Un traumático hecho de inseguridad dejó a una familia bajo atención psicológica como consecuencia de haber sufrido el feroz ataque por parte de seis "motochorros" en un tramo de la ruta provincial N° 8.
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Un traumático hecho de inseguridad dejó a una familia bajo atención psicológica como consecuencia de haber sufrido el feroz ataque por parte de seis "motochorros" en un tramo de la ruta provincial N° 8.
La denuncia pública fue realizada por una mujer a El Tribuno de Jujuy, donde además acusó a la Policía por no haberle brindado apoyo o interiorizarse del caso.
En desgarrador relato es de una víctima de 30 años sobre lo sucedido el jueves 8 de julio alrededor de las 19 y cuando transitaba por un tramo de la ruta 8 entre la provincial N° 2 y la localidad de Los Alisos, sufrió un violento ataque del que agradeció poder estar con vida.
La madre y dos pequeños hijos viajaban en un automóvil de gama baja de color rojo, cuando sorpresivamente un motociclista se cruzó en su camino obligándola a reducir la velocidad, habrían sido dos hombres y el acompañante portando un arma de fuego con el que la amenazó.
Recordó que en ese momento sintió que intentaban abrir las puertas traseras donde viajaban los niños, creyendo haber visto a dos mujeres de acompañantes, las que ejecutaban esa acción que no se concretó por estar trabadas las puertas, a la vez que el mayor gritaba que querían llevarse a su "hermanita" escena que fue observada por la conductora a través de los retrovisores.
Desesperada carrera
Con la voz quebrada indicó que sin pensarlo y ante el pedido de su hijo aceleró provocando que la moto que iban adelante también acelerara hasta que en un momento dado perdió el control y derrapó.
Las otras dos motos continuaron con la persecución pero se detuvieron al observar que la mujer se dirigía en dirección a ruta nacional 9 y probablemente sabiendo que en ese tramo ya se cuenta con señal de celular.
Al llamar al 911 pidiendo auxilio le dijeron que debía trasladarse a la División Criminalística de Alto Comedero, donde le tomarían una declaración a ella y al niño que en esos momentos se encontraba en shock nervioso.
"Por la salud mental de mi hijo como padres decidimos con mi esposo que no iríamos a la Policía" afirmó la denunciante a la vez que agregó: "Nos sentimos totalmente desprotegidos, jamás me dijeron si necesitaba ayuda, la Policía jamás hizo absolutamente nada, ni siquiera devolvieron la llamada para saber si seguíamos vivos o qué había pasado con nosotros".
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