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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Escaparle a una campaña berreta y agresiva

Domingo, 23 de julio de 2017 18:39
GM/ “LO TOMAN O LO DEJAN”
ABUD ROBLES/ “…HAY SECTORES…”
GUSTAVO BOUHID/ CAMBIAR LA SALUD.
“DINGUI” PALMIERI/ ¿HEREDAR EL PJ?
ALEJANDRO VILCA/ ¿CON VOTOS TUPAQUEROS?

Los argentinos, y los jujeños obviamente, seguimos sin meternos de lleno en la campaña electoral, y eso que estamos a sólo 20 días de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Es decir, apenas a 480 horas, exiguos 28.800 minutos, del día D. Pareciera que a pesar de sus esfuerzos, los precandidatos, todavía no han logrado ni conmover ni entusiasmar a los votantes. Y ni hablar de enfervorizarlos o enamorarlos. Y no se puede negar que ponen todo el denuedo posible. En Buenos Aires la preocupación les hizo cambiar los roles a algunos: apareció un Macri puteador y gritón, una María Eugenia Vidal ya tan angelical que parece su caricatura; una CEFK que actúa una mujer de clase media baja, tan frágil y benevolente que deja de ser ella; Massa juega al estadista/consejero con los errores ajenos y Randazzo representa a un arrepentido dulzón pero atormentado. En Jujuy, ocurre algo parecido: los precandidatos actúan su papel rodeados de los que honradamente comparten sus ideales, de los “equipos” que se cuelgan de sus sacos, los comunicadores y jefes de prensa que los asesoran, y los “allegados” que siempre encuentran la oportunidad de colar un microemprendimiento salvador. ¿Qué falla? ¿Será que la gente está saturada de los mismos métodos? ¿Será que ya ha visto tantas pegatinas, pintadas, pasacalles, trifolios, caminatas, ha escuchado jingles más o menos ocurrentes, ha sido indulgente con el maremágnum  de spots televisivos más o menos creativos, ha soportado discursos más o menos previsibles, y el cotillón electoral, le recordó frustraciones, y fiascos –antiguos y recientes- de más o menos variada intensidad, que se ha convertido en una sociedad,más o menos escéptica y apática? Hay un poco de todo. Y para colmo, como siempre y sobre todo en Jujuy, aparece el ingrediente de la agresividad innecesaria, que convierte a una campaña que no despega, en un recorrido preelectoral berreta. Pero, estamos a tiempo, y siempre pensamos que todavía no vimos lo mejor.

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Los argentinos, y los jujeños obviamente, seguimos sin meternos de lleno en la campaña electoral, y eso que estamos a sólo 20 días de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Es decir, apenas a 480 horas, exiguos 28.800 minutos, del día D. Pareciera que a pesar de sus esfuerzos, los precandidatos, todavía no han logrado ni conmover ni entusiasmar a los votantes. Y ni hablar de enfervorizarlos o enamorarlos. Y no se puede negar que ponen todo el denuedo posible. En Buenos Aires la preocupación les hizo cambiar los roles a algunos: apareció un Macri puteador y gritón, una María Eugenia Vidal ya tan angelical que parece su caricatura; una CEFK que actúa una mujer de clase media baja, tan frágil y benevolente que deja de ser ella; Massa juega al estadista/consejero con los errores ajenos y Randazzo representa a un arrepentido dulzón pero atormentado. En Jujuy, ocurre algo parecido: los precandidatos actúan su papel rodeados de los que honradamente comparten sus ideales, de los “equipos” que se cuelgan de sus sacos, los comunicadores y jefes de prensa que los asesoran, y los “allegados” que siempre encuentran la oportunidad de colar un microemprendimiento salvador. ¿Qué falla? ¿Será que la gente está saturada de los mismos métodos? ¿Será que ya ha visto tantas pegatinas, pintadas, pasacalles, trifolios, caminatas, ha escuchado jingles más o menos ocurrentes, ha sido indulgente con el maremágnum  de spots televisivos más o menos creativos, ha soportado discursos más o menos previsibles, y el cotillón electoral, le recordó frustraciones, y fiascos –antiguos y recientes- de más o menos variada intensidad, que se ha convertido en una sociedad,más o menos escéptica y apática? Hay un poco de todo. Y para colmo, como siempre y sobre todo en Jujuy, aparece el ingrediente de la agresividad innecesaria, que convierte a una campaña que no despega, en un recorrido preelectoral berreta. Pero, estamos a tiempo, y siempre pensamos que todavía no vimos lo mejor.

