"Dios, por medio del Papa, eligió a este modelo de pastor por la compasión y para llegar a la compasión hay que padecerla, vivirla, porque no se puede llegar al cielo con los zapatos limpios. Hay tres pensamientos de nuestro padre fundador que quiero compartir con ustedes. En una homilía de Navidad, Juan Bautista Scalabrini dijo que Jesucristo hizo de la pobreza su compañera inseparable, desde la cuna hasta la tumba y desde entonces, ella empezó a recibir, en el cristianismo, los honores de reina. El pobre pasó a ser considerado la viva y hablante imagen de Jesús en la tierra, - estuve de paso y, me recibiste, enfermo y fuiste a visitarme- esa es la compasión. En el pobre, en el migrante, Cristo nos llama a dar una respuesta generosa desde el corazón".
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"Dios, por medio del Papa, eligió a este modelo de pastor por la compasión y para llegar a la compasión hay que padecerla, vivirla, porque no se puede llegar al cielo con los zapatos limpios. Hay tres pensamientos de nuestro padre fundador que quiero compartir con ustedes. En una homilía de Navidad, Juan Bautista Scalabrini dijo que Jesucristo hizo de la pobreza su compañera inseparable, desde la cuna hasta la tumba y desde entonces, ella empezó a recibir, en el cristianismo, los honores de reina. El pobre pasó a ser considerado la viva y hablante imagen de Jesús en la tierra, - estuve de paso y, me recibiste, enfermo y fuiste a visitarme- esa es la compasión. En el pobre, en el migrante, Cristo nos llama a dar una respuesta generosa desde el corazón".
Estos fueron los conceptos vertidos por el párroco Jorge García Méndez durante la homilía pronunciada en la misa, donde se recordó el primer aniversario de la canonización de San Juan Bautista Saclabrini, copatrono de la parroquia Santa Teresita de la ciudad de San Pedro, acontecimiento histórico acaecido el 9 de octubre de 2022, en la basílica San Pedro.
En otro tramo, el padre Jorge relató que a los misioneros que partían para las Américas, el 10 de junio de 1884, el padre fundador les dijo: "Vayan apóstoles generosos de Jesucristo para donde él los llame, les aguardan inmensas fatigas, peligros no pequeños, múltiples tribulaciones, luchas y sacrificios continuos, pero no teman, les acompaña la cruz".
"La vida es difícil pero no hay que temer la cruz, en ella está nuestra fortaleza y nuestro consuelo, porque una cruz sin Cristo no nos salva y un Cristo sin cruz tampoco. Que este testimonio de compasión, que este samaritano con los migrantes toque nuestros corazones y nos ayude a ser más generosos", expresó el párroco Jorge García Méndez.
Cerrando el sentido mensaje, recordó que el año que viene se cumplirán cuatro décadas de viva presencia de la congregación scalabriniana en la provincia de Jujuy y llamó a todos a trabajar para que sea un año scalabriniano con el padre Tarcisio Rubín al frente.
También agradeció el encuentro con los cuatro sacerdotes, los dos scalabrinianos y los dos diocesanos, sosteniendo que fue un signo de comunión donde compartieron la importancia de ser puente. "Como padre Tarcisio nos enseñó aquí en Jujuy, ser nexo entre los sacerdotes y el obispo y ser fraternos con el presbiterio", ejemplificó.
Antes de finalizar el oficio religioso, una integrante de la comunidad ingresó portando un retrato de San Juan Bautista Scalabrini y el padre Jorge convocó a la familia del joven mendieteño misionero scalabriniano Walter Díaz, que, abrazando el ideal de la congregación, se encuentra misionando en Uganda, África. "Gracias a Dios vino la mamá, como parte de la familia de los hijos de Dios, vino esta familia que donó un hijo a la congregación, a la Iglesia. Es un misionero para el mundo, es maravilloso pensar que, desde estas tierras jujeñas, de la localidad de La Mendieta, Dios eligió un hijo que está evangelizando en Uganda". El retrato fue entregado en manos de la madre del misionero.