"Necesitaba sacarme esta obra de adentro, porque si no, me iba a agarrar algo", dice y entonces entiendo la magnitud del espíritu creador de este artista que hace rato le dio a su pincel un brazo social, y ahora lo soltó para pintar con sal.
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"Necesitaba sacarme esta obra de adentro, porque si no, me iba a agarrar algo", dice y entonces entiendo la magnitud del espíritu creador de este artista que hace rato le dio a su pincel un brazo social, y ahora lo soltó para pintar con sal.
El proyecto es el Parque Arte de la Tierra, que se podrá recorrer caminando y viviendo una experiencia especial.
Land art es una corriente artística que consiste en hacer obras de arte que se funden en la naturaleza. Teves la estudió y pensó en nuestras Salinas, donde está realizando el Parque Arte de la Tierra.
Se trata de un diseño bocetado en base a conceptos y espiritualidades de la cultura andina, que luego se llevó a este espacio, mayor al de una cancha de fútbol.
Allí una figura concéntrica invita a reflexionar sobre la vida, desde una mirada muy general, hasta llegar al centro, donde hay una chakana, que significa el encuentro con uno mismo. Estamos en presencia de una obra única en el mundo, que seguramente será una postal más de nuestra Jujuy.
¿Cuándo comenzaste a pensar en land art?
En 2011 tengo el primer contacto con el land art. Es arte hecho con la tierra, de manera no contaminante, biodegradable y de características ecológicas.
Es un arte que sirve como manifestación por el arte mismo. No está vinculado al mercado tradicional del arte, como las ventas en las galerías o las exposiciones de los museos.
La expresión más grande que se conoce es la palmera que hay en Dubái, que se hizo con una acumulación de piedras que se fueron poniendo en el mar, dándole forma de palmera. Con el tiempo se va a degradar y se va a volver a integrar a la naturaleza
¿Cuándo te decidiste a hacerlo?
Yo empecé a pensar que podía hacer land art acá en Jujuy hace muchos años. En mi cabeza se sembró una semillita, un desafío de algo nuevo. En el 2008 tuve otras ideas, porque fui buscando otras opciones de land art, hasta que descubrí que quería hacerlo en las Salinas Grandes de Jujuy porque me parecía el escenario más fabuloso que tenemos.
Primero se me había ocurrido hacer unos árboles con material reciclado pero a la vez, eso no era biodegradable, no cumplía con todas las función.
¿Hay un reglamento o protocolo para que un artista se sume a esta corriente?
Solo que el proyecto sea amigable con la naturaleza. Por ejemplo, yo puedo pintar un pedazo de un cerro, pero tiene que ser con una pintura biodegradable o con tierra de colores, materiales que no afecten el medio ambiente, y que con el tiempo se integren o se pierdan en la naturaleza.
Es un tipo de arte bastante moderno. Surge de alguna manera, como un tipo de protesta al arte convencional, que está encerrado en las galerías del mundo y no sale al exterior. Entonces, de pronto vas caminando por un bosque en Estados Unidos, y te encontrás un nido gigante con forma de hornero, hecho con ramitas, por el que vos atravesás caminando.
¿Cómo te surgió la idea de trabajar en las Salinas?
Tengo muchos años de trabajo, y una disciplina, pero igual esto significó un desafío. Primero para encontrar una idea en las Salinas.
Se me ocurrió mirando la foto que se saca normalmente la gente en las Salinas, reflejada en la piletita. Y pensé: "Si a esta pileta yo la extiendo y hago una línea que doble para un lado, y sigo, ya puedo tener una línea continua con que dibujar en el piso". Esa fue la primera revelación que tuve, como la gran idea.
Eso fue lo que me permitió hacer todo lo otro, darme cuenta de que yo podía cavar en las Salinas, hacer que eso se llene de agua azul y darle la forma que yo quiera. Finalmente, eso va a quedar como un canal de agua con la forma que yo quiera.
A partir de ahí, empecé a buscar el diseño. Porque una vez que uno tiene la técnica -que la desarrollamos nosotros, porque nadie en el mundo está haciendo esto de cavar en sal-, tenés que pensar el tenor.
Pensamos una temática muy relacionada con nuestra cosmovisión andina, desde lo macro hasta lo mínimo.
El parque termina en una figura central que es la chakana, figura principal de la cultura andina, que significa el encuentro con uno mismo.
El parque es como que empieza desde la galaxia, pasa por el sistema solar, el planeta Tierra, y el camino termina finalmente en la chakana, donde uno se encuentra con uno mismo.
La técnica no hace nada sola, la tenemos que llenar de contenido artístico y sentimiento.
¿Qué permisos tuviste que pedir?
Yo escribí el proyecto y realicé los bocetos, conseguí el contacto con una comunidad en las Salinas (hay varias), hablé personalmente con ellos, explicándoles cómo se haría. Se sorprendieron por la magnitud del proyecto, pero no tuvieron miedo en ningún momento. Lo hicieron suyo naturalmente.