 

Los actores del oficialismo

        El oficialismo de Jujuy va detrás de la obvia meta de alzarse con los tres senadores por Jujuy. Dos de Frente Jujeño Cambiemos –Mario Fiad y Silvia Giaccopo- y otro de algún amigo cercano procedente del massismo local. El gobernador Gerardo Morales, cabalga sobre sus grandes ejes de gobierno (el parque solar, la explotación del litio, el tren turístico de la Quebrada de Humahuaca y el fin del añoso drama del Ingenio La Esperanza,  y claro, levanta la bandera de unión, paz y trabajo –eslogan oficial- que remite automáticamente a la prisión de Milagro Amalia Ángel Sala Leytón de Noro, aunque ésta es una fruta que ya casi no está produciendo el dulce néctar de los primeros tiempos, y que hasta se puede volver amarga). En medio de otras muchas realizaciones propias de una gestión, el GM apura a su equipo de gobierno para que haga y muestre, y salga del anuncie y prometa. Aquí se apoyan en el trillado argumento de querer “cambiar la matriz de la corrupción y el saqueo” que los funcionarios y candidatos repiten como un padrenuestro frente a cada micrófono, y lo complementan afirmando que “nunca nadie hizo nada de todo esto en Jujuy”. Es comprensible, y en medio de la campaña hasta es lógico. Pero volviendo al slogan oficial, la unión de la sociedad jujeña dista de haberse logrado efectivamente; la paz es más real y se respira otro aire en Jujuy desde que se cortó la maldita costumbre de los bloqueos, las quemazones de cubiertas, los piqueteos y la violencia urbana. Es justo afirmar y reconocer que Cambia Jujuy lo hizo, por mandato electoral del 2015, y por eso mismo esa paz hoy ya es un bien patrimonial de todos los jujeños y no la propiedad privada de un sector. Con respecto al trabajo, la situación sigue irresuelta o empeorada, como en todo el país. Los 85 mil empleados públicos ya son más, el faltante mensual que a veces alcanza a 400 millones de pesos para cubrir sueldos y gastos de funcionamiento del estado sigue creciendo, y las obras públicas anunciadas aún no comenzaron a captar trabajadores jujeños. El cóctel explosivo obliga al “financiamiento” que en buen romance, tomar deuda a consecuencias astronómicas. Para colmo, la situación del Ingenio La Esperanza se agravó. El gremio del azúcar desconoce las conciliaciones obligatorias y se lanza al paro presintiendo que su futuro está en peligro inminente. El gobierno, irritado, reconoce finalmente que el único interesado en comprarlo agrega condiciones extremas de las que nunca se había hablado sinceramente antes. Otra vez, en medio de la turbulencia, tuvo que salir el GM, a plantar una frase matadora: “Es lo que hay, lo toman o lo dejan”. Sus ministros patinan con el tema. Abud Robles (Producción) abrió un paraguas siniestro: si no se vende el ingenio es porque los trabajadores ahuyentan a los compradores. Juan Carlos fue más lejos: aseguró si no trabajan y no producen ni siquiera podrán cobrar los sueldos. Jorge Cabana Fusz (Trabajo) dejó entrever que muchas veces no le dicen todo al gobernador. La guerra de amenazas está incandescente, y el pescado, literalmente, sin vender. Hay algo peor: el ministro de la producción metió el tema en la campaña asegurando que “hay sectores que no quieren que el ingenio se venda”. A esta altura, el funcionario debe decir quiénes son los no quieren y probarlo, porque la acusación es demasiado grave y el momento muy crítico, como para jugar al misterio o lanzarla como disparo de mortero para ver dónde cae. La síntesis vista desde la arena política dice que todos estos contratiempos corroen parte de la fortaleza electoral del GM. La situación de la salud adelantó la salida del candidato Mario Fiad y su sucesor, Gustavo Bouhid, llegó pidiendo una tregua que los gremios del sector no están dispuestos a conceder y tras cartón, adelantó que trabaja en una modificación global del área, reconociendo tácitamente, que los caminos no eran tan acertados como rezaba su antecesor. Educación no zafa de pantanos ya históricos, y el frente sindical ya mostró severos  signos de agotamiento del interregno de aguante y diálogo inconducentes. Igual, el GM confía en llegar con energías suficientes al 13-A, aunque más temprano que tarde quizás se vea obligado nomás a cumplir su promesa de “oxigenar” el gabinete, para cauterizar el enorme desgaste a que lo exponen los blindajes de cartón.

