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Federico en su balcón, Carlos Fuentes. Alfaguara

Domingo, 11 de noviembre de 2012 21:14

Esta novela es el testamento literario de Carlos Fuentes, una lección definitiva sobre lo que fue y seguirá siendo como escritor. Un autorretrato hablado donde el narrador se multiplica en sus personajes, creando la contradicción espiritual y filosófica que siempre bulló en su alma, una dialéctica que abre interrogaciones sin intentar respuestas determinantes. Es lo que hizo a lo largo de su vida y de sus libros: interrogar, cuestionar, abrir la ventana, asomarse, agarrar a las verdades establecidas por el rabo y hacerlas chillar.

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Esta novela es el testamento literario de Carlos Fuentes, una lección definitiva sobre lo que fue y seguirá siendo como escritor. Un autorretrato hablado donde el narrador se multiplica en sus personajes, creando la contradicción espiritual y filosófica que siempre bulló en su alma, una dialéctica que abre interrogaciones sin intentar respuestas determinantes. Es lo que hizo a lo largo de su vida y de sus libros: interrogar, cuestionar, abrir la ventana, asomarse, agarrar a las verdades establecidas por el rabo y hacerlas chillar.

Sam no es mi tío, Aileen El-Kadi y D. Fonseca (editores). Bs. As.: Alfaguara 2012.

Un libro de cronistas latinos en Estados Unidos. Que “Sam no es mi tío” sea la primera producción de crónicas en el gran país del norte sobre esta gran porción de inmigrantes residentes es una consecuencia lógica de la maduración de la crónica como herramienta para construir grandes relatos. En los últimos años atravesamos lo que algunos llaman el boom de la crónica. Sólo en 2012 se han editado dos antologías en América Latina y España y un libro de perfiles con varios cronistas latinoamericanos. Era esperable que la crónica como herramienta narrativa llegaría también aquí y qué mejor que lo haga con pretensión de comprender los conflictos de la integración de los hispanos con Estados Unidos y de Estados Unidos con ellos.

María Elena Walsh, en la casa de Doña Disparate. Bs. As.: Alfaguara, 2012.

Este libro nace a la luz de la exposición que Villa Ocampo UNESCO organizó en la primavera de 2012, bajo el título María Elena Walsh en la casa de Doña Disparate. Tanto la muestra como el presente volumen ponen de relieve la amistad, hasta ahora poco conocida, de dos mujeres esenciales para la cultura argentina del siglo XX: Victoria Ocampo y María Elena Walsh.

Entre los documentos que constituyen el corazón de la obra se destaca un epistolario inédito, compuesto por cartas, dedicatorias e invitaciones que revelan, a lo largo de dos décadas (1960-1980), un vínculo cálido y lleno de complicidad, pero también de respeto y admiración mutuos entre estas dos creadoras.

 

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