el médico encargado del control nunca llegó.
En cuanto a las celebraciones de Boca, entonces, se circunscribirán al partido del domingo ante Unión en "La Bombonera", donde además de entregarle la Copa "Axion Energy" como campeón del certamen, también realizará dos vueltas olímpicas, una antes del encuentro y otra después.
Por otra parte, el excapitán de Boca Juniors de las décadas del 60 y 70 Roberto Domingo Rogel remarcó que "el campeón siempre es el mejor", en un elogio con valor agregado al equipo dirigido por Schelotto que ayer obtuvo anticipadamente el título de Primera.
"El campeón siempre es el mejor. Así definía a los que ganaban mí amigo Roberto Perfumo desde los tiempos de "La naranja mecánica" en el Mundial "74, cuando ganó Alemania Occidental en gran final. A él lo indagaron hace más de cuatro décadas los alemanes y respondió que fueron campeones porque cometieron menos errores que los holandeses, aunque estos en juego parecían superiores", añadió Rogel.