Un efectivo de la Policía Federal que había sido detenido luego de conducir en estado de ebriedad, disparó a quemarropa sobre la humanidad de un efectivo de la Policía de la Provincia dentro de un móvil, provocando en su víctima una grave herida a la altura de la nuca.
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Un efectivo de la Policía Federal que había sido detenido luego de conducir en estado de ebriedad, disparó a quemarropa sobre la humanidad de un efectivo de la Policía de la Provincia dentro de un móvil, provocando en su víctima una grave herida a la altura de la nuca.
El oficial Bravo realizó al menos cinco disparos antes de que fuera reducido por su compañero y otros policías provinciales.
El hecho de sangre tuvo lugar ayer alrededor de las 7 en el acceso al barrio Sargento Cabral cuando el agente Sergio Lima (28) conducía el móvil policial junto a otro efectivo, trasladando a dos efectivos de Policía Federal, que minutos antes habían sido detenidos en un control vehicular de alcoholemia, en evidente estado de ebriedad.
En esas circunstancias los efectivos de la Policía Caminera detuvieron la marcha de una camioneta marca Ford Ranger conducida por un efectivo de la Policía Federal, según se supo luego de exhibir su identificación. Detrás de la camioneta se encontraba un móvil de la Policía de la Provincia y detrás de éste, otro vehículo marca Peugeot 208 conducido por otro agente federal, quien embistió a los dos vehículos que se encontraban delante.
A raíz de este incidente vial y posterior examen toxicológico a los conductores protagonistas, los efectivos determinaron que uno de los efectivos de la fuerza federal tenía 2,5 de alcohol en sangre, por lo que todos los involucrados fueron trasladados hacia la Seccional 62° del barrio Sargento Cabral.
Según pudo establecerse, en la dependencia policial los efectivos que fueron demorados no habían sido requisados ni esposados y luego de determinar que estos se encontraban en estado de ebriedad, fueron trasladados hasta la dependencia de Medicina Legal, acto de rigor que se realiza a todas las personas involucradas en situaciones similares.
Durante el traslado, el móvil policial se detuvo en el semáforo que se encuentra sobre la ruta nacional 9, detrás de éste se estacionó un automóvil marca Volkswagen Suran y su conductor fue el principal testigo del hecho de sangre.
Según el relato del conductor, dentro del móvil policial se observó un forcejeo entre los ocupantes y se oyeron al menos dos disparos y luego fuera del automóvil al menos tres disparos más, que habrían impactado en la luneta y ventanilla de auto marca Suran.
Según el parte médico emitido por el director del hospital "Pablo Soria", César Mulqui, un joven con impactos de bala ingresó a la sala de cuidados intensivos y luego de tres horas de intervención quirúrgica y su panorama sigue siendo "complicado".
Mulqui además informó que el paciente presenta dos heridas de bala entre cabeza y cuello y restaba determinar el grado de destrucción generado por la trayectoria del proyectil una vez ingresado al cuerpo.
Ordenan detención
Al respecto el fiscal de Investigación Penal Preparatoria N° 4 Aldo Lozano le dijo a la prensa que ordenó la detención del oficial de la Policía Federal Julio Bravo.
Lo imputó por ser el supuesto autor del delito de "homicidio doblemente calificado por alevosía y por la condición de funcionario público de la víctima en grado de tentativa y por atentado agravado a la autoridad y abuso de arma de fuego", todos los hechos en concurso real.
Además el fiscal Lozano que "el disparo fue efectuado a matar y por suerte Lima permanece con vida".
Agente de 28 años
El agente Sergio Moisés Lima Giménez cumplió la semana pasada 28 años, tres de ellos los dedicó a la fuerza policial de la provincia y presta servicios en la Seccional 33º del barrio Alto Comedero como conductor del móvil policial.
Vive con su mujer y su hija, una niña de 8 años, en el barrio 25 de Mayo de la ciudad de Palpalá.
Hoy se debate entre la vida y la muerte luego de recibir dos disparos de un arma de fuego por parte de un efectivo de la fuerza federal, que en estado de ebriedad (2.17 de alcohol en sangre determinó el test de alcoholemia), era trasladado a la sede Medicina Legal desde el barrio Alto Comedero.
Materia de investigación
Un punto no menor en este hecho de sangre, tiene que ver con un encubierto “choque de instituciones” que desde hace tiempo se percibe en nuestra provincia.
El motivo de que los efectivos federales no hayan sido requisados en sede policial no es casual.
Extraoficialmente se supo que el oficial Bravo fue protagonista de un episodio con los policías que lo trasladaron a la Seccional 62º, quien habría manifestado que por su “chapa” no podía obedecer órdenes de “agentes provinciales” y no permitiría que nadie le realice la correspondiente requisa de rigor.
Y cuando era trasladado abrió fuego en contra del agente Sergio Lima.
Echaron a los federales
A través de un comunicado el jefe de la Policía Federal Argentina, comisario general Néstor Ramón Roncaglia dijo que “lamenta el hecho que fuese protagonizado por dos suboficiales de esa fuerza”. Además dijo que “bregamos por una profunda investigación para esclarecer y condenar con el máximo rigor de la norma a los involucrados”.
Además informó que “se ha propiciado el inmediato cambio de situación de revista a servicio pasivo y se propondrá la exoneración de la fuerza de estas personas, que con su accionar no sólo infringieron las normas penales del Estado, sino que traicionaron la esencia más profunda de nuestra Policía Federal Argentina”.