La responsabilidad es su motivación. Son los primeros en iniciar la mañana ofreciendo y llevando las noticias, los análisis y las nuevas tendencias publicados en El Tribuno de Jujuy y otros periódicos locales.
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La responsabilidad es su motivación. Son los primeros en iniciar la mañana ofreciendo y llevando las noticias, los análisis y las nuevas tendencias publicados en El Tribuno de Jujuy y otros periódicos locales.
Hoy se homenajea a los repartidores de diarios, en memoria de la muerte de Florencio Sánchez, quien creó el término “canillita”.
Como cada 7 de noviembre, hoy los canillitas de todo el país celebran su día. Nuestro medio conoció el relato de dos trabajadores de oficio, quienes a diario ya sea en un kiosco, en una esquina o deambulando hacen posible que las noticias lleguen a los lectores.
Cada mañana, a partir de las 5, Rafael Fabio Valeriano, se dirige a "su esquina", entre calle La Madrid y Alvear, para vender diarios y revistas. Con su bolsito y un diario en mano, nos cuenta que se inició en el oficio con tan sólo 17 años de edad, luego de culminar sus estudios secundarios. Es un hombre que tiene muchas historias para contar. Con más de treinta años de dedicación a la venta, su trato con los clientes es cordial. "Todos los días, llueve, truene o granice, me ubico en esta esquina para vender", dice Valeriano, quien hoy persiste en el rubro gracias a la clientela que se ganó con el pasar de los años.
Sobre el significado que le otorga a esta fecha, comentó que vender diarios, lo ayudo a crecer de manera social y económica, "si uno lo toma como un trabajo, le pone voluntad y es responsable puede crecer, yo pude criar a mis hijos y construir mi casa", resaltó.
Un negocio que creció
Con música folclórica de fondo y mientras terminaba de acomodar los diarios, Víctor Villafañe, quien trabaja durante la semana en su puesto de revistas ubicado sobre calle San Martín y Necochea, contó que hace casi 20 años se dedica al rubro. "Empecé vendiendo diarios y revistas y de a poco fue creciendo mi negocio y hoy, gracias a Dios puedo sostener las ventas", relató.
Y es que este oficio, al que le dedica varias horas del día, le regaló muchos amigos y clientes que cuando tienen oportunidad, lo saludan de manera afectiva. Villafañe contó que una de las anécdotas graciosas que vivió fue cuando un día ingresó a su local una comadreja, y "demoré por lo menos 3 horas en poder sacarla", contó entre risas.
Al finalizar, mencionó que nunca imaginó dedicarse a la venta de diarios y revistas, y hoy se siente agradecido por trabajar de ello.