DANIEL SALAS.
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DANIEL SALAS.
Los turistas que eligieron vacacionar en el destino Tilcara, en el mediodía de ayer recibieron una grata sorpresa y una bienvenida inesperada y muy alegre, acordeonistas y bailarines folclóricos los recibieron con un pasacalle musical bailable y un espectáculo muy participativo en la plaza central.
El Centro Cultural del Acordeón, dirigido por Pascual Cruz y el Estudio de danzas Commac, dirigido por Macarena Mendoza, ambas instituciones de Humahuaca, protagonizaron un colorido y alegre pasacalle artístico desde el Hotel de Turismo Tilcara hasta la plaza “Coronel Manuel Alvarez Prado”, desplazándose por calle Belgrano, ejecutando y bailando el tradicional carnavalito “El humahuaqueño”.
Durante el trayecto, gran cantidad de visitantes de diferentes partes del país, se congregaron a la largo de la arteria que ingresa a la ciudad, retribuyéndole el recibimiento con fuertes aplausos y saludos, y agradeciendo poder conocer un aspecto más de la identidad cultural de los quebradeños.
En el espacio público, donde se sumaron los vecinos del pueblo, los alumnos del acordeonista Cruz, demostraron sus dotes para ejecutar el fuelle, interpretando temas de diferentes géneros (cumbia, chamamé y huayno) que fueron festejados por el público.
Posteriormente, la intervención del cuerpo de baile con vestuario coya, desplegó coreografías basadas en ritmo de cuecas y bailecitos, sumando al público que se contagió de la alegría y bailó hasta el cansancio bajo un agradable sol quebradeño.
La excelente iniciativa de la Municipalidad de Tilcara a través de su secretario de Cultura, Eduardo Escobar, en dar la bienvenida de esta manera a los visitantes, fue muy elogiada, y muchos, pidieron que se repitiera.
Es que lo ejecutado por los acordeonistas y lo bailado por las jóvenes parejas, transmitieron un poquito de esa inmensa alegría que se vivencia en la temporada estival, muy próximos al carnaval.
En diciembre, Cruz ofreció una propuesta similar ejecutando villancicos en Tilcara y en otros pueblos de la Quebrada e inclusive en la Capital jujeña, pero lo de ayer, fue superador.
“Lo hago para mostrar nuestra cultura y estar presente con el Centro Cultural del Acordeón, quiero mantenerme vigente artísticamente en cada lugar donde me dan un espacio para hacer mi música y en este caso con mis alumnos”, comentó.
“Esta vez me invitó el secretario de Cultura, Eduardo Escobar y fui a Tilcara para dar la bienvenida a quienes nos visitan. Y estoy muy agradecido porque me consideran por lo que hago”.
Destacó que “a mucha gente le gustó lo que hicimos, fue una pequeñita parte de nuestro carnaval. Y como músicos que somos, queremos ver a la gente unida, alegre, divertida, y que baile nuestro carnavalito”, prosiguió.
A través de sus palabras, ratificó ese dicho que dice que el alimento del músico es el aplauso: “Así es, están los presentes y también los aplausos, eso nos nutre mucho, como su alegría. Caso contrario sería que nadie aplaude, solamente nos mire, como si no les interesara o gustara. Nos nutrimos de sus aplausos y nos pone muy contentos”, afirmó.
Sus participaciones en actividades como estas, son voluntarias y solidarias, y para ello tiene el respaldo de los padres de los alumnos menores que concurren al Centro Cultural, como también la colaboración del municipio en este caso.
“Los papás hacen sus gastos, y aquellos que no pueden hacerlo, reciben ayuda de otro padre o de mí. Esto lo asumo como una promoción del Centro y de los alumnos, porque no quiero que todo lo que hicimos se pierda; por eso vamos a seguir concurriendo a donde nos inviten”, afirmó.
Más adelante, Cruz se lamentó porque “los músicos muchas veces la pasamos mal, porque no nos reconocen como debe ser o no nos quieren pagar lo que verdaderamente valemos. En consecuencia, decidí seguir por otro camino, que es el de enseñar a los chicos, ‘dejar semilla’ y no pedir mucho a cambio, a pesar que me cuesta, y más aún en esta situación económica muy complicada que nos afecta a todos por igual”.
“A la gente le hace falta alegría por la crisis que estamos atravesando, todos se sumaron a bailar en la plaza, y eso nos hace bien como músicos. La alegría está en compartir, no en competir”, reflexionó.
Consultado cómo se encuentra después de haber atravesado una situación muy complicada de su salud, apuntó sentirse “contento y agradecido a la gente que fue muy solidaria conmigo, como mi pueblo Humahuaca. Y esa manifestación es lo que me incentiva a salir, colaborar, brindar ý enseñar mi música en donde pueda”.
“Después de haber pasado mucho tiempo en cama, después la pandemia, y sin poder caminar, hoy nuevamente puedo hacerlo, estar con los chicos y con el público, sentir los aplausos y recibir el reconocimiento, me hace sentir muy bien”, concluyó.
Con él, ejecutaron sus acordeones, Luján Flores, Gael Mamaní, Santino Pereyra, Facundo Girón, Paulino Yurquina, Laura Apaza, Marina Apaza, Ignacio Fernández y Sebastián Chaira. Y los acompañaron en bombo Lucio Fernández (de Los tarkas, de Santa Rosa) y en redoblante Erminio Méndez (del grupo Alondras).