Pocos días después de haberse conocido la noticia sobre un allanamiento erróneo en una vivienda de villa Lavalle, situada en la zona sureste capitalina, una familia denunció ayer otro hecho desacertado por parte de la Policía, que incluyó amenazas, golpizas y una irrupción ilegal.
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Pocos días después de haberse conocido la noticia sobre un allanamiento erróneo en una vivienda de villa Lavalle, situada en la zona sureste capitalina, una familia denunció ayer otro hecho desacertado por parte de la Policía, que incluyó amenazas, golpizas y una irrupción ilegal.
“El hecho ocurrió el 21 de octubre pasado por la madrugada, cuando mi pequeña hija de 12 años me llamó para comentarme que un grupo de policías no identificados se habían presentado en mi casa, situada en el barrio Portezuelo Sur de la zona este de esta capital, con la intención de llevarse la motocicleta marca Cerro 110 cilindradas de mi hijo”, Comentó Mónica Garnica (42).
“Luego -siguió-, llegó mi marido, César Ricardo Osores (45), y les preguntó por qué querían el vehículo y ellos le contestaron: "No te hagas el boludo, vos sabés muy bien en las cosas que anda tu hijo'”.
“Al pasar a mi casa, los efectivos pusieron la motocicleta en la puerta y me pegaron con la cachiporra. Me obligaron a salir y me llevaron esposado a la subcomisaría del barrio Autódromo, donde me continuaron pegando. Después me llevaron al centro de salud de Castañares, donde me dijeron: "Decí que te caíste y ni se te ocurra decir que te pegamos. Vos elegís si querés mentir o desaparecer'”, aseguró Cristian Emanuel Osores (20).
“Sé que buscaban una moto robada y todo el tiempo me iban obligando a decir los nombres de la gente que vive alrededor de mi casa, pero este vehículo mi papá se lo compró de buena fe a una amiga de mi mamá y tenemos el título en nuestro poder”, cerró el joven.
“Se equivocaron de casa”
Además, la madre de la víctima afirmó a El Tribuno: “Los vecinos me comentaron que la Policía se equivocó de vivienda y en realidad debían allanar una casa que está al lado de un lavadero ubicado en la avenida Delgadillo, a dos cuadras. Evidentemente se equivocaron de casa. Los policías no investigaron bien porque deben haber sabido que ese lugar es bastante peligroso y los iban a sacar a pedradas”, agregó Garnica.
“No llegaron ni con una orden de allanamiento y sin embargo ingresaron a mi casa, me golpearon y se llevaron a mi hijo a Alcaldía Judicial, donde estuvo alojado más de 12 horas”.
“Tuvimos que ir a radicar la denuncia a la comisaría 1 y dialogar con el jefe de Policía Marcelo Lami porque estamos atemorizados”, explicó César Osores.
Por último, Emanuel Siares (20), amigo del damnificado dijo: “La policía siempre que pasa por acá nos mira mal y nos provoca. Ese día también fueron a buscarme a mi casa pero yo no estaba. A mi madrastra le dijeron que tenían que llevarme a la seccional, pero no traían una orden judicial para trasladarme”.
El grave error judicial perjudicó a una familia inocente
Otra víctima: Inocencia Romero también sufrió una irrupción en su casa
Antes de haberse hecho pública la denuncia de una familia del barrio Portezuelo Sur, situado en la zona este capitalina, otros integrantes de la Policía fueron apuntados por gran parte de la población tras el allanamiento erróneo producido en un domicilio en villa Lavalle, donde provocaron destrozos en la vivienda y la dueña del inmueble, Inocencia Romero (57), protestó públicamente por el hecho.
Estos sucesos ocurrieron el 19 pasado en la calle Carlos Gotling 2477 de villa Lavalle, cuando los efectivos de la Brigada de Investigaciones buscaban dar con el paradero de un conocido delincuente identificado como Carlos Alberto “Cobra” Ramos, acusado de haberle robado, junto a tres cómplices, dos motocicletas, un arma de fuego y prendas de vestir a Julio Norberto Ibáñez, del barrio El Círculo, quien fue el que dio la dirección del sujeto, pero que en realidad pertenecía a la familia de Inocencia.
El informe judicial, basado en aquella equivocación, dispuso el allanamiento de la propiedad, según quedó consignado en el pedido realizado al jefe de Policía por el juez de Instrucción Formal 8, Federico Diez, en el que se solicitaba, en el marco de la causa 2616/9, la realización del operativo, que los efectivos cumplieron sin saber que estaban haciéndolo en una dirección equivocada.
De acuerdo a lo que trascendió, Carlos “Cobra” Ramos vive cerca, pero no en ese inmueble.
Sus cómplices, que habían sido detenidos previamente, fueron identificados como Aldo Sebastián “Bebé” Ramos, Iván Rodrigo Ruiz y Renzo Ezequiel Molina.
Finalmente, el personal policial reconoció que el error se inició en el juzgado y la víctima sería recompensada a la brevedad.
Este nuevo hecho también puso al descubierto otro posible error de la fuerza que tendrá que brindar sus explicaciones al respecto.