Ella quería dar el mensaje de lo que significa ser un cantor nacional y popular, y lo logró. En el recorrido fotográfico, emotivo y musical que propuso Yamila Cafrune el último viernes en el Centro Cultural "Héctor Tizón" de nuestra capital, quizás uno de los momentos más contundentes fue cuando mostró la foto donde su padre, Jorge Cafrune, ya en plena carrera y siendo muy conocido, está dando un concierto en la escuelita de Yavi, para un público consistente en un par de alumnos y un par de docentes, y uno que otro oyente.
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Ella quería dar el mensaje de lo que significa ser un cantor nacional y popular, y lo logró. En el recorrido fotográfico, emotivo y musical que propuso Yamila Cafrune el último viernes en el Centro Cultural "Héctor Tizón" de nuestra capital, quizás uno de los momentos más contundentes fue cuando mostró la foto donde su padre, Jorge Cafrune, ya en plena carrera y siendo muy conocido, está dando un concierto en la escuelita de Yavi, para un público consistente en un par de alumnos y un par de docentes, y uno que otro oyente.
Cuando terminó el recital, Yamila se bajó del escenario para seguir compartiendo anécdotas, abrazos, y firmas con la gente.
"Para ser cantor nacional y popular, hay que ir a cantar a estos lugares", dijo con la misma simpatía y ternura con las que entonó todo este espectáculo que tituló "Cafruneando". Otra imagen de este tenor es en un hospital de Uruguay. "El papi llegó a tener tres autos Mercedes Benz, en distintos momentos de su vida -cuenta como para dar noción del nivel que había logrado- pero nunca dejó de ir a tocar a los hospitales", cuenta.
En un clima de intimidad que completó gente que conoció a Cafrune, y que sabía mucho de él, y que asentía con la cabeza cada dato que Yamila brindaba desde el escenario completando la historia que cuentan las canciones del repertorio de su padre con la historia de contexto.
"Cafruneando" se estrenó en San Salvador de Jujuy y siguió su gira por distintas provincias, con motivo de "celebrar y no de homenajear -para que no sea triste-", dice Yamila, el cumpleaños número 80 de su padre que se cumplirá el 8 de este mes.
Para que esta presentación llegue a Jujuy intervinieron el cantor Fava Kindgard y el productor Gustavo Rivero. En la previa del concierto, cantaron Pucho González y Fava. Ella, lejos de estar preparándose para salir, atenta y respetuosa, los escuchó desde el costado del escenario, aún sin que el público pueda verla. Pero sí se la escuchó gritar "bravo!!" cuando los aplausos se cerraban a una composición de Fava que compartió en este contexto.
Acompañaron a Fava en su interpretación, Nahuel Yugra y Facundo Tolaba.
Y siguió escuchando apoyada en el marco de la puerta que está al costado del escenario, a sus colegas jujeños, extasiada con sus voces y humildemente aplaudiéndolos admirada.
Yamila, que acompañó su canto con mates en el escenario ampliando enormemente la cercanía de un encuentro sin estridencias, ni estructuras formales, subió al escenario ante el calor de los aplausos de una platea que estaba ansiosa de escucharla cantar las canciones de su padre. "Nunca antes lo había hecho", dijo, "porque hace veintitrés años que recorro los escenarios con mi propio repertorio", comentó, y muchas veces la gente cuando bajaba del escenario, le pedía que haga las canciones de su padre.
Subió al escenario y se ubicó con su guitarrista Osvaldo Burucuá, a un costado -para dejar ver la pantalla central donde se fueron proyectando las fotos de Jorge Cafrune-, sentados cómodamente, con el mate al costado, listos para empezar a "charlar".
"Camino a Campo Santo" fue una de las primeras interpretaciones. Siguió "La finadita" y mostró una foto de Jorge Cafrune bebé. De pancita en un vellón, en la casa de campo donde nació.
La próxima foto era una de cantor sin barba. "Es que hacía poco le había tocado la colimba"- cuenta ella- confirmando que fue el único tiempo en que él anduvo sin barba. También dijo que en ese tiempo, aún soltero, tuvo una novia en Jujuy que se llamaba Marta, y que por ella él pidió ese destino para hacer el servicio militar obligatoria de aquel entonces.
