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18 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Logran engorde en llamas suplementando alimento

Usaron un alimento para complementar la pastura, lo que permitió la suba de hasta 300 gr por día en cada animal.
Sabado, 04 de junio de 2022 01:02

Un estudio de suplementación de alimentos para llamas, que se aplicó en experiencias con productores, permitió mejorar hasta en 300 gramos por día de ganancia de peso al complementarlo con un concentrado energético de maíz, expeller de soja. Analizaron la alternativa que aporta beneficios para la producción de esa carne, y sumaron la medición de gas metano, producido por estos camélidos.

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Un estudio de suplementación de alimentos para llamas, que se aplicó en experiencias con productores, permitió mejorar hasta en 300 gramos por día de ganancia de peso al complementarlo con un concentrado energético de maíz, expeller de soja. Analizaron la alternativa que aporta beneficios para la producción de esa carne, y sumaron la medición de gas metano, producido por estos camélidos.

"Ya hace varios años que venimos trabajando en suplementación de llamas, una modificación en la dieta agregándole algunos alimentos para ayudar a la llama en períodos críticos, en invierno sobre todo donde no hay tanta disponibilidad de pasto, o el que está disponible no es de buena calidad. Se le agrega a la dieta un concentrado y se evalúa la respuesta del animal a ese alimento", explicó Nicolás Chavarría, de la Estación Experimental de Inta de Abra Pampa.

Precisó que el estudio lleva cinco años, y permitió evaluar los resultados de esta alimentación junto a un equipo de investigación de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) en la calidad de la carne que resulta tras ello.

Además de eso, y tras varias modificaciones en el tipo de dieta, el año pasado se sumó otro equipo de investigadores del Inta Castelar, mediante otro proyecto comenzaron a trabajar en el mismo estudio a animales, a quienes se les cambió la dieta y otros "testigo" que siguen comiendo pasto. Se les evaluó en un ensayo incorporándoles un equipamiento para medir la emisión de gas metano, gases de efecto invernadero, además del consumo.

CON ALIMENTO CONCENTRADO

También se estudió la microbiota ruminal, por lo que a la hora de faenar se recuperaron muestras del sistema digestivo de las llamas para seguir estudiando y determinar cuáles son los microorganismos que les permiten a estos camélidos partir del consumo de pasturas inferiores, transformarlo en energía y luego en carne.

"Nuestra idea era probar algunos alimentos concentrados, que tengan un buen valor nutritivo en pocas cantidades", precisó Chavarría. Sucede que en el país es muy difundido el uso de fardos de alfalfa, pero en la Puna el problema es que al tratarse de un producto muy voluminoso y al no producirse en el lugar, se encarece el costo.

Por ello probaron con varios alimentos, maíz, luego con trigo como reemplazo del primero, y para sumarle proteína le incorporaron expeller de soja, un alimento derivado de la industria aceitera, una especie de harina con gran cantidad de proteínas. Entonces usaron mezclas con base a cálculos de requerimientos nutricionales.

"Lo que se obtuvo fue muy buenas ganancias de peso. Tuvimos experiencias de aumento de peso vivo de hasta 300 gramos por día, que para el peso de la llama es un muy buen valor, y logramos que en buenas condiciones se pueda engordar un animal y tenerlo listo para faena en un período entre 30 y 45 días de engorde", destacó Chavarría.

Aclaró que no se utilizó el sistema de engorde a corral o feed lot, sino que los animales siempre están en algún potrero con pastizal natural y en la mañana se les agrega en un comedero, una ración de un suplemento. Eso le confiere al sistema la denominación de suplementación.

Se inició desde el Inta Abra Pampa, que coordina los ensayos y el trabajo conjunto con Inta Castelar, la Unju y la UTN de Buenos Aires que tienen estudios específicos como el de la microbiota ruminal, y se procesaron muestras de lo analizado.

En Inta Abra Pampa se desarrolla el estudio con animales de baja edad, alrededor de 18 meses, y machos descarte que no se les permite ser reproductores y se usan para producción de carne. Paralelamente se hizo dos experiencias comunitarias de engorde, con acompañamiento a productores de Oratorio, Santa Catalina, El Tolar y Santuario que coordinó la Agencia de extensión de Abra Pampa.

Una ONG aportó el alimento, y la idea es que puedan probar qué pasaba con animales suplementados y traten de analizar cómo estuvo la carne, el sabor, más allá del engrosamiento.

Pese al buen resultado obtenido, que se use la suplementación en la Puna dependerá también del costo adicional que supone, el trabajo extra, que pesan ante la dificultad del productor para lograr una buena venta y valor de la carne en el mercado en la región.

Finalmente, Chavarría anunció que prevén publicar un compendio donde se plasmarán las experiencias de suplementación, tanto en la Experimental como en las comunidades.