Se conoce como Santa Rita al barrio que nace en la Usina, allí donde la Virgen del Abra recibe su misa de bienvenida a Tilcara, costeando el Huasamayo hasta la banda frente a las Siete Vueltas. Entre el camino y el lecho, terrenos donde las casas se cobijan bajo un verde cuya sombra, atípica en la zona, nos habla de acequias abundantes que nutren chacras, frutales, arboledas y corrales.
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Se conoce como Santa Rita al barrio que nace en la Usina, allí donde la Virgen del Abra recibe su misa de bienvenida a Tilcara, costeando el Huasamayo hasta la banda frente a las Siete Vueltas. Entre el camino y el lecho, terrenos donde las casas se cobijan bajo un verde cuya sombra, atípica en la zona, nos habla de acequias abundantes que nutren chacras, frutales, arboledas y corrales.
Hacia el otro lado del camino, uno de los accesos más cortos a la Garganta del Diablo.
No es justamente el Huasamayo, cuya bajada anual sabía convocar a los vecinos para ver rodar las rocas en el agua, el tema que preocupa a los vecinos que se reunieron el sábado, sino la que baja por el faldeo del cerro que comparten con el barrio La Falda.
El estado de la calle, por la que llegará en la Pascua la procesión mariana y que fue reemplazada por un camino en el lecho, es desde la última lluvia una huella que por momentos se pierde.
Tras la reunión, los vecinos tratan de resumir las inquietudes que los convocaron a juntarse, y se nos habla de una acequia alta que, tras ser limpiada, desagota entre las casas rompiendo otras acequias, tapando el camino y poniendo en riesgo varias casas. Una de las vecinas dice que "en la última lluvia formó prácticamente un río que corrió hacia abajo. Conversamos con Guillermo Sadir, director de Recursos Hídricos, quien se comprometió a venir para ocuparse del tema".
La situación del camino les hace decir que "no puede ser que dependamos de la Semana Santa para que esté transitable, cuando se limpia para el paso de la procesión". Otro vecino agrega otros temas que los preocupan: la limpieza de la acequia, obstruida por varias construcciones nuevas, y la calidad del agua que lleva, que es la que consumen.
Otro huayco al que desaguó un trabajo de defensas inconcluso, algo más cerca de la Usina, produjo una bajada de barro y piedra que afectó terrenos y cortó el camino, "que, si hubiera llovido más", agrega una vecina, "es tanta la pendiente que afectaría a más familias", por lo que otra de las voces suma que "cualquier acción que se realice debe ser consultada con nosotros y no hecha de forma parcial, porque todo lo parcial perjudica a otro vecino".
Otra de las opiniones aclara que "hay quienes dicen que nos quieren sacar porque vivimos en una zona de riesgo, pero creo que deberían hacerse estudios serios, investigaciones teniendo en cuenta la opinión de la gente, para que haya una buena gestión del riesgo hídrico". Estos y otros motivos llevaron a los vecinos a pedir audiencias al intendente y a Recursos Hídricos.