Una vez que tuvimos este ok, que para mí es el 80 por ciento de todo, porque sin ellos no se puede hacer nada, siguieron las gestiones para conseguir auspiciantes privados.
También contamos con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación, una beca del Congreso de la Nación, y del Ministerio de Cultura y Turismo de Jujuy.
¿En tu proyecto, que objetivo te planteaste?
Poner al arte en un lugar que concientice sobre ecología, como medio de comunicación para hablar sobre la urgencia del planeta; y que sea un recurso de explotación turística para las comunidades.
Pero pensando en mí, lo hice porque necesitaba sacármela de adentro a esta obra, porque si no, me iba a agarrar algo.
Ya lo hice. Los salineros de la comuna hacen la pileta, y cuando yo me vaya son ellos quienes tienen que mantener la obra. Se está haciendo una pirámide para mirador.
¿Qué proyecciones puede llegar a tener semejante idea en tu camino?
Con esta obra estoy ahora participando en una bienal de land art en Suiza.
A mí en lo personal como artista, me sirvió para sacarme este proyecto de adentro. Mi beneficio está en el paquete audiovisual que yo me llevo, registro fotográfico y el desarrollo de esta técnica nueva, que me permite llevar el proyecto por cualquier parte del mundo.
Lo quise registrar, y me di con que en el país no hay una ley que proteja los derechos de autor en land art. Quizás este antecedente sirva entonces para modificarla.
¿Cuándo empezaron a trabajar?
Comenzamos en marzo de este año. La excavación está terminada y estamos terminando la construcción de la pirámide y algunas instalaciones que tiene que haber.
Después de eso ya estaríamos en condiciones de hacer la apertura. La idea es que sea antes de fin de año.
La inauguración será junto a la gente de la comunidad, para que ellos puedan hacerse cargo, apropiarse de la obra. Será darles la llave en mano de la obra.
El público reflexionará invitado por el silencio y el marco de ese desierto blanco. En la pirámide, va a haber una placa que explique el concepto del arte y los autores-creadores del parque.
¿Cuánto tiempo durará la obra?
Puede estar indefinidamente, mientras la comunidad lo mantenga. En el momento que se deje de hacer, la naturaleza misma se va a encargar de integrar todo y desaparecerá, pero estoy seguro de que la van a cuidar.
Equipo y proceso de creación
Hubo que formar un equipo apropiado para trabajar, porque esto nunca se hizo en Jujuy. “Tenemos el apoyo de los salineros, que son los que saben trabajar el material, pero nunca han hecho arte. Y yo sé pintar, pero no trabajar con sal”, cuenta el artista. “Todo fue nuevo para ellos y para mí. Tengo veinte años de carrera, pero en todo este tiempo, solo me preocupé por aprender a pintar. Me propuse ser un profesional en ese sentido, preparado para evolucionar y salir al exterior. Pero sólo en eso. Nunca había pensado como empresario, ni gestor cultural, ni alguien que tenga que buscar auspiciantes, convencer a los inversores, etc.
Todo eso lo fui aprendiendo ahora, en estos últimos dos o tres años”, confiesa. Armó un equipo, con dos artistas amigos que siempre lo acompañan en sus “travesuras” -tal como él define-, y eso es recíproco. Ellos son Nico Anún (gran muralista, con similares aspiraciones a la hora de popularizar el arte, y ponerlo en lugares cercanos a la gente) y Facundo Cañazares, que ayudó a marcar el diseño (dibujo). “Tuve que fabricarme una maquinita para ir dibujando sobre las Salinas, hacer una escala del dibujo, marcar, y hacer una construcción geométrica del mismo. Entre los tres hicimos un dibujo enorme”, detalla.
El parque está en una superficie de 100 metros por 60 de ancho. Tardaron cuatro días con los artistas para marcarlo. Después entraron los salineros con una sierra para sal, que cortaron el dibujo. Y después entró la máquina retroexcavadora para retirar los restos, porque son paneles muy grandes. Lo que siguió fue perfilar los bordes. En todo ese proceso, Teves estuvo presente. Finalmente, con los escombros se está armando una pirámide que va a servir de mirador en el centro del parque, desde donde se va a poder apreciar todo el trabajo completo.
Esto tiene por otra parte, un proceso natural. “Cuando terminemos nosotros, va a tardar un poco en llenarse de agua, va a tardar un tiempo también en quedar blanco, porque las Salinas es un cristal que va creciendo (si lo filmamos ahora, por ejemplo, va a estar marrón por el mismo movimiento de la obra), pero cuando caiga una lluvia, eso va a quedar blanco”, dice. Y concluye emocionado: “Cuando se llene de agua, va a estar terminada la obra”.