 

Los actores del PJ

         El peronismo está ante un desafío de hierro: o utiliza las PASO para encontrar pistas ciertas para la resurrección y la posterior unidad, o se enfrenta al riesgo de la disgregación final. Los sondeos de opinión más confiables, indican que van por el tercer senador. Pero –en definitiva- sería lo de menos. Lo primero es revalidarse ante su propia gente. Se indignan con aquellas frases que usan los candidatos y funcionarios oficiales. “Ya dijimos que quien tenga de dar cuentas a la justicia y al pueblo por sus procederes, que lo haga” explotan, “eso nos ayudaría a nosotros mismos a separar la paja del trigo”. Y se indignan más al recordar que “en cada rincón de la provincia de Jujuy, donde hay una escuela, un destacamento policial, un puesto de salud, un camino, lo que sea, con aciertos y errores, casi todo lo hizo el peronismo y ahora los recién llegados quieren hacerle creer a la gente que Jujuy comenzó cuando ellos aparecieron. Tienen el mismo relato que le criticaban al kirchnerismo” agregan. Así, los precandidatos peronistas, arman sus mensajes de campaña. Deben soportar que les pregunten  por qué todo lo que quieren hacer hoy, no lo hicieron antes. Y deben cuidarse de no ser agresivos entre ellos, porque viviendo en el llano, no pueden darse el lujo de volver a ejercitar el canibalismo que tantas veces practicaron, cuando el poder les cuidaba las espaldas. Tal vez por eso, merezcan la mayor consideración, quienes hoy se animan a ofrecer la otra mejilla ante la gente, y a intentar levantar al partido y al movimiento en este turno electoral. Ahí van Rubén Rivarola y Walter Barrionuevo, dos de las figuras que integraron el estado mayor del PJ durante más 15 años, que encauzaron permanentes victorias pero consintieron errores en el último tramo del fellnerismo que ahora asumen como autocrítica. Son las figuras mejor posicionadas hoy como diputado provincial y vicepresidente segundo del Poder Legislativo y como Senador y se proponen cruzando los cargos para Agosto. También la senadora Liliana Beatriz Fellner, que aspira a su reelección acompañada por el intendente carmense Adrián Mendieta, cargo que terminaría siendo testimonial. Se asegura que Liliana corre con el apoyo del interventor Celso Jaque, por aquella estrecha amistad de años con su hermano el exgobernador Eduardo Alfredo Fellner y con el titular del PJ nacional José Gioja. Aunque así fuese, la senadora sufre en carne propia -mas que otros- el peso del desencanto de muchos tras la última gestión del PJ, pero no es mujer de amedrentarse fácil, y avanza con todas las velas desplegadas. Guillermo Snopek y José Luis Martiarena, se sienten alternativa. Desde adentro y desde fuera del PJ, hay voces que los emparentan con estrategas nacionales del PRO, que colaboran en sus tácticas y se instalaron en Jujuy para orientar el armado mediático de su campaña. Ellos, porque no quieren o no pueden, jamás desmintieron los rumores y siguen confiados en el peso histórico de sus apellidos y su trabajo. Miguel Tito y Estela Zamar, unieron La Quiaca y San Pedro, en búsqueda del favor de los votantes. El intendente de la Puna y la exdiputada del ramal, apuestan a focos bien concentrados de electores, y confían en un improbable batacazo desde el interior. Miguel osciló por varios vectores del abanico político, muchas veces contrapuestos. Estela en cambio, siempre estuvo con los pies dentro del plato, aunque debió sufrir muchas veces estar en el cono de sombra al que el moisesismo condenaba a sus adversarios internos. Algunos aseguran que el intendente de la frontera, terminaría más adelante armando otro partido, y con los Moisés, y competirían por fuera. Ellos, en voz baja niegan la especie. Y soñando que se convertirán en herederos de esta melange, una vez que baje la espuma de la elección, Diego Martín Palmieri, y Cosme Giardina, se postulan para senador y diputado. Proveniente de la antigua y siempre díscola formación de Bases Peronistas, “Dingui” arma su grupo sin nombres relevantes, apostando a “gente común” y candidatos nuevos. Les advierte que deben contentarse con salir cuartos, y consolidar una pequeña estructura para más adelante. Creen que esta ronda será la última de todos los demás, y aunque hubiera preferido internas cerradas para todo, acepta a regañadientes las PASO y su consecuencia de las listas espejo que el interventor Jaque diseñó para cargos provinciales y municipales. Es muy crítico con el gobierno de GM, muestra cierta indulgencia para con sus compañeros de contienda, y confía en que el peronismo recordará que fue mayoría en Jujuy. Finalmente Ariel Cortes y Beatriz Centeno, un par de empecinados emprendedores peronistas también llegan al punto de largada, esperanzados en contribuir a la recuperación de su partido de “algo diferente a los demás”. Como dijimos todos los precandidatos se abstienen de herirse, pero bandas de trols, algunas dirigidas desde el PJ y otras desde afuera, se empeñan en el uso abyecto de las redes sociales, agraviando, insultando y tratando con llevar cuestiones personales o íntimas al escarnio público, usando la humillación y la ofensa como herramientas de la política. Ojalá la sensatez logre desterrar -o al menos ignorar- el estiércol que algunos siembran en el camino hacia el 13-A.

