En vísperas del entierro del carnaval, tilcareños y jujeños disfrutaron intensamente junto al momo en las diferentes comparsas, cantando y bailando por las calles del pueblo, cumpliendo con las últimas invitaciones de sus simpatizantes.
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En vísperas del entierro del carnaval, tilcareños y jujeños disfrutaron intensamente junto al momo en las diferentes comparsas, cantando y bailando por las calles del pueblo, cumpliendo con las últimas invitaciones de sus simpatizantes.
No hay descanso que permita el diablo carnavalero en la villa turística, todos estos días desde el pasado 10 fueron bastante exigentes en la tarde, durante la noche y hasta de madrugada, en que a las bandas musicales se las escuchaba con sus ritmos carnavaleros.
Ayer pasadas las 15, todas las comparsas ya estaban afuera festejando y con ellas, cientos de carnavaleros encolumnados detrás de las banderas que van marcando el camino, y por detrás las bandas musicales marcando el ritmo de las canciones identificatorias de cada comparsa o agrupación.
Después del carnaval grande y el puente (miércoles, jueves y viernes) donde prosiguió la celebración, estas dos últimas jornadas serán las que pondrán a prueba la resistencia de los carnavaleros.
Jornadas de intenso calor se vienen registrando, a diferencia de otros poblados de la región donde la tormenta interrumpió el festejo, que se hacen más agobiantes por el ajetreo y el cansancio de tanto saltar, correr y bailar de aquí para allá, subiendo y bajando las calles de la hermosa villa turística.
Las caprichosos por un lado, Los pecha pecha por otro; más allá Los gosairas, más acá Los ahijaditos, los Pocos pero locos bajando desde el Huasamayo, y todas con innumerables simpatizantes que a viva voz cantan y levantan los brazos expresando la felicidad contenida desde un año atrás.
Como sucedió en la madrugada de ayer, hoy también seguramente se extendieron las invitaciones y mañana, sucederá lo mismo. Esto quiere decir, que el diablo estará siendo enterrado después de la medianoche, como es costumbre sólo en Tilcara por la masividad y el gran festejo que se produce año tras año.
Hoy, desde el mediodía los directivos y simpatizantes de las comparsas se congregarán para comenzar a vivir las últimas horas junto al momo. Compartirán un pulsudo almuerzo (generalmente servido por el presidente), y posteriormente saldrán a recorrer el pueblo cumpliendo con las invitaciones.
Alrededor de las 18 los entierros comenzarán en los mojones, por aquellas comparsas que menos compromisos tengan, en cambio las restantes tienen la obligación de terminar con los compromisos asumidos.
Una vez despedido el diablo carnavalero en el mojón, el pueblo quedará en absoluto silencio en la madrugada bajo el cielo estrellado, y mañana será un nuevo día como si nada hubiese sucedido, hasta el carnaval de flores.