La Quiaca desde hace siete días vive un tenso clima institucional. 67 millones de pesos, necesita el municipio para cancelar los sueldos del mes anterior. Todo se originó el sábado último, cuando los trabajadores de la comuna fueron hasta el cajero para percibir sus haberes. Ahí se dieron con la ingrata novedad, el sueldo correspondiente al mes de junio no estaba acreditado.
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La Quiaca desde hace siete días vive un tenso clima institucional. 67 millones de pesos, necesita el municipio para cancelar los sueldos del mes anterior. Todo se originó el sábado último, cuando los trabajadores de la comuna fueron hasta el cajero para percibir sus haberes. Ahí se dieron con la ingrata novedad, el sueldo correspondiente al mes de junio no estaba acreditado.
Esto generó malestar y el inicio de medidas de fuerza, sin atención al público en las distintas áreas, además de la permanencia de trabajadores en las puertas del edificio ejecutivo y Concejo Deliberante. Según el jefe comunal quiaqueño, Blas Gallardo, "el gobierno provincial pretende extorsionar al pueblo de La Quiaca, al no enviar la ayuda financiera para abonar los sueldos, como venía ocurriendo meses anteriores".
Al tiempo que denunció, "los concejales opositores, con el aval del gobernador Gerardo Morales, intentaron realizar una sesión especial y exprés con el objetivo de suspenderme en el cargo; los ediles Hugo Barros, Felisa Nieve (Juntos por el Cambio) y Mirta Moscoso (Partido Justicialista) querían suspenderme por 90 días".
Dichos concejales elevaron un pedido de informe a la Secretaria de Asuntos y Relaciones Municipales, dónde su titular, Pablo Mayans informó que el municipio quiaqueño adquirió un préstamo de 14 millones de pesos en dos tramos, durante el ejercicio 2022 y 2023. Con ese argumento, Barros, Nieves y Moscoso, más denuncias de vecinos, como así también de empleados municipales que ingresaron en la presente semana, consideran que hay motivos suficientes para suspender a Blas Gallardo en sus funciones.
En una especie de mitin político, los tres concejales junto a un grupo de empleados municipales, remarcaron la urgencia y necesidad de la suspensión e intervención del municipio quiaqueño por parte del gobierno provincial.
Empleados a la espera
Mientras, los trabajadores están en ascuas, al no saber cuándo se les hará efectivo los salarios para enfrentar deudas y la alimentación diaria de sus familias. "Esto se transformó por parte de un sector y concejales en una disputa política, a nosotros nos importa más saber el tema de los fondos porque hay familias que no tienen ni para comer, si quieren suspender al intendente háganlo en otro momento. A los empleados nos convoca el pago, no otras cuestiones" señalaron.
"Escuchamos decir que si hay suspensión, los fondos serán depositados, están jugando con la necesidad de nosotros en vez de darnos una solución", culminaron.
Para hoy se espera una conferencia de prensa del intendente Blas Gallardo y la presidenta del Concejo Deliberante, María Laime, para informar las gestiones realizadas en San Salvador de Jujuy y Buenos Aires, y sobre el pago.