 

Actores massistas

      Ya habíamos comentado la interna del massismo, entre Carlos Daniel Snopek y Mario Nallar de la lista “Un Jujuy”, Marcelo Nasif y Carlos Cantero de “Encuentro Jujeño” e Ignacio Sadir y Pedro Segura de “Renovemos Jujuy”. Actúan como “muleto” del oficialismo y recibirán el aliento para una campaña exitosa que busque el tercer senador. Su dificultad cada vez más grande, es encontrar un discurso cuya inteligencia y sinuosidad, les permita identificarse con Massa, no atacar a Macri, y hacer como si GM fuera un adversario y al mismo tiempo un socio. Y los votantes, deberán armar su propio rompecabezas si quieren acompañar esta propuesta, que, además para Octubre volverá todo a fojas cero dentro del Frente Cambia Jujuy. Pero, ¿volverá todo a fojas cero como era en el 2015?

 

Actores de izquierda

       Falta mencionar el esfuerzo de la Izquierda. El Frente de Izquierda, traccionado por Alejandro Vilca para diputado y Gastón Remy a senador, saldrá a la calle a la vieja usanza, con carbón y engrudo y aprovechará al máximo los beneficios legales de la publicidad gratuita y la fuerte adhesión en sectores obreros, juveniles y universitarios. Muchos discursos comenzaron a atacar al FIT, afirmando que goza del apoyo subrepticio de una Tupac residual, que no encuentra otro nicho para contenerse. Los versados en dirigir operaciones políticas afirman en reserva que alimentar esas versiones, pueden reinstalar un “demonio” que atemorice a los que miran con simpatía la posibilidad del crecimiento de la izquierda, y que algunos sondeos comenzaron a confirmar.     

 

       Finalmente, está el tema de las encuestas: todos tienen una a mano. Manejan datos precisos, y después de asignarse el primer puesto, acomodan a los demás, según simpatías o enemistades. Lo cierto es que por prudencia o cábala, aún nadie muestra las que llevan firma de empresas o consultores serios. Lo malo es que las encuestas dominan la discusión política y las actuaciones de los candidatos, pero no el valor de los contenidos. Sobre todo las encuestas mentirosas y apócrifas que les hacen perder de vista una lectura correcta de la sociedad. Se podrá decir que la verdadera y final encuesta, será la del 13-A, (¡Ja! El diario del lunes 14) Pero hay otra, a la que no le afectan las actuaciones impostadas, la identificable grosería de las redes sociales rebosantes de inmundicia, ni la agresividad berreta. Esa que sin números fijos, se percibe como sensación pesada en las confiterías, en el colectivo, en los bancos de la plaza, en los compartidos,  en las charlas en el trabajo, y en la calle. Esa está vigente y consolidándose. Y además, ya va anticipando el próximo paso: el del 15-O.

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