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15 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Inhalar monóxido de carbono apareja graves consecuencias

Es fundamental asegurarse el correcto funcionamiento de los artefactos de calefacción y ventilar ambientes.

Jueves, 20 de julio de 2023 00:00

Con la llegada del frío y en procura de evitar intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono, resulta fundamental asegurarse el correcto funcionamiento de calefones, termotanques, calderas, estufas y cocinas.

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Con la llegada del frío y en procura de evitar intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono, resulta fundamental asegurarse el correcto funcionamiento de calefones, termotanques, calderas, estufas y cocinas.

La empresa Gasnor recomendó revisar la instalación de los artefactos que tenemos en nuestras casas y tener en cuenta algunos signos de alarma. Destacó que "comenzamos a convivir con el monóxido de carbono, resultante de la combustión deficiente de una fuente energética como puede ser el gas natural. Es una sustancia que carece de olor, color y sabor, y es altamente tóxica. Cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente, la combustión es incompleta y se produce monóxido de carbono. El monóxido de carbono ingresa al cuerpo a través de la respiración y puede provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e incluso la muerte", advirtió.

Si bien este gas es imperceptible, hay indicios de que señalan la presencia de monóxido de carbono en el ambiente tales como la coloración amarilla o anaranjada de la llama, en lugar de color azul.

También la aparición de manchas o tiznado en las paredes; decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación de gases o alrededor de ellos.

Para evitar accidentes, Gasnor exhortó a revisar periódicamente el estado de las instalaciones internas de gas del hogar por medio de un gasista matriculado. No instalar calefones, estufas infrarrojas, catalíticas o de llama abierta en baños, dormitorios o ambientes cerrados. Solo deben colocarse artefactos de tiro balanceado.

RECOMENDACIONES | LLAMA AZUL, VENTILACIÓN, COCINAS Y ARTEFACTOS Y CONDUCTOS SEGUROS.

Todas las instalaciones de gas, la colocación de artefactos y su reparación deben ser efectuadas por gasistas matriculados, reiteró.

Asimismo, recomendó no obstruir las rejillas de ventilación e ingreso de aire; verificar el buen funcionamiento de los tirajes o conductos de ventilación, de modo que no estén obstruidos, estrangulados, fisurados desconectados o abollados y no realizar combinaciones ni conexiones de conductos de ventilación de dos artefactos diferentes (calefones y campanas extractoras). Cada conducto de ventilación debe ser individual.

Durante el uso se debe controlar que la llama del quemador de los artefactos (poniendo especial énfasis en el calefón) sea de color azul y de geometría uniforme, si fuese amarilla significa que está produciendo monóxido de carbono. En este caso, apagar el artefacto y hacer revisar el quemador por un gasista matriculado.

Verificar el cierre correcto de las canillas de agua caliente, especialmente durante la noche, para evitar el funcionamiento continuo de calefones.

En caso de que alguna persona esté bajo los efectos del monóxido de carbono, deberá ser rápidamente retirada del lugar para que aspire aire fresco y deberá ser atendida por un médico. Periódicamente hay que ventilar los ambientes.

Cómo afecta a nuestro organismo

El monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales. Ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizarlo. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón.

Se lo llama el asesino invisible porque no tiene olor, color ni sabor, como tampoco irrita los ojos ni la nariz. Estas intoxicaciones son más frecuentes en épocas frías porque aumenta el uso de todo tipo de calefactores y porque suelen cerrarse las puertas y ventanas impidiendo la llegada de aire fresco. Cualquier artefacto que utilice material combustible como gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos, puede producir monóxido de carbono cuando se quema en forma incompleta.

Si el único medio para calefaccionar el hogar es un brasero, es necesario tomar las siguientes precauciones: encenderlo fuera del hogar e ingresarlo a la casa cuando no se observe el desprendimiento de humos. Asimismo, mantener una ventilación del ambiente que asegure el ingreso de aire limpio; no dormir con el brasero encendido dentro de la habitación y retirarlo antes de dormir.

Por otro lado, se debe sospechar una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas/vómitos, pérdida del conocimiento y/o convulsiones, palpitaciones, dolor de pecho y paro cardiorrespiratorio. Además, muchas intoxicaciones por monóxido de carbono parecen intoxicaciones alimentarias, gripes o accidentes cerebrovasculares. En niños pequeños puede simular un cuadro meníngeo por la irritabilidad, llanto continuo y rechazo del alimento. Ante cualquier sospecha se deben abrir puertas y ventanas para ventilar; retirarse o retirar a la víctima del lugar contaminado para respirar aire fresco y dirigirse a un centro de salud cercano.