Mostró y contó la foto de su primera formación musical, Las Voces del Huayra. La Negra Cabana, cantora y gestora jujeña, desde la platea miraba emocionada recordando y asintiendo.
"Cuando yo nací", siguió contando Yamila, "el papi tenía que ir a una radio, y en esa audición me dedicó una canción de cuna, que alguien lo grabó, y yo la tengo conmigo", cuenta con una sonrisa en el rostro indescriptible. Yamila conserva esa grabación en un disco de vinilo que tiene una sola pista porque tiene sólo esa canción.
Y cantó también esa canción tan significativa en su vida.
Cafrune papá
Aunque Cafrune tuvo tres hijas más con su madre (Victoria, Soraira Delfina y Eva Encarnación), y dos más con una última compañera (Juan Facundo y Macarena), Yamila expresa enamorada: "Dicen que las primera hijas con las novias de sus papás….", y muestra una fotografía en los brazos de su progenitor.
Con esta presentación, la otra faceta que se vio claramente de nuestro cantor, fue la de su paternidad. Cuando él falleció, Yamila, la mayor, tenía 12 años y su hermana menor nació dos meses después. En la mayoría de las fotos está con sus hijas, en espectáculos, en giras, en encuentros y guitarreadas con grandes de la historia del folclore nacional, sobre todo con ella.
Una de las fotos que también llamó la atención fue la de Cafrune con una pantalón clásico, y ella contó que era de antes de que ella naciera, porque él había hecho una promesa que era que si su hija nacía bien, el nunca más se sacaría el traje de gaucho. Por esto es que tenía los trajes de fajina y de gala, y nunca se lo vio con otra ropa que no sea la de gaucho. Tampoco sin barba.
Su siguiente formación fue la de Los Cantores del Alba.
Un paréntesis importante merece las canciones y narraciones dedicadas a la histórica gira "De a caballo por mi patria", que llevó a Cafrune, y muchos seguidores por todo el país. "Mi mami tuvo que aprender a manejar y manejó un camión para ayudar al papi en la gira", cuenta ella reflejando la unión familiar y el compromiso que no era sólo de Cafrune.
Cuenta que cuando él llegaba a los pueblos, la gente salía a caballo a recibirlo, y colaboraba con la cruzada, sobre todo porque Cafrune ya estaba prohibido y por lo tanto no lo contrataban, y entonces no había recursos para mantener a los artistas que lo seguían en la gira.
En la tercera edición del Festival de Cosquín, fue consagración, el primero logrado por el aplauso del público. Y su primer disco se tituló "Emoción, canto y guitarra", que es lo que él contestó cuando le preguntaron que tenía para ofrecer en el escenario mayor de uno de los festivales que hoy son los más importantes del país. En el segundo de Jesús María fue abanderado del desfile del Éxodo Jujeño.
Las fotografías seguían siendo el puntapié para contar historias y anécdotas. Yamila habló de cuando filmó la película "Ya tiene comisario el pueblo" con Tristán y Ramona Galarza, entre otros tantos célebres de la pantalla nacional; su encuentro con Rafaela Carrá que lo tuvo de invitado en su programa italiano; el momento en el que él presenta a Mercedes Sosa en Cosquín; y cuando hicieron con Hugo del Carril su primera gira por Estados Unidos.
Una foto con Perón, habla de que "el papi fue peronista, y peronista de Perón", dice Yamila, "aunque muchos digan que era de izquierda". "Él lo fue a ver en Puerta de Hierro", contó.
Y siguió cantando y contando, las historias más bellas conocidas y desconocidas del cantor nacido en El Carmen y fallecido en un accidente -nunca esclarecido-, que dejó una huella profunda, en su pueblo, en los cantores aún los jóvenes que hoy siguen sus pasos, en la música argentina y en escenarios internacionales.
Se despidió con una canción de Facundo Cabral, agregándole la cuarta estrofa que Cafrune le dedica a su amigo, "No soy de aquí, ni soy de allá"; y tras los agradecimientos, cantó "Virgen Morenita", con esa pista grabada que le permite cantar a dúo con Cafrune.
Y habiendo cerrado el espectáculo con los artistas anfitriones cantando con ella "Zamba de mi esperanza" se bajó del escenario para seguir compartiendo anécdotas, abrazos, y firmas con la gente.