La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte a nivel mundial y Argentina no es ajena a ello. Hoy en el Cepam cardiólogas jujeñas de la Sociedad Jujeña de Cardiología expondrán acerca de este riesgo cardiológico en una actividad organizada por el Día Internacional de la Mujer.
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La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte a nivel mundial y Argentina no es ajena a ello. Hoy en el Cepam cardiólogas jujeñas de la Sociedad Jujeña de Cardiología expondrán acerca de este riesgo cardiológico en una actividad organizada por el Día Internacional de la Mujer.
Se convocó a tomar parte de las charlas participativas que se realizarán mañana, de 9 a 12, en el Centro Provincial de Adultos Mayores, de Alvear 1152, donde participarán como invitados profesionales de la Sociedad Jujeña de Cardiología, Mudeba e Instituto "Caricias del alma". Participarán la presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, Gabriela Zeballos, vicepresidente Laura Flores y Guillermina Eleit, del área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología-Jujuy.
"El Cepam en conjunto con la Sociedad Jujeña de Cardiología vamos a hacer una charla informativa sobre factores de riesgo cardiovasculares en la mujer y cómo controlarlo; y luego va a haber talleres de folclore y zumba donde las mujeres serán las protagonistas. También habrá charlas de cuestiones legales y cuestiones psicosociales en la mujer", explicó la cardióloga Laura Flores, vicepresidente de la Sociedad Jujeña de Cardiología.
Según el área Corazón y Mujer, en acción por la salud cardiovascular de la mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología, "al igual que el varón, la mujer se ve expuesta a los llamados factores de riesgo tradicionales" como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, pero que operan en ella de un modo diferente, y de acuerdo con los datos de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, estas condiciones se encuentran en aumento.
Al respecto, Flores explicó que prevé abordar en la charla algunos mitos buscando desterrar la idea de que las mujeres siempre tienen presión baja, hábitos saludables como ejercicio físico y alimentación, la cesación tabáquica, además de orientar cómo y cuándo realizarse controles cardiovasculares.
"Lo que queremos resaltar es que la mujer también puede sufrir problemas cardiológicos, porque pasada cierta edad por ejemplo 45 años, tenemos que hacernos más controles porque igualamos el riesgo cardiovascular a los hombres. Es la posibilidad de sufrir eventos cardiovasculares, infartos, ACV, trombosis, embolia, por ejemplo", explicó. Sostuvo que la idea es hacer prevención cardiovascular para evitar llegar a una etapa donde los factores de riesgo son predominantes.
Planteó que la enfermedad cardiovascular en las mujeres lleva varios factores, puede ser arteriosclerosis, que va a generar cardiopatía isquémica que da la posibilidad de sufrir infartos, sea varón o mujer, y puede tener insuficiencia cardíaca. "Por eso es tan importante trabajar en los factores de riesgo, la arteriosclerosis, controlando el colesterol, previniendo la hipertensión arterial", explicó. Sostuvo que entre la población con hipertensión arterial, "el 50% de los pacientes hipertensos no lo saben, y de los que saben sólo el 50% tienen un tratamiento adecuado", explicó.
En tanto, sobre la incidencia de la maternidad explicó que depende de cómo lo curse, porque hay quienes tuvieron hipertensión en esa etapa y están más predispuestas a quedar hipertensa al igual que si tuvo diabetes gestacional. Por ello consideró clave hacer planificación familiar para determinar qué predisponentes tienen. Sostuvo que la falta de información genera que no consulten o no se hagan los controles a tiempo, por lo que recomendó que la mujer se haga un chequeo anual luego de los 45 años, y antes llevar hábitos saludables en alimentación, hacer actividad física y alejarse del tabaquismo.
Ciertas enfermedades que predominan en ellas
Desde el Área Corazón y Mujer, en acción por la salud cardiovascular de la mujer "Doctora Liliana Grinfeld", de la Sociedad Argentina de Cardiología se plantea que además de los "factores de riesgo tradicionales" como hipertensión arterial, diabetes, obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo; la mujer se ve expuesta a factores de riesgo únicos ligados a la esfera hormonal y edad fértil, como la hipertensión del embarazo, la diabetes gestacional o el parto prematuro que se asocian a mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular futura. Informa por otra parte que hay ciertas enfermedades que predominan en la mujer como las enfermedades autoinmunes y el cáncer de mama que también constituyen factores de riesgo por sí mismos o por los tratamientos asociados.
La depresión es otro factor de riesgo fuertemente asociado a enfermedad cardiovascular y sería también más frecuente en la mujer. Recientemente se reconocieron ciertos factores de riesgo para enfermedad cardiovascular no convencionales ligados más al género femenino como la violencia de género, las condiciones socioeconómicas desfavorables y el bajo nivel educativo, que se asocia a peores condiciones laborales, maternidad y crianza monoparental con postergación y descuido de la propia salud.
A pesar de esta realidad, existe una percepción errónea del riesgo cardiovascular de la mujer por la propia mujer como fue demostrado en la primera encuesta del año 2006 realizada por el Área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología y ratificada por el mismo grupo en la segunda encuesta de percepción del año 2021: más de la mitad de las mujeres considera que la principal causa de muerte son los tumores ginecológicos y no la enfermedad cardiovascular. Esta disparidad entre realidad y percepción demanda acciones urgentes de concientización sobre la población en general y sobre la población objetivo. Por otra parte, es necesario concientizar a los profesionales de la salud que asisten a la mujer acerca de las diferencias por sexo y género en los factores de riesgo y en la enfermedad cardiovascular.
Anteriormente, las mujeres recibían tratamiento menos intensivo para enfermedades del corazón y se realizaban menos estudios diagnósticos y por ello muchas eran por fin diagnosticadas con enfermedades del corazón cuando se encontraban en un estado más avanzado de la enfermedad y su pronóstico era peor.