Se fue Francisco Luis Martínez, un caballero con todas las letras. Amante esposo y padre ejemplar, respetado por sus pares de la Fuerza Aérea y veteranos de guerra de Malvinas, falleció ayer rodeado del amor de su familia. Sus restos serán velados en la sala Futuro hasta el mediodía de hoy y luego trasladados a Güemes donde serán cremados.
inicia sesión o regístrate.
Se fue Francisco Luis Martínez, un caballero con todas las letras. Amante esposo y padre ejemplar, respetado por sus pares de la Fuerza Aérea y veteranos de guerra de Malvinas, falleció ayer rodeado del amor de su familia. Sus restos serán velados en la sala Futuro hasta el mediodía de hoy y luego trasladados a Güemes donde serán cremados.
En abril pasado, cuando se conmemoró el cuadragésimo aniversario de la recuperación de las islas, Martínez recibió los honores como héroe de la patria en la sede de la Primera Brigada Aérea, en El Palomar, Buenos Aires. Allí, este jujeño nacido en El Aguilar, acompañado por su esposa y compañera incondicional, María Aydeé Farfán, se reencontró con sus camaradas y pudo volver a ver el avión Hércules del que fue tripulante durante el conflicto bélico con Gran Bretaña.
Francisco Luis Martínez nació el 3 de diciembre de 1954 en El Aguilar donde cursó sus estudios primarios; a los secundarios los hizo en la Escuela Normal Superior "Juan Ignacio Gorriti", de San Salvador de Jujuy. Completó su formación en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea con asiento en Córdoba. Casado con María Aydeé Farfán, tuvo tres hijos, Luis Ignacio, Santiago Luis y Fabricio Luis.
En la guerra de Malvinas, fue tripulante de un avión de reabastecimiento de combustible en vuelo. El riesgo en cada misión era permanente, una "bomba de tiempo" como relató en el libro de mi autoría "Malvinas en primera persona".
La triste noticia de su partida generó consternación entre los veteranos de guerra y quienes