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19 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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“Uno viene con expectativas de que es algo nuevo”

El jujeño se fue a vivir a España con su familia con el mismo trabajo que sigue realizando en forma remota.
Domingo, 20 de agosto de 2023 01:00

Para el jujeño Alejandro Javier Alfaro irse a vivir al exterior fue una decisión familiar y aunque iba a renunciar a su trabajo, la valoración de la empresa hizo que lo contraten en la sede de Bélgica y le permitió vivir en Madrid donde eligió. Partió hace un año y ocho meses y aunque le costó en un principio por tener a sus afectos en Argentina, mantiene lazos con su cultura elaborando comidas típicas y hasta logró hacer la ceremonia de la Pachamama con invitados españoles.

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Para el jujeño Alejandro Javier Alfaro irse a vivir al exterior fue una decisión familiar y aunque iba a renunciar a su trabajo, la valoración de la empresa hizo que lo contraten en la sede de Bélgica y le permitió vivir en Madrid donde eligió. Partió hace un año y ocho meses y aunque le costó en un principio por tener a sus afectos en Argentina, mantiene lazos con su cultura elaborando comidas típicas y hasta logró hacer la ceremonia de la Pachamama con invitados españoles.

Se fue de San Pedro de Jujuy hace 17 años a Buenos Aires y ahí empezó a trabajar en una empresa de medicina estética donde se desempeñó por quince años. "Hace aproximadamente un año y ocho meses me vine a vivir a España. Renuncié a quince años de trabajo, pero la empresa no me quería soltar, me contratan en Europa porque también hay una sede en Bélgica, pero no iba a vivir ahí sino en Madrid", relató.

Alfaro se había formado en la Universidad Nacional de Tucumán y luego en la Universidad Kennedy Buenos Aires, una diplomatura en administración de pequeñas y medianas empresas y community manager en la Universidad de Buenos Aires (UBA), por lo que se desempeña en una empresa que da cursos para médicos en medicina estética. En ello se desempeñaba en la empresa que no le aceptó la renuncia y le hizo otro contrato para la sede Bélgica que le permite hacer teletrabajo desde Madrid, viajar dos veces por año a Buenos Aires y una a tres veces al mencionado país de Europa occidental.

La idea de partir fue iniciativa de su esposo, Daniel García, motivado por la incertidumbre económica en Argentina, con la perspectiva de tener seguridad y un futuro mejor, por lo que ya se fue con un trabajo en sistemas. Por ello, viajaron con el hijo de él, y actualmente viven los tres en el centro de Madrid, Malasaña.

"Al principio uno se viene con todas las expectativas puestas en que es algo nuevo, con el mismo miedo que tuve de irme de Jujuy a Buenos Aires, pero allá fue una adaptación rápida que era como siempre hubiese vivido ahí. Me costó un poco más venirme acá porque ya es una distancia mayor, la familia está un poco más lejos, aquí cuesta hacer amigos", expresó.

Además, al hacer teletrabajo no está en contacto directo con gente y de igual manera se fue adaptando. Reconoció que lo difícil fue llegar y conseguir una vivienda, adaptarse a un departamento más chico y llevar adelante los trámites, la espera. Tampoco es fácil socializar, si bien hay saludo, contacto, se hace difícil entrar al plano de amistad por lo que se termina vinculando con otros argentinos, venezolanos, colombianos y otros latinos.

"Compartimos el idioma, las costumbres y la comida por la influencia española e italiana, y en el norte nosotros tenemos un poco más de comida andina. Como me gusta cocinar no me costó porque hago empanadas, sopa de maní, locro, etc; es más, hace una semana hicimos la Pachamama en casa, invitamos gente y se van empapando de la cultura jujeña, que llevo a todos lados", relató. Explicó que allí no se acostumbra invitar gente al hogar sino salir a tomar algo a una confitería.

Es lo que extraña de Jujuy, las amistades, la espontaneidad para reunirse y a su familia, tiene a sus padres y a tres de sus hermanos en Buenos Aires, uno en Bahía Blanca y el resto en Jujuy.

Por ello no deja de lado costumbres ni delicias argentinas, por lo que no falta la milanesa, el locro y el mate, y debido a que pueden conseguir productos argentinos, dulce de leche, yerba, galletas, además de parrilladas argentinas. De hecho, está armando un espacio de relatos y recetas para dar rienda suelta a su pasión por la cocina criolla que difunde por Youtube y el instagram @relatoconsabor.

La ubicación también les permitió conocer otros lugares, aunque por la empresa en la que trabaja cada año para ir a Bélgica aprovechaba para conocer dos países diferentes. Sin embargo, en vacaciones recientes visitó Berlín y Ámsterdam, y de España recorrieron Alicante y otras ciudades y capitales cercanas.

En Jujuy

Alfaro creció en un paraje rural llamado El Canal, ubicado en el departamento Santa Bárbara donde estuvo viviendo hasta los nueve años. "Iba a una escuela rural, caminaba dos kilómetros de ida y otros dos kilómetros y medio de vuelta. Hice hasta cuarto grado en esa escuela y después me fui a San Pedro, y ahí empecé", relató.

Recordó que era la escuela Nº 74 "Islas Malvinas" cercano a la localidad de Santa Clara y terminó el resto de la primaria en la Escuela Normal de San Pedro. Posteriormente, inició el secundario en el Colegio de Río Blanco como interno, y luego volvió a San Pedro donde terminó de cursar en la escuela nacional de comercio "Dr José Ingenieros", tras lo cual se fue a Tucumán a estudiar, volvió a Jujuy para luego radicarse en Buenos Aires desde donde partió a España donde vive actualmente.