El pujllay vio nuevamente la luz. Después de un año, cientos de comparsas desenterraron al diablo del Carnaval para dar rienda suelta a la alegría y la diversión que estarán presentes durante los próximos días en cada celebración. El tradicional ritual se realizó en diversos sectores de la ciudad, ya que muchos optaron por quedarse en la capital para participar de los festejos carnestolendos que proponen las comparsas capitalinas y así evitar trasladarse hacia otras localidades.
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El pujllay vio nuevamente la luz. Después de un año, cientos de comparsas desenterraron al diablo del Carnaval para dar rienda suelta a la alegría y la diversión que estarán presentes durante los próximos días en cada celebración. El tradicional ritual se realizó en diversos sectores de la ciudad, ya que muchos optaron por quedarse en la capital para participar de los festejos carnestolendos que proponen las comparsas capitalinas y así evitar trasladarse hacia otras localidades.
Finalmente, llegó uno de los días más esperados por los jujeños: el sábado de Carnaval, momento en el que se realiza el tradicional desentierro del diablo, ritual con el que inician los festejos carnestolendos que se prolongarán hasta el Martes de Chaya. Es que a partir de la liberación del pujllay queda oficialmente inaugurado el Carnaval en el que hay "permiso" para la transgresión y los excesos.
SI bien el tradicional ritual lo realizan comparsas de toda la provincia, cada vez son más quienes optan por participar de los desentierros que se realizan en la capital jujeña, donde numerosas agrupaciones disponen todo para concretar este ritual ancestral. Así sucedió en distintos sectores barriales, donde las comparsas se congregaron durante las primeras horas de la tarde para recibir al diablo del Carnaval.
Con el mojón listo, decorado con coloridas serpentinas, papel picado y con música de fondo, cada agrupación procedió al desentierro. Representado por un muñeco de trapo, el diablo salió de adentro de la apacheta donde permaneció enterrado durante todo un año, para dar rienda suelta a la alegría, las risas, los deseos reprimidos y así vivir a pleno el inicio de un nuevo Carnaval en el que se dice que "todo vale".
Agitando sus banderas, entre sones carnestolendos y con bombas de estruendo, las comparsas iniciaron el festejo. Grandes nubes de talco y espuma de colores no faltaron en cada mojón para dar el marco ideal a esta gran fiesta. La celebración se prolongó hasta la madruga con las infaltables bebidas que pusieron a los invitados a tono con la fiesta carnavalera.
Desentierro en los barrios
En el barrio Mariano Moreno, ayer la comparsa “Juventud, alegría y amistad” vivió a pleno el inicio del Carnaval. Se trata de una comparsa familiar que desde hace 26 años tradicionalmente realiza el desentierro, ritual al que se suman vecinos del mencionado sector barrial, específicamente en las calles Estados Unidos y San Lorenzo.
David y Adriana Miranda, referentes de la agrupación, señalaron que cada año realizan este evento para compartir con las familias que residen en la misma cuadra donde se congregan. “Nos juntamos desde temprano, nos "vacunamos’ y de ahí a las 14 vinimos al mojón para desenterrar al diablo y divertirnos en familia. El baile continúa durante toda la noche en un salón y continuamos los festejos hasta el Martes de Chaya”, dijeron.
Destacaron que todos los años cumplen a rajatabla con el ritual por cuanto lo asumen como un “compromiso” y para ello se preparan todo el año junto a cada uno de los “padrinos” de la comparsa.
De igual manera celebraron los integrantes de la comparsa “Los alegres residentes de Cieneguillas”, quienes desenterraron al pujllay en el barrio San Cayetano con un gran festejo al que adhirieron numerosos vecinos de la zona y de sectores aledaños, por lo que el mojón se vio colmado de gente.
Como su nombre lo indica, esta agrupación está integrada fundamentalmente por familias oriundas de la localidad puneña de Cieneguillas que residen desde hace varios años en la capital jujeña, quienes hace casi 20 años decidieron agruparse para celebrar el Carnaval. Lucio Gaspar y Saúl Huanco, presidente y vicepresidente de la comparsa, explicaron que “esta es una forma de traer y revivir la cultura de nuestro querido pueblo de Cieneguillas; es un orgullo poder hacerlo junto a toda esta gente que año a año se suma y permite un crecimiento de este gran festejo”.
Explicaron que todo lo que brinda la comparsa lo hace desinteresadamente, de manera gratuita para todos los presentes ofreciendo bebidas, música y baile, para lo cual se preparan con tiempo. Además, remarcaron que continuarán con actividades toda la semana.