El efectivo Federal Julio Gustavo Bravo (29) que le disparó al agente local Sergio Lima el viernes pasado, conoció en la jornada de ayer causa de imputación, designó como abogado defensor a Carlos Hugo Salas y se abstuvo de prestar declaración indagatoria ante el fiscal N° 4 Aldo Lozano.
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El efectivo Federal Julio Gustavo Bravo (29) que le disparó al agente local Sergio Lima el viernes pasado, conoció en la jornada de ayer causa de imputación, designó como abogado defensor a Carlos Hugo Salas y se abstuvo de prestar declaración indagatoria ante el fiscal N° 4 Aldo Lozano.
"Mi defendido se encuentra aún en estado de "shock", está perturbado por todo lo que pasó y me hizo referencia que no recuerda casi nada de lo que ocurrió la mañana del viernes último cuando fue detenido", dijo su representante legal.
Julio Bravo permanece alojado en la seccional 5° del barrio Ciudad de Nieva y quedó a disposición de la justicia, luego de sacar su arma reglamentaria y realizar al menos tres disparos, uno de ellos atravesó en el cuello del agente Lima, cuando era trasladado al Departamento de Medicina Legal, momentos después de ser detenido en un control policial conduciendo un vehículo con más de 2.15 miligramos de alcohol en sangre en el barrio Sargento Cabral de Alto Comedero.
Mientras tanto, el agente Sergio Moisés Lima (28), de la Policía de la Provincia, permanece en la sala de cuidados intensivos del "Pablo Soria", su estado de salud sigue siendo crítico y desde la jornada de ayer fue puesto en coma farmacológico.
Lima recibió un disparo de atrás que le atravesó la nuca y le perforó la mandíbula, mientras conducía el móvil policial que trasladaba a los policías federales alcoholizados.
"Bravo es un muchacho que no tiene antecedentes, su prontuario es impecable y éste es un hecho excepcional, quizá atravesaba problemas personales, porque tampoco era de beber alcohol. Lo cierto es que lo vi muy acongojado, muy arrepentido por el lamentable episodio que protagonizó", dijo el abogado Salas.
Para el fiscal Lozano, el efectivo de la Federal "disparó a matar", y a consideración del representante legal de Bravo "es muy prematuro dar por sentada esta postura, ya que no sabemos con exactitud qué pasó realmente dentro del móvil policial que trasladaba a los efectivos. Si bien mi defendido habría esgrimido su arma reglamentaria, su compañero intentó detenerlo, podríamos interpretar que hubo un forcejeo y el arma se disparó accidentalmente".
Si bien es materia de investigación el motivo del traslado de los efectivos federales sin ser requisados ni esposados, desde el Ministerio de Seguridad se informó que el jefe de la seccional 62° del barrio, Sargento Cabral de Alto Comedero Edmundo Ramírez, fue separado de su cargo por las "irregularidades" en el procedimiento de traslado que estaba a su cargo. Otro punto que también se investiga es que si Bravo y sus compañeros estaban o no cumpliendo una actividad relacionada a su trabajo. Lo que se desprendió de los primeros informes fue que estaban de descanso, pero no está claro si es que no estaban de servicio, por qué motivo portaban arma reglamentaria y si estaban trabajando por qué tenían tanta graduación alcohólica en